Elecciones 2023: los tres partidos con mejores resultados en las PASO debatieron sobre Educación

OPINIÓN – Por Dolores Bulit

Actualmente al debate público sobre Educación en Argentina lo estimulan ONGs que producen estadística y campañas de concientización, como CIPPEC, Fundación Varkey o Argentinos x la Educación. El jueves fui al que organizó esta última junto con la escuela de Gobierno y la de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella, en Buenos Aires. El acceso era gratuito con transmisión en vivo para cerca de 400 personas inscriptas. Durante casi dos horas, los candidatos a equipos de Educación de los tres partidos políticos con mejores resultados en las últimas internas abiertas presentaron sus ideas: Martín Krause (La Libertad Avanza), Mónica Marquina (Juntos por el Cambio) y Germán Lodola (Unión por la Patria).

En general, más allá del tono o la calidad de la conversación, siempre me queda el mismo gusto cuando escucho a funcionarios o políticos: esta gente habla de escuelas a las que sus hijos no van. Quizás estoy exagerando y no sea necesario pasar por la experiencia para asumir con responsabilidad un «problema complejo» como el de un sistema educativo nacional, tal como lo definió el moderador Marcelo Rabossi. En todo caso, comparto con ustedes lo que recogí del debate a ver si les ayuda a definir, confirmar o cambiar su voto para las próximas elecciones presidenciales del 22 de octubre. Veamos.

De izquierda a derecha: Krause, Marquina y Lodola

Estado: mucho, poquito, nada

Martín Krause abrió la conversación. No proyectó dispositivas y fue al grano. Más moderado que su jefe político en las formas pero con la misma ingenuidad de las ideas efectistas que catapultaron al partido, propuso tres cosas: libertad de contenidos, libertad de métodos y libertad para elegir proveedores. «La conversación de la casta pedagógica va por un lado que para mí no es la discusión que hay que dar. Es arrogante decir que sabemos cuál es el mejor sistema educativo. Hay que abrir el juego y aprovechar la iniciativa y la creatividad de quienes están teniendo buenos resultados. Creo que no hay una solución sino muchas, y hay que dejar que florezcan», argumentó. Luego, dio algunos ejemplos de contenidos de Ciencias Sociales que considera «adoctrinamiento» pero negó que, en cambio, haya que imponer unos «NAPs liberales» (los núcleos de aprendizajes prioritarios que estipula la malla curricular obligatoria). También lamentó que la discusión en torno a su propuesta se haya centrado en los vouchers y la obligatoriedad, cuando para él se trata de que las familias puedan elegir y que las escuelas «puedan ensayar y, el resto, aprender de lo que funciona».

Le siguió Mónica Marquina, la única de la mesa formada en Educación. Sentada entre los otros dos participantes, dijo sentirse «en el medio de dos modelos: uno que pide menos Estado y otro que, dirigiéndolo, no cumple con las leyes ni toma decisiones en base a evidencias». Sobre los NAPs, retrucó que casi nunca se cumplen, y que en todo caso son un piso y no un techo. Sobre la libertad de contenidos defendida por Krause, le preocupa que no se produzcan aprendizajes básicos universales como la lectoescritura y el cálculo. Cree que para ensayar hay que tener un Estado presente que supervise, sobre todo en sociedades tan desiguales como las nuestras.

Sobre la propuesta de financiar la demanda en vez de la oferta educativa, recordó el fracaso de los vouchers y la vuelta al sistema centralizado en Nicaragua. Cree que, donde se usan, mejoran la posición relativa de los hijos de las personas más acomodadas y que es un modelo pensado sólo para grandes ciudades. También, que otra forma de verlos es que indirectamente producen el efecto de estatizar lo privado, ampliando en la práctica el paisaje de escuelas privadas que reciben subvención.

Al contrario de esta segmentación que, dice, produciría financiar a las familias, propone incentivar mejores escuelas optimizando la financiación en términos de eficiencia. Como parte de ello, también acomodar los institutos de formación docente a la demanda real en todo el territorio y «brindar una formación más horizontal, de compartir experiencias y trabajar en red» en lugar de la lógica actual de acumulación de puntaje. Por último, en sus diapositivas mostró qué leyes y artículos no se cumplen y presentó cifras de Perú, que superan a las nuestras en pruebas estandarizadas de tercer grado.

A continuación fue el turno de Germán Lodola, que cuestionó la propuesta de Krause de una educación «no obligatoria» y sujeta al criterio de los padres. Como Secretario de Evaluación e Información Educativa del gobierno actual, presentó las estadísticas oficiales de cobertura, evaluaciones y datos comparativos de analfabetismo en la región, nombrando a Chile como «la meca» de los mejores resultados del cono sur. Recordó que los NAPS no caen del cielo sino que son aprobados por el Consejo Federal de Educación, con representantes de todas las provincias y distintos colores partidarios. Le retrucó a Krause: «Argentina no impone un método. Estoy seguro de que en una escuela de Catamarca no enseñan igual que en el Nacional de Buenos Aires».

Sobre financiar la demanda, dijo que «el mercado no corrige los problemas de distribución, así que con el sistema de vouchers cerrarían 14.500 escuelas rurales por inviables». Además, recordó que esa no podría ser una política nacional porque la educación escolar argentina se organiza de manera federal. De los gobiernos peronistas destacó que consolidaron los objetivos sugeridos por las Naciones Unidas de financiamiento continuo, seguro (institucionalizado en leyes) y suficiente (universal) de la Educación.

Lodola mostró los cuadros donde el país se muestra como líder mundial en cantidad de años de enseñanza obligatoria (4 a 18 años) y justificó la reciente creación de universidades por el aumento del estudiantado universitario, además de recordar las becas Progresar y Belgrano. «¿Acaso esas becas no son una forma de voucher, de financiar la demanda, igual que las subvenciones actuales por matrícula a escuelas privadas?», le contestó Krause más tarde.

El participante de Unidos por la Patria reprochó al gobierno anterior haber cargado sólo 4 provincias en el programa de informatización de datos de escolarización creado en 2018, el SINIDE, que ahora se llama SICDIE y tiene 10 ya cargadas. «En algo le doy la derecha -dijo a Marquina-: no le esquivo al debate sobre la calidad», finalizó.

Marquina compartió con Lodola la importancia del financiamiento estatal, pero con indicadores y metas. También acordó con la necesidad de hacer accesible el acceso a los estudios superiores, pero con planificación y según las zonas del país con demanda real. Incluso, sugirió que en algunos casos más que crear nuevas hay que aprovechar la educación a distancia y utilizar el sistema de créditos y equivalencias entre jurisdicciones. Ya cerca del final, por su parte, Krause interpeló a Lodola: «¿Si los padres son incapaces de elegir la mejor educación para sus hijos, cómo pueden entonces elegir un presidente?»

Cuando se abrieron las preguntas, quise saber qué harían si resultan electos con las escuelas de gestión social, consideradas en la Ley Nacional de Educación como tercera vía junto con las estatales y las privadas, teniendo en cuenta que ya funcionan y que pueden resolver los problemas mencionados en materia de calidad, autonomía, sentido de pertenencia y eficacia de la inversión. ¿A pesar de ser la educación escolar una cuestión federal, ayudarían a destrabarla? Krause aseguró que sí, en sintonía con su propuesta de quitar las barreras a quienes hacen, aunque dudó acerca de la posibilidad de financiarlas con fondos públicos. Marquina, por su parte, admitió que es una deuda del sistema educativo reglamentarlas y aseguró que «se lo lleva como tema pendiente». Remarcó, además, que deben tener control estatal «para que no pase lo de Emerenciano Sena». Lodola no respondió mi pregunta.

Otro de los asistentes preguntó si el gasto del 60% del presupuesto educativo en computadoras tiene sentido teniendo en cuenta las bajas habilidades lectoras, a lo que Lodola respondió que también se entregaron libros.

Mi voto

Como los debates suelen hacerse en torno a fechas electorales, el tono de campaña suele opacar la posibilidad de dialogar y consensuar. Si hay algo para aprender de los países que conquistaron políticas a largo plazo es que la educación no debe ser jamás una chicana partidaria. No esperaba de este debate grandes revelaciones, porque la Educación es un proceso de plazos largos. No las hubo.

Si decidiera mi voto en base a la personalidad que vi desplegar a los tres participantes del debate, me quedo sin dudas con Marquina. Las referencias insólitas al holocausto y el suicidio de los participantes varones sin dudas la dejaron como la más cuerda. Si, en cambio, eligiera en abstracto las ideas que mejor se llevan con la diversidad educativa que alienta AlterEdu, probablemente me seduzcan las ideas de Krause. De Lodola y el ideario peronista en general rescato la noción de acceso universal.

Me niego a seguir encasillando políticas relacionadas con derechos humanos, como la educación y la salud, en categorías de derecha o izquierda. Si votar al menos malo tampoco es una opción, qué bueno sería poder votar a los tres y obligarlos a trabajar juntos. O no votar a ninguno.

Mirá el video completo del debate acá: https://www.youtube.com/live/NMhMWWCqoe4?si=VqfADhG2SpyDyIqY

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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1 Respuesta

  1. juana dice:

    Esto da mucha risa, pensaba que eran mas despierto en cuestiones del circo /pantomima de las elecciones. Cuándo nos vamos a dar cuenta de que el gobierno mundial es quien pone a los presidentes y demas goberantes en cada pais? tanto tiempo escribiendo al pedo!