Lejos del adultocentrismo, una propuesta para jugar y crecer en la ternura y la diversidad en Necochea

En Villa Karawata, de la ciudad costera de Necochea, existe un espacio de acompañamiento a las infancias «desde un lugar de respeto, ternura, escucha e igualdad». Así lo define el grupo de adultos que le da forma al taller que suele realizarse una vez por semana y de manera más esporádica en verano. «En este mundo adultocentrista las niñeces son el ultimo eslabón de una cadena de injusticias, violencias, explotación, exclusión, adoctrinamientos. Por eso, quienes pensamos, acompañamos, cuidamos, criamos, a nuestres niñes queremos hacerlo desde un lugar, como nos recuerda Susy Shock, donde todos los colores que existen están incluidos. Como grandes, más que definir a esas niñeces tenemos que dejar que elijan entre todas las formas de sentir que encuentren en el camino. Criar niñes libres exige coherencia en nuestro accionar», definen Emilia Seijas, Sandra Clerico y Lautaro Villagra.

Son encuentros de niñes barriales y autogestivos para jugar y crecer en la diversidad. Los talleres son al aire libre y se cuenta con una casa pequeña de barro con baño seco, y refugio de personas y materiales. Para contactarse, pueden llamar al teléfono 2216163848.

En el mes del Orgullo, una propuesta especial

En el mes del Orgullo el grupo prepara una intervención para este viernes y sábado en la plaza San Martín, que esperan luego replicar en la placita del barrio y en otros lugares. «La propuesta surgió porque trabajamos toda la biodiversidad, las ideas de Brigitte Baptiste, la ESI, la pedagogía Queer. Tenemos el libro El vestido de mamá, de Dani Umpi y Rodrigo Moraes, que nos da pie para trabajar todas estas cosas. Les niñes grabaron audios de partecitas del cuento y con un retroproyector estamos armando las imágenes con escenas», explican. Para esta acción se sumaron además dos madres, Valeria Sanchez y Aroma Cuello.

«¿Qué queremos? ¡Jugar! Un lugar para nuestras niñeces donde puedan crecer en el respeto a las diferencias, entendiendo al mundo como un todo, donde la construcción con el otrx, que es el camino para encontrar el propio potencial, singular y único. Hay otros mundos posibles, crecer en la diversidad en todos sus sentidos y entender que cada cual puede deconstruir todo el tiempo lo andado, que nada es permanente, que todo está en movimiento. Crearse y recrearse en libertad es crecer en la confianza de que todo es posible, de que se puedo SER sin tener que responder a los mandatos y expectativas ajenas e impuestas», describen.

«Crear, criar, construir, cuidar entrx todxs es algo que nos ocupa e importa, y mucho. Por eso estamos en una invitación permanente a intercambiar saberes, sentires, acuerdos y desacuerdos, para seguir cuidando estos encuentros, ya comunitarios, desde el respeto y la alegría de sabernos parte de una trama/red que tejemos juntes. Por nuestras niñeces, por un mundo donde nadie quede fuera, por las diferencias, por la Pacha en toda su diversidad, por la alegría de vivir, por la libertad de los mandatos de género, la multiplicidad de corporalidades, por nuestro alimento, el valer de los distintos modos de conocimiento. Elegimos construir desde la multiplicidad. Y, como decía la abuela de Susy Shock, ¡buena vida y poca verguenza!

El grupo invita a acercarse a las actividades por la Marcha del Orgullo lgbtttiqnb+ este viernes 22 desde las 19 horas en la feria de la plaza San Martín de Necochea con su propuesta para les niñes. La acción se repetirá también el 30 de enero en la Marcha del Orgullo.


Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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