Ideas para des-patologizar la infancia a través de las prácticas narrativas

«Vivimos en un mundo de psiquiatrización, de profesionalización de los problemas», afirma Italo Latorre Gentoso, responsable junto con Carolina Letelier Astorga de Pranas, un centro difusor de las prácticas narrativas con base en Chile que se declara como un espacio independiente y contracultural de psicología. La charla sucede a principios de marzo en Tierra Fértil, un espacio de educación en libertad en el conurbano norte de Buenos Aires.

Es una introducción al diplomado internacional que volverá a dictarse en Buenos Aires y Tucumán, junto con otras ciudades de España y Perú. Lo acompaña Nitsan Perets Singer, un israelí egresado de la escuela Democrática de Hadera en su país, practicante y formador también de las prácticas narrativas que comenzaron con el australiano Michael White y el neozelandés David Epston.

«Las personas no son el problema. Hay que poner el foco entre las personas, en su relación con sus propias experiencias», solía decir Epston. Reemplacemos la palabra personas por niños/as y pensemos en los habituales diagnósticos patologizantes producidos en el ámbito escolar. Cuando se lo diagnostica, un niño/a puede perder su sentido de «agencia personal», es decir, de que él puede hacer algo con ese problema. «No se trata de probar que los diagnósticos sean ciertos o no, sino que invisibilizan muchas otras partes de su identidad, borrando los contextos», ejemplifica Italo. «Prefiero hablar de contextos que discapacitan ciertos cuerpos en vez de personas discapacitadas».

Nitsán cree que las prácticas narrativas pueden ayudar a desarmar el relato del adultocentrismo que impulsa la patologización del aprendizaje en el ámbito de la educación. El mismo fue a una escuela democrática donde, tal como proponen las narrativas, los adultos se corrían del lugar de la centralidad en la interacción con los niños y las niñas. «Y aunque es imposible salirnos del relato, de esos significados preferentes de nuestra cultura, podemos cuestionarlos», aclaran a lo largo de la charla.

Miramos juntos dos videos. Uno donde Michael White ayuda a un niño a recuperar su capacidad de enfrentar sus miedos, hablando en el idioma en el que hablan los niños, el juego. El otro, una charla TEDx de Marcela Polanco, que trabaja con niños migrantes en Estados Unidos y cuestiona la historia clínica como poderoso condicionante del acercamiento a una niña a la que acompaña.

Para saber más sobre las formaciones 2020 en Prácticas Narrativas en Argentina se puede escribir al correo: resonanciasbsas@gmail.com

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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