Haciendo visibles las creencias escolarizantes que moldean tu mente (y el mundo)

El brasileño Alex Bretas acaba de editar el libro «Creencias escolarizantes» (CRENÇAS ESCOLARIZANTES en portugués original), cuya introducción reproducimos a continuación. Tiene un formato póster con atractivos recursos gráficos. Alex es miembro de la red internacional de Centros de Aprendizaje Agil (ALCs), de la Alianza de Ecoversidades y de la Alianza Internacional por la Educación Autodirigida (ASDE).

«La forma en que vemos el mundo y nos comportamos ha sido moldeada a lo largo del tiempo por influencias poderosas: la familia, los medios de comunicación, la iglesia, el mercado, la vida, la política, los grupos de amigos e incluso nuestros hábitos.

¿Qué tal la escuela? ¿Alguna vez te has preguntado cómo esta institución ha moldeado nuestro vivir en el mundo, nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás y cómo vemos la vida y el universo? Está claro que las influencias de la escolarización en nuestro pensamiento, sentimientos y formas de actuar se mezclan y combinan con todos los demás tipos de aportes. Sería imposible trazar una línea que separe las creencias provenientes de la escuela y las adquiridas en otro lugar.

Aún así, la escuela tiene el poder de crear un conjunto de ideas que se supone deben ser compartidas por toda la humanidad (que es algo que tal vez nunca podamos entender por completo). Y, además de eso, puede establecer el tono para qué tipo de narrativas se “permite” difundir y cuáles están condenadas al olvido.

Las creencias que leerán en el libro pueden entenderse como el “currículo oculto” en las escuelas. Eso es lo que se enseña, implícitamente, mientras sucede la enseñanza. Son señales que captamos a través del entorno, el contexto, la cultura y la forma de hacer las cosas.

Estos son los “pensamientos crónicos” (1) que constantemente cruzan nuestra mente, la mayoría de las veces de manera inconsciente. Cuando me refiero a “escuela”, no me refiero al edificio de la escuela en sí, ni generalizo a todas las escuelas del mundo. Me refiero al proceso de escolarización de la sociedad (2), entendido no simplemente como el número creciente de niños que se convierten en estudiantes, sino como un proceso de “colonización” de nuestros cuerpos y mentes, desde un cierto punto de vista ideológico.

Desde el siglo XIX, este proceso, en la forma en que se nos impone, ha sido una de las principales herramientas de domesticación utilizadas por la cultura occidental. No es de extrañar que Foucault comparara la estructura de las escuelas con las prisiones.

¿Sería posible liberarse?

Los invito a arriesgarnos a un “sí” rotundo. Cuando empezamos a ser conscientes de nuestro proceso de aprendizaje, podemos cambiar deliberada e intencionalmente nuestro comportamiento. La libertad se convierte en autonomía y, así, romper este bucle se vuelve más posible y real, un día a la vez.

Al leer el conjunto de creencias reunidas aquí, es probable que recuerden aún más patrones que se les presentaron durante su proceso de escolarización. Tal vez escuchen la voz de un viejo maestro, un director estricto o incluso su padre, todos moldeados por el mismo sistema.

Si eso sucede, los y las invito a que me los envíen. Con el tiempo, quiero actualizar este libro y su contribución puede ser importante. Si tus sugerencias aparecen en próximas ediciones, serás acreditado como colaborador.

Deseo que este libro proporcione algunas reflexiones útiles en nuestra búsqueda de un aprendizaje libre, autodirigido y basado en la comunidad. Que cada uno de nosotros descubra el mundo más profundamente, más allá de los pensamientos crónicos heredados a lo largo del proceso de escolarización.

PD: No estoy en contra de las escuelas. Entiendo que son un equipo social y cultural muy importante, sobre todo en un país como Brasil (de donde soy). Creo, sin embargo, que debemos pensar críticamente sobre qué tipo de educación queremos para el futuro. Hay miles de escuelas y filosofías educativas trabajando en nuevas formas de ver el mundo, muy diferentes a las que leerás aquí. El cambio es posible, incluso desde dentro de la escuela».

(1) Aprendí esto de Monica Lan, quien aprendió de Abraham a través de Esther Hicks.

(2) El término fue introducido por Ivan Illich en su obra «Deschooling Society«.

El libro «Creencias escolares» está disponible completo y gratis en https://ecoversities.org/schooling-beliefs/

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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