Encuentro Plural de Educaciones Posibles 2023: «Esta comunidad es todo lo que el mundo necesita»

Acabo de volver del mejor «congreso» sobre educación de Argentina. El único donde lo que se predica, se hace. Multiedad, autogestivo y colaborativo, sin divisiones entre disciplinas duras o blandas. Más que un evento, es un espacio-tiempo de tres días donde, si hay autoridades y liderazgos, se basan en cuestiones de organización, experiencia y posibilidad, mas no de poder. Donde no hay quien sabe y quien aprende porque todos tienen la posibilidad de la palabra. Sin libro de quejas, premios o castigos, los conflictos se resuelven sin violencia explícita o sutil. Se llama Encuentro Plural de Educaciones Posibles (EPEP) porque la potencia de existir y convivir produce por sí misma conocimiento.

La edición número 12 tuvo como escenario la escuela La Cecilia, de Santa Fe, uno de los hitos insoslayables en el mapa de las alternativas educativas de los últimos 50 años. Quizás por eso fue uno de los más concurridos, con 400 asistentes de 85 espacios educativos de 12 provincias: queremos ver con nuestros propios ojos cómo se sostiene en el tiempo y en sus principios una escuela transformadora que, además, logró ser reconocida por el sistema educativo formal. Este año también llegaron desde redes y proyectos de otros países, como Uruguay, Brasil, México y Perú.

La edición 2024, propuesta en la asamblea de cierre, será en la comarca andina. Los anfitriones son tres jóvenes espacios de aprendizaje cercanos de la zona de El Bolsón: La Ronda, El Salto y Pakarina.

Con los años se va corriendo la voz, y hoy este evento congrega prácticas pedagógicas diversas con una búsqueda común: no sólo transformar la manera en que enseñamos y aprendemos, sino a través de eso convertirnos en mejores personas. Para nosotros mismos, nuestras familias, la sociedad que compartimos y el planeta que habitamos. Escuelas democráticas, Montessori, experimentales, en la naturaleza y permacultoras, Waldorf, espacios de educación viva o popular y familias que educan sin escuela. Estatales, privadas o de gestión social, todos los trajes bailan en esta ecléctica celebración de la diversidad.

El equipo anfitrión de la escuela La Cecilia

¿Para qué sirve el EPEP?

En mi habitación compartida de la Liga Santafesina de Fútbol conviven educadoras de la escuela Karmel Montessori de la ascendente ciudad de Funes, en las afueras de Rosario, con los de la Escuela de Gestión Social No. 1, de un barrio popular de Resistencia. Vamos perdiendo los prejuicios. Quizás -ojalá- entendemos que nuestros orígenes e ideologías pueden servir para complementarnos en vez de dividirnos. Estamos haciendo política de la buena: la de los principios, la de la acción sobre la queja, la desde abajo.

El EPEP es el laboratorio donde se ve que la autonomía infantil no sólo es posible: ¡es asombrosa! Niños que apenas caminan se sirven solos el agua del dispenser, vacían el mate en el tacho de residuos orgánicos, dan y reciben talleres, intercambian cartas, hacen música. Juegan tan seriamente que la utopía de la comunidad infantil deja de serlo. Muchos se reencuentran, otros se hacen amigos y siguen virtual, organizan visitas. Para que todo eso pueda pasar, los adultos hacemos un trabajo paralelo y constante de reeducación. Para poder cuidarlos, nos cuidamos.

También sirve para que la gente de una misma provincia se conozca entre sí. Esto es vital, porque el trabajo local y por jurisdicción es necesario si, por ejemplo, se quiere compartir normativa o incidir en las políticas públicas. Esas redes locales serán luego el corazón de las redes regionales y nacionales. Los que vienen llevan la información a los que se quedaron. Y todos renuevan la energía para poder volver.

Este año, una trabajadora social y madre de uno de los espacios propuso sistematizar las experiencias para poner este conocimiento al alcance de todos y allanar el nacimiento y el tránsito de las alternativas educativas (para poder participar, hay que sumarse a este mapa). También crecen las propuestas de formación que no se encuentran en los profesorados, la venta de materiales para el aprendizaje, las consultorías, supervisiones y apoyos curriculares para rendir: la economía social de la educación alternativa ya está en marcha.

Testimonios y agradecimientos

«Agradecemos el cuidado que vemos en el predio. Creo que es fruto del trabajo en red y una madurez de todos de pensarnos parte de algo colectivo».
«Somos del delta de Tigre, en provincia de Buenos Aires. Este fue mi primer EPEP y vuelvo feliz de ser parte de esta red. Llegué con varias angustias y todas las charlas me sirvieron para anclar una vez más esta idea de que el trabajo principal es de los adultos. Intelectualmente lo sabemos, pero nos lo tenemos que repetir».
«Desde Uruguay queremos traerles el saludo y decirles que no nos sentimos separados, sino hermanados por el río. Estar acá nos da la oportunidad de ver que somos las mismas personas, con los mismos anhelos y dificultades. Todos somos diferentes y vivimos cada experiencia de manera distinta. Sentimos un cuidado inmenso, y si también pudieron haber aspectos fuera de libreto, agradezco esas situaciones donde tuvimos la oportunidad de ejercitar la resiliencia que todos tenemos. Ojalá puedan acercarse ustedes también a participar de nuestro encuentro de la Red de Educación Transformadora de Uruguay».
«Soy una mamá de Playa Unión, en Chubut, y desde que me acerqué con mi hijo a la escuelita costera Feley May Tati empezó a suceder mucha magia. Sabemos que es difícil salir a la calle cada día con estas perspectivas, ideas y principios, pero encontré un espacio donde además de mi hijo, me siento cuidada yo. Desde hace 4 años me dedico a la docencia y sentí que el conocimiento en el sentido amplio de la palabra circulaba acá. No sólo la cuestión técnica del aprendizaje, sino el de todos los días, el que necesitamos para reafirmar lo que hacemos».
«Somos del espacio Florecer de Miramar. Es nuestro primer encuentro y nos alienta ver personas que cambian cosas que sabemos que no pueden seguir prevaleciendo. Me llevo amor y enriquecimiento para las familias que no pudieron venir».
«Me eduqué en una escuela alternativa de Montevideo fundada por mis abuelos. Incorporé una forma de ver la vida en la cual todo es perfecto y todo me llevó al punto donde estoy. Este momento me ha hecho crecer demasiado. Lo que están haciendo es increíble. Veo miedo y cosas naturales de los adultos para acompañar a los jóvenes, pero ¡lo están haciendo bien!».
«Soy de Pakarina, en Mallín Ahogado. Hay un montón de gente bancándonos a los que llegamos, somos muchos más de los que estamos acá. Hicimos rifas, compras comunitarias e incluso hay gente que no se anima a la educación alternativa pero nos apoya».
«En estos 33 años de La Cecilia hemos pasado por distintos procesos y hemos hecho muchos eventos. Pero nos faltaba éste, teníamos una deuda. Así que simplemente quiero decir que queda la energía de todos ustedes aquí».
«Hacemos educación libre como podemos. Hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de sentir la pertenencia. Hemos sido nómades para no estar institucionalizadas y ahora estamos en Catamarca desde hace 4 años. Fue hermoso ver a mi hija tan feliz. Estaba recorriendo este camino sola y con libros, y de repente veo que somos un montón. ¿De dónde salieron? En el norte del país no hay nada de esto. ¿Nos ayudan a sembrar esta semilla allá?».
«Soy de Villa Ciudad Parque, Córdoba, donde encontramos un lugar para llevar una forma diferente de educar. Quiero agradecer a La Cecilia que nos recibió y a todas las personas que a lo largo de la historia son sostén y guardianes de estos espacios, que son internos primero y se expresan en espacios educativos. Estaba dolida y resistente, por eso agradezco a las personas que se sostienen en la confianza de que es posible hacerlo. Que la duda no sea para desinflarnos sino para darnos herramientas para seguir haciendo lo que creemos».
«Somos de Miramar. Son todos pura inspiración. Agradezco a los que trajeron propuestas para los niños, vi a mis hijos felices. Esta comunidad es todo lo que el mundo necesita».
«Soy de Colón, Entre Ríos. Es hermoso vernos crecer, como cuando festejamos los cumpleaños de les niñes. Ver que estén a disposición los más grandes para acompañar a los que recién empiezan, nos recuerdan que estuvimos ahí. Creo que el EPEP nos da a cada uno lo que va necesitando».
«Tenemos que hacernos un espacio los que venimos con más tiempo para con ese bagaje ayudar a los que empiezan. Decidir cómo vamos a por los desafíos de más largo plazo. Busquemos estar contenidos por una figura que nos incluya, que sea transversal a todos, y seguir apostando por las pequeñas redes para estar acompañados todo el año. Ser de apoyo como alguna vez lo recibimos nosotres».
«Los jóvenes decían esto de dudar si hay tanta separación como nos hemos creído entre los que tenemos diferentes edades. Eso me hizo pensar en cómo crecemos como colectivo y van apareciendo particularidades. Y en cómo se necesitan nuevos espacios: el campamento les quedó corto y ya están a armando una red de jóvenes de distintos países».
«Hace 20 años que estoy en esta búsqueda, que era muy solitaria. Hoy ya se ve una masa crítica. Ver a estos niños, sanos y en armonía, no hay mucho más para decir».
«Somos una comunidad e aprendizaje de familias de Puerto Tirol, Chaco. Esto nos fortalece, nos sostiene. En nuestro espacio y en otros las comunidades originarias están muy presentes porque hay un fuerte querer volver a tener una conexión con la naturaleza. Eso está enraizado en su cosmovisión, así que acercarnos a ellos siempre nos enriquece. Aprendemos algo que ellos ya tienen. Y varios proyectos estamos vinculados con ellos en la defensa de los recursos».
«Tenemos que pensar cómo nos plantamos como educadores ante el estado crítico de la situación ecosistémica. Si no hay vida no podemos elegir cómo vivirla y de qué manera educar a nuestros niños. La información está al alcance de todos. Que este diálogo esté siempre sobre la mesa en estos encuentros».

Agenda de temas y propuestas:

Terapia de proyectos; Supervisiones; Soberanía alimentaria, alimentación y niñeces; Neurodiversidad: abordajes sobre discapacidad e inclusión; Desescolarización; Avances en Gestión Social, legalidad y subsidios; Eje pedagógico, abordaje de saberes y evaluación no graduada; Rol del guía, observación e intervención; Herramientas y recursos de les acompañantes; Acompañamiento al equipo, ética de les acompañantes; Fundamentos de las 5 leyes biológicas; Iniciación segura a la tecnología; Vínculos y formas de comunicación; ESI; Trayectorias educativas y necesidades educativas hoy; Abordaje con las familias; Adolescencia: recursos para acompañar a los mayores de 12; Límites y conflictos; Educación viva, libre, socioemocional, popular; Filosofía y niñes; Proyectos con más de 7 años de vida; Federación para la incidencia en políticas públicas; Autoexploración y autoconocimiento.

Participantes del EPEP 2023

Escuela La Cecilia (Monte Vera, Santa Fe), Colegio Karmel Montessori (Rosario), Colegio Juan Pablo II (Santiago del Estero), Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación (CABA), La magia de moverse (CABA), Soberanía Alimentaria y Comunidades Educativas (La Paz, Entre Ríos), Nueva Escuela Argentina (La Pampa), EPGS N°1 «Héroes Latinoamericanos» (Resistencia, Chaco), Florecer Jardín interior (Miramar, Buenos Aires), Escuelita monte (Resistencia, Chaco), Domo del Sol (Laprida, Buenos Aires), La Guarida (Arturo Seguí, La Plata, Buenos Aires), Pluriversidad Latinoamericana y La Aldea (Reta, Tres Arroyos, Buenos Aires), Fundación Arbolar Espacio Vivo (Colón, Entre Ríos), El Canto del Fuego (Mar del Plata, Buenos Aires), Casa Luna (Rafaela, Santa Fe), Río Libre (Roldán, Santa Fe), Sentido Aprendizaje Vivo (Mendoza), Abrakadabra (Las Calles, Córdoba), El Pez de Oro escuela ayllu (Lima, Perú), AANA -Academia de Aprendizaje Natural y Armónico (Diamante, Entre Ríos), Antu Hue (Balsa las Perlas, Río Negro), Sonrisa, arte, educación y salud | Pum y Tuang (CABA), Colegio Eos (Moreno, Buenos Aires), Munay Espacio Vivo (Ranelagh, Buenos Aires), Alitas Mágicas Centro Educativo para la Primera Infancia (Dolores, Soriano, Uruguay), Espacio de Aprendizaje Comunitario Arco Iris (Villa Ciudad Parque, Córdoba), familias de La Merced (Catamarca), Cambiando la educación (Punta Indio, Buenos Aires), Proyecto educativo autogestivo «La escuelita» (Resistencia, Chaco), Presencia Espacio vivo (General Rodríguez, Buenos Aires), Pakarina (Mallin Ahogado, El Bolsón, Río Negro), Escuela Popular Pasos (Concordia, Entre Ríos), Escuela Secundaria de Formación Agoecológica – ESFA (Concordia, Entre Ríos), Shamrock club de inglés (Villa Gesell, Buenos Aires), Monte Blanco Comunidad de Aprendizaje (Delta del Tigre, Buenos Aires), El Refugio Escuela Viva (Mercedes, Soriano, Uruguay), Espacio Octógono Nahual 8 (Cosquín, Córdoba), Tikapata (Cusco, Perú), Amaryi Espacios de encuentro (Cañada de Gómez, Santa Fe), Los Chañaritos (Bialet Massé, Córdoba), Impulso (Río Cuarto, Córdoba), Feley Mai Tati (Playa Unión, Rawson, Chubut), Aguaribay (Cruz de Piedra, Maipú, Mendoza), La Ronda Chacra Escuela (El Hoyo, Chubut), Sé tu maestro (Canelones, Uruguay), Proyecto C (CABA), Escuela Italiana Cristóforo Colombo), Remolino (San Jorge, Santa Fe), Alquimia Educación (Bahía Blanca, Buenos Aires), Escuela Los Trigales (San Justo, Santa Fe), Escuela autogestiva La Rueda rueda (Icho Cruz, Córdoba), Tierra Viva y Serendipia (Huerta Grande, Córdoba), Tierra Libre (Santa Fe), La casa de la tirolesa (Funes, Santa Fe), AYNI esencia (CABA), Cidade Escola Ayni (Guaporé, Rio Grande do Sul, Brasil), Jardín público (Rosario, Santa Fe), Casa Corazón Aprendizaje Vivo (Casilda, Santa Fe), El árbol (Rosario, Santa Fe), Enfoques Humanísticos (Rosario), Semillita Juego Espontáneo (Villa Bosch, 3 de febrero, Buenos Aires), Althea. Centro Integral de Aprendizaje Libre (San Francisco del Monte de Oro, San Luis), FloreSiendo (Rosario), Amanecer espacio educativo (Rojas, Buenos Aires), Jardín 204, Multitarea y Vacancias (Santo Tomé, Santa Fe), Escuela Las Luciérnagas (Chascomús, Buenos Aires), Escuela Barbiana (Rafaela, Santa Fe), Circularte (Paraná, Entre Ríos), Escuela de Familias (Puerto Tirol, Chaco), Escuela secundaria convencional (CABA), Proyecto EntrAmando (Rosario), Kunumi (Santa Fe), Escuela Raúl Arino (Fray Luis Beltrán, Santa Fe), Encuentros Vivos (San Rafael, Mendoza), El Refugio Escuela Viva y Consciente (Mercedes, Soriano, Uruguay), La vida como escuela (San Antonio de Padua, Merlo, Buenos Aires), Arandú, Educación creativa (Brasil), Vuela el pez (San Antonio Oeste, Río Negro), CoPeHU Corriente Pedagógica Humanista Universalista(Vera, Santa Fe), Familias del sol (Escobar, Buenos Aires), Tu espacio Waytay (Junín, Buenos Aires), María José Vaiana Educación Libre (Rosario), La Caracola (Rosario).

Leé acá la crónica del EPEP 2022 en Las Grutas.

Imágenes: AlterEdu y comunidad del EPEP

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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