Nueva película sobre María Montessori: «Muestra realidades que también están vigentes hoy, a las que como sociedad no hemos sabido dar respuestas»

El 1 de mayo se estrenó en España la nueva película sobre María Montessori, «La nueva mujer» («La nouvelle femme» por su original en francés) dirigida por Léa Todorov. Pasaron 17 años desde la primera que se hiciera sobre ella (primero fue serie para la TV italiana, «Maria Montessori. Una vita per i bambini» dirigida por Gianluca Maria Tavarelli).

Como todavía no tiene fecha de estreno en Latinoamérica, conversé con Betzabé Lillo Orellana, asesora pedagógica, maestra, investigadora y formadora de profesores oriunda de Chile y radicada en Barcelona que participó del preestreno y un coloquio con espectadores el 28 de abril pasado. Escribió el libro «Un ambiente preparado para la vida. El ser humano como punto de partida» (ver nota).

En Argentina y Latinoamérica hay mucha expectativa por la proyección de la película. Mientras esperamos la confirmación de las fechas de estreno (la productora todavía no las anunció), les comparto mi conversación con Bet sobre sus impresiones.

-Supongo que habrás visto la película anterior sobre María Montessori. A grandes rasgos y sin spoilearnos, ¿qué las diferencia?
-Esta se desarrolla en un contexto en que los niños realmente son los protagonistas, a diferencia de la italiana anterior, que muestra más el paso de la pedagoga por la Universidad. La película de Léa Todorov se concentra en toda la época del trabajo de Maria Montessori en la Escuela Ortofrénica. Por eso es que en las escenas hay mayor presencia de niños; desde este punto de vista la narrativa me pareció bien interesante. Y refleja la intención de la directora, porque esta película se ha hecho en honor a su hija Sofía, que incluso, aparece en algunas escenas. En lo posible, recomiendo ver la versión original en francés e italiano subtitulada.

-A vos, que conocés tanto su vida como el método, porque lo ejerces a diario en tus formaciones, ¿la película te ha aportado alguna revelación, algo que quieras destacar?
-Creo que hay que verla uniendo el corazón con la mente para poder disfrutarla realmente. Es una forma de expresión de varias realidades que no solo se daban al principio del siglo XX, sino que también están muy vigentes hoy y que como sociedad no hemos sabido dar respuestas. Por lo tanto, más allá de algunos hechos históricos que coinciden y otros que no, porque no es una biografía ni un documental, es una creación cinematográfica, para mi hay muchos mensajes que llevan a reflexionar sobre la importancia del adulto preparado, del autoconocimiento, del amor propio, de aprender a establecer límites, de atrevernos a decir «yo puedo». Y ese camino en solitario no es posible, es muy importante estar en grupo, en comunidad, como se muestra en la película claramente.
Creo que refleja la realidad de muchas maestras, educadoras, directoras de escuela, madres o mujeres que siguen en busca de su camino.
La historia, que es una interpretación de la directora, está muy bien hilada. No tiene un comienzo típico, que uno supondría que debe centrarse en ella, sino que surge desde otro lado, de alguien que llega a encontrarse con ella y la motiva, la despierta.

-En Argentina el método aún es novedoso, en algunos casos los inspectores escolares ni siquiera lo aprueban. ¿Qué sucede con el método en España?
-Yo creo que en España hemos hecho un trabajo importante de divulgación. No sólo a nivel de cómo promover que haya más escuelas Montessori, sino que hemos podido dar un paso más allá y abrir el debate acerca de su adaptación a diferentes realidades socioeducativas. Eso traspasa el concepto del método.
Yo trabajo mucho en esa línea, diseñando diferentes programas para transferir algunos elementos esenciales de Montessori especialmente en escuelas públicas y en las que tienen otra mirada de la infancia. Lo que hacen es profundizar en la esencia de los planteamientos de María Montessori para, a partir de allí, llevar esta mirada científica e humana al mismo tiempo a los espacios educativos.
Por lo tanto, desde mi perspectiva el foco no está en que crezca la cantidad de escuelas Montessori, porque eso de manera orgánica ya se va dando -poco a poco, porque la economía está muy compleja en Europa-. Sino que, al menos mi interés es poder compartirlo con todas las familias, educadores o personas que necesiten herramientas muy prácticas y muy concretas, que por una parte son metodológicas a partir de los materiales y de la observación científica -que es clave porque es la base de todo-, pero al mismo tiempo todo el campo emocional. Un ambiente preparado psíquico que por tantos años he ido desarrollando. Y que se puede trasladar a la casa, a la escuela, los hospitales y cualquier sitio donde estén los niños.
Y otra cosa que he desarrollado es un programa de triangulación curricular pensado para los inspectores escolares o cualquier persona que aún tenga una distancia con Montessori porque no lo conocen en profundidad. Para ser reconocida por los estados, tomo todo el curriculum vigente del país y empiezo a hacer comparativas con el curriculum Montessori para mostrar claramente que existe una correlación en todos los niveles, de 0 a 18.
Creo que al final hay que ir generando evidencia científica, haciendo un trabajo riguroso y sistemático de investigación para fortalecer y llenar de confianza a los educadores al momento de tener que hablar con un inspector o con las familias. Para transmitir que se está llevando a cabo una educación que no es una burbuja, que no aísla a los niños sino que les da realmente herramientas y favorece la apertura de mirada para que puedan vivir una vida más plena. Los proyectos en los que estoy involucrada muestran que las escuelas tienen un interés importante en humanizar sus espacios. Las que ya trabajan por ambientes ahora están en una fase de mejorar toda su propuesta pedagógica, de revisión, y ahí también colaboro como asesora pedagógica. Me interesa que el planteo no se quede encerrado en las fronteras de una escuela Montessori.
Esa es mi observación de la realidad española, aunque aclaro que no pertenezco a una asociación en particular y no puedo darte un panorama generalizado. Desde la pandemia muchos proyectos han quedados retenidos, no ha habido un boom. De todas formas, no creo que ese crecimiento pase por crear escuelas sino por cómo abrimos esto a todos los que quieran aprenderlo realmente.

-Durante el coloquio posterior a la proyección, ¿qué reflexiones o inquietudes han surgido?
-En la sala éramos mayoría los expertos en Montessori, educadores, formadores, madres y padres. Por eso les pedí que más que hablar de teorías, que ésas ya medianamente las conocemos, quería escuchar las sensaciones. Cuando terminó la película, una gran mayoría quedó en silencio absoluto. Tal y como cuando narras una de las grandes lecciones de educación cósmica y se quedan en silencio: ocurre algo más vinculado a la trascendencia, a la espiritualidad, al por qué de la vida. Se quedaron como en un acto de introspección.
Luego, se habló mucho de los adultos, de la neurodivergencia, del feminismo, de la maternidad, de las violencias que siguen viviendo muchas mujeres hoy día. Y que no tienen respuestas concretas no sólo en el sistema educativo, tampoco en las familias o en los educadores.
A mí me quedaron resonando frases como: «Es el momento de liberar a los niños mediante la educación científica». Otra, bien bonita: «La nueva pedagogía debe reconocer el arte sublime de las maternidades».

Mirá el tráiler de la película:

Mirá el reel de Facebook con la participación de Bet en el preestreno: https://www.facebook.com/reel/810588594298738

Contacto con Betzabé Lillo Orellana: Correo: betlillo.com@gmail.com Podcast Montessori Social: https://open.spotify.com/show/45QCvV0L56A905mhKrJEkH. Instagram: https://www.instagram.com/bet_lillo_orellana/

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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