Las escuelas libertarias existen: ¿Javier Milei las conocerá?

En Argentina, el economista y presidente electo Javier Milei se declara liberal «libertario». Pocos saben realmente qué significa esta última palabra, acuñada por el anarquismo y aplicada también a las prácticas pedagógicas en algunas pocas escuelas, centradas en la auto-organización y libres de la influencia de lo que consideran dogmas, como el Estado o la Iglesia. La limpieza de las calles que vimos después de la celebración de sus partidarios es, por ejemplo, una práctica diaria en una escuela libertaria. 

La promesa de campaña de «libertad de contenidos, métodos y proveedores» es poco realista, porque la política educativa se decide en cada provincia y, a lo sumo, por consenso en el Comcejo Federal de Educación. En la plataforma electoral del partido ganador no se mencionan escuelas «libertarias» tampoco. Pero veamos de qué van. 

Desde 1978, educación libertaria en Mérida

«Nosotr@s entendemos como pedagogía libertaria cambiar el mundo desde abajo, desde la infancia. No creemos ni participamos en la enseñanza oficial, sea esta pública o privada, y negamos rotundamente que sea la única posible. Frente a ella oponemos la escuela autogestionaria, libre, basada en el principio de la libertad responsable y solidaridad entre iguales«. Así se define Paideia, una de las escuelas libertarias más reconocidas y duraderas en el tiempo localizada en Mérida, España.

«La libertad no es algo que se le da a nadie, sino una capacidad que tiene el ser humano para su propia realización. Que ha de ir conquistando a lo largo de su tiempo respetando la libertad de otras personas, defendiendo la igualdad, la justicia, la solidaridad, buscando lo que es fundamental en toda persona: su identidad, su libertad y su felicidad», afirmó su fundadora, Josefa «Pepa» Martin Luengo.

En el siglo XX surgen diferentes corrientes educativas que tienen un elemento en común: hacer de la libertad el eje central de sus reflexiones teóricas y de su praxis institucional. Consideran que la finalidad básica de la educación es el ejercicio responsable y consciente de la libertad individual y colectiva, lo que supone la desaparición de las estructuras de poder existentes dentro de la institución escolar y su sustitución por nuevos modelos de relación y de organización. Todas estas experiencias conocen diversas denominaciones: pedagogía libertaria, pedagogía autogestionaria, movimiento de escuelas libres, escuelas alternativas. También se les denomina como “movimientos de renovación pedagógica” al intentar reformar aspectos de la Escuela Nueva que seguían pautas tradicionales (fuente).

«Cuando hay una dictadura parece que el enemigo está claro. El problema es que luego viene la democracia y parece que significa la panacea de todos los males y hemos llegado a lo mejor en la escuela que ahora nos ofrecen. Parece que tenemos libertad de expresión y podemos hacer cosas. Entonces allí hay un engaño en el cual entra la gente progresivamente, abandonando principios ideológicos de base y transformándose en lo que es más fácil, que es cambiar los métodos y las formas, y poco a poco adaptándose a lo que se le demanda desde la estructura estatal y social. Acaba convirtiéndose en una escuela muy pareja a lo que existía, pero de formas diferentes: ahora no es ya tan brutal, tan físicamente agresiva o represora, de tal manera que la respuesta la tenemos en la calle, y los centros escolares generan más conflictos y menos capacidad de diálogo y comprensión. […] Además, se ha creado el Estado tutelar, donde la juventud no cree que puede generar formas de vida por sí misma», actualiza Pepa en un video sobre los principios de la escuela (ver más abajo).

En una entrevista otorgada a Rojo y Negro, el periodista pregunta:

-Actualmente en los institutos de secundaria observamos que los y las adolescentes han de lidiar con multitud de conflictos, algunos propios de la edad y otros surgidos en la época que les ha tocado vivir, como el ciberacoso, el bullying, la presión por ser y tener una vida perfecta tal como los y las instagramers, las autolesiones y las ideas suicidas. Si bien podrían existir hace veinte años, quizás con matices diferentes, parece que ahora somos más conscientes, incluso hoy en día se cuenta con profesionales que están a su disposición como son los profesionales del departamento de orientación, pero no se da abasto. ¿Qué pensáis sobre esto?

-Los niños y niñas que están en Paideia no están en una burbuja y, por tanto, son productos también del tiempo que les ha tocado vivir, tienen los mismos problemas que l@s de su edad, pero con una diferencia: el ambiente de libertad es ciertamente terapéutico y toda la presión a la que están sometidas y sometidos en estas edades se minimiza en cuanto no tienen además la presión de la competitividad y la nota, la baja autoestima y la presión familiar por un futuro incierto del que quieren “liberarl@s” cargándol@s con actividades extraescolares. Esa angustia, a veces, tiene que salir por algún sitio y no siempre la saben gestionar. En Paideia, ese momento o se retrasa o no les llega, y cuando se les puede presentar, porque se van al instituto, están más madur@s y preparad@s para afrontarlos.

La escuela anarquista de Canadá

Es el resultado del encuentro de personas con ideas anarquistas que se instalaron en el Kensington Market, un barrio multicultural de clase trabajadora en el centro de Toronto. Seguían los pasos del educador catalán Francisco Ferrer i Guardia, y sus cursos enfatizaban la capacidad de la gente para definir el rumbo social empezando por los entornos locales donde vivían, trabajaban y aprendían. También se inspiraban en las ideas del anarquista norteamericano Paul Goodman, que proponía que las escuelas libres no solo se valieran de maestros certificados sino también de recursos del barrio como educadores: el farmacéutico, el comerciante o el obrero, por ejemplo. Ferrer i Guardia también inspiró escuelas libres en Nueva York, Francia (Ecole Vitruve) e Inglaterra (Summerhill).

Anarquismo, arte y educación en Londres

Este año se realizó en la galería Gasworks de Londres una exhibición donde la artista y pedagoga de origen italo libanés, Adelita Husni-Bey mostró cómo las escuelas libres actuales se pueden beneficiar del legado de la educación anarquista.

«Cuando hay una disputa o alguien está mal, instantáneamente se detienen y votan. No es que dejan estar sus peleas, sino que tienen una mentalidad d resolución de conflictos constante con la que crecen equipados», dijo en una nota para The Guardian Teachers Blog. También explicó que en las escuelas libres los docentes tienen un abordaje mucho más personal del aprendizaje, liberados de la burocracia estatal. Aunque admitió que a algunos estudiantes puede costarles luego integrarse a una sociedad más individualista que la escuela donde crecieron, creen que su capacidad para la toma de decisiones puede favorecer el altruismo. «Los estudiantes tienen una capacidad de entender la educación en términos más amplios, porque tienen que lavar, limpiar, cocinar y cuidar a sus compañeros; están más entrenados para la vida. Y hacen asambleas para resolver sus problemas colectivamente. Es mucho más que aprobar exámenes».

Contacto con la escuela Paideia: https://www.paideiaescuelalibre.org/

Mirá este video con el testimonio de la fundadora de la escuela Libre Paideia más estudiantes y padres:

Leé otra nota de AlterEdu sobre educación y anarquismo acá: https://alteredu.com.ar/convocan-al-primer-congreso-internacional-de-docencias-anarquistas/

Descargá el libro «El autoaprendizaje en la educación anarquista»: https://www.scribd.com/document/386911263/El-Autoaprendizaje-en-La-Educacion-Anarquista-Jorge-Enkis

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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1 Respuesta

  1. Ezequiel García dice:

    Me resultó muy interesante, refrescante y esperanzador el hecho de que exista una escuela de este tipo, donde se alimenten valores como la solidaridad, la libertad responsable, el altruismo, la cooperación en vez de la competencia, el hecho de no hacer de los premios y los castigos el eje sobre el que giren las enseñanzas sino más bien la toma de conciencia sobre la importancia de educarse, de formarse para enfrentar los desafíos que vendrán, la creatividad y la colaboración. Ciertamente esos valores no existen en las escuelas formales, todo lo contrario, y lo digo con conocimiento ya que mi hija de 14 años , está cursando el 1er año de secundaria y es alarmante el bajo nivel escolar, los profesores suelen faltar muy a menudo, los estudiantes en general no tienen ninguna motivación para querer aprender, en los recreos imperan las burbujas individuales en donde los adolescentes se sumergen, donde el bullyng es moneda corriente, bueno, en fin, no me quiero extender tanto. Con la madre de mi hija y con mi hiia por supuesto, tomamos la decisión firme de que el año que viene, 2024 , vamos a optar por la desescolarización y emprender juntos este gran desafío de la educación en la casa, estamos dando los primeros pasos, informándonos acerca de este revolucionario enfoque. Muchas gracias