La mujer que pasea a Montessori por Sudamérica a bordo de su casa rodante

Es lógico que Céline Hameury tenga un corazón trotamundos: nació en Francia, estudió para guía Montessori en Irlanda y vive en España. Yo la conocí en 2014 en uno de los cursos intensivos que dio en el conurbano de Buenos Aires. Junto con otras madres y educadoras de nuestro proyecto Tierra Fértil nos capacitábamos echando mano a lo poco que había disponible en materia de alternativas educativas para mayores de 6 años. Después de varios años de ir y venir, hace unos meses emprendió un viaje en su propio vehículo con el objetivo de conocer nuestros países en clave más intimista.

Por algún motivo el método Montessori tiene 120 años y hay escuelas por todo el mundo, pero en Argentina empezó a hacerse más conocido recién hace 10 años. El periplo de Céline para difundirlo se cuenta en este sitio, pero aproveché y le hice algunas preguntas mientras está en Puerto Madryn, donde además de sus cursos acaba de organizar una conferencia espontánea a beneficio de la recuperación de los incendios en El Doradillo.

-¿Por qué decidiste salir de Europa y dar a conocer la filosofía Montessori en un motorhome? 

-Hace ya varios años que viajo y comparto mi amor por la educación y la vida entre Europa y América viajando en transporte público. Ahora quise probar vivir y encontrarme con los pueblos pequeños de América para poder llegar realmente a todo el público, conocer las raíces profundas del continente. Por eso me lancé a la aventura y vine con mi casa con ruedas a «vivir la vida en el presente».  

-¿Hay un recorrido trazado, un plazo límite de viaje? ¿O lo vas armando a medida que te piden cursos o charlas?

-Hasta ahora me dejo llevar por el viento… Pero en marzo la idea es poner mi casita de vuelta en el barco para retornar a Europa. Seguiré viniendo a América, pero de nuevo con transporte público.

-¿Qué has descubierto de Argentina y Uruguay hasta ahora, en materia educativa pero también en clave humana?

-Somos todos iguales, seres de luz. Dispuestos a ayudar, a mejorar, a cambiar, a intentar ser mejores personas. Nunca tuve problemas. Siempre encontré amor en mi camino. La educación es la misma en todas partes, con los mismos miedos, pero también las mismas ganas de cambiar.  

-¿Qué tipo de cursos ofrecés, cómo es la estructura y duración?

-Ofrezco cursos de 26 horas de duración que permiten tener una visión global del método Montessori, sus materiales y su filosofía, así como también herramientas concretas y prácticas de cómo implementar dicho método en la vida cotidiana y las aulas. Además, ofrezco conferencias, coloquios, charlas. Me adapto a las necesidades de cada cual. Todo lo que ofrezco está abierto a todo tipo de público, no se necesita ningún conocimiento previo. Y son siempre didácticos y divertidos porque el aprendizaje tanto para los niños/niñas como para los mayores debe siempre ser alegre y pasar por las emociones. De hecho, me encanta cuando vienen personas que no son ni padres ni tienen nada que ver con la educación, solamente «curiosos». Salen igual de encantados que los demás, porque se trata de primero sanar tu niño interior antes de poder entender y poder empatizar con los demás. Alrededor de 6000 personas ya participaron en mis formaciones en el mundo. Amo lo que hago, sólo espero poder difundirlo muchos años más. 

-¿Creés que la mirada Montessori puede cambiar la forma en que los adultos ven a los niños en su aprendizaje, incluso aunque el método no se pueda aplicar completamente en escuelas argentinas?

-Siento en mi alma que Montessori puede ayudar el mundo. En las escuelas argentinas, como en todas las escuelas del mundo, estoy convencida por experiencia propia que Montessori se puede llevar a cabo al 100%. Pero aún no siendo así, siempre lo que se logra es maravilloso, aunque sea un poco. Para hacer el nido, el pájaro necesita ir de ramita en ramita, sin prisas, y así es también en la educación.  

¿Creés que un ambiente debe ser 100% montessoriano para funcionar? ¿Qué ocurre en nuestro países, donde todavía la formación es cara, no la hay para Taller (nivel primario) y los materiales son aún costosos?

-Me parece haber respondido en la pregunta previa… Cada vez se ven más proyectos educativos en Argentina que llevan el método a cabo, tanto en las escuelas privadas como públicas. Así que el cambio está ya en marcha. La rueda está girando.  

-¿Aplicás Montessori en tu casa, en tu vida, con tu hijo?

-Montessori es una filosofía de vida, respetarse a uno mismo, autorregularse, amar la vida… Así que la respuesta es que sí, vivo Montessori en mi día a día, es parte integral de mi vida. Observar antes de actuar, ser auto-crítica, ser antes de hacer.

-¿Qué tipo de vehículo es tu motorhome? ¿Cómo conseguís el soporte mecánico, te ha dado dificultades? ¿Encontrás en Argentina lugares amistosos y con facilidades para estacionarlo?

-Mi Motorhome es un Ford Transit 2009. Es una belleza de casita pequeña sobre ruedas en siete metros. Y efectivamente me pasaron varias aventuras, pero siempre tuve «ángeles» para ayudarme con lo necesario. Recuerdo que el día de mi cumpleaños se me bloqueó el lector de CD de mi casa. Me fui a la Ford de San Rafael en Mendoza y fueron maravillosos conmigo. Me atendieron muy bien, rápidamente, y me regalaron la reparación y ¡una rosa! Cuando das, recibes. Ahora me toca cambiar mis discos de freno y será un gasto muy grande, que espero poder pagar con mis próximos cursos en Bahía Blanca y Mar del Plata. Y en Argentina, como en Uruguay, aparqué sobre todo en casa de amistades, así que sinceramente no tuve problema.  

Pueden conocer más a Céline a través de su participación en dos documentales españoles sobre alternativas en educación «Enséñame pero bonito» y «Educación a la carta (la revolución pendiente)«.

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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