Jóvenes y niñxs, cada vez más protagonistas del Encuentro Plural de Educaciones Posibles (5)

Si hay algo que caracteriza a esta gran convención educativa argentina que es el EPEP, es que está siempre abierta a todas las generaciones. Es una forma de ser coherentes con lo que se propone la mayoría de las escuelas y proyectos educativos transformadores: que los más chicos puedan tener voz y voto en su educación. Con el transcurso de los distintos EPEP y alentados siempre por los organizadores, ellos y ellas se van animando a organizar y convocar a sus propias charlas y talleres. La enseñanza no es potestad exclusiva de los adultos. Nos toca propiciar el espacio y el tiempo para que eso pueda ocurrir.

En esta nota te cuento algunas de sus iniciativas durante el encuentro de noviembre pasado en la provincia de San Luis.

Lucas organizó un taller de animación:

Teo, un taller sobre instrumentos musicales:

Pedro, uno sobre dibujo de dragones:

Facundo y Vito contaron cómo es pasar de la educación «alternativa» a la escuela secundaria «convencional»:

Chicos y chicas de Ayni y Proyecto C (Buenos Aires), contaron cómo viven en sus espacios educativos:

También se auto-organizaron, jugaron, hicieron amigos y disfrutaron de la naturaleza.

Imágenes: Dolores Bulit / Comunidad EPEP

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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