Abrieron una escuela gratuita con enfoque STEAM, alimentación saludable y reciclaje en el conurbano:»Ojalá que sirva para empezar a hacer ruido»

El municipio de Vicente López, en el conurbano norte de la provincia de Buenos Aires, lo hizo de nuevo: a pocos años de la «montessorización» de dos de sus jardines, acaba de estrenar una escuela primaria que promete reconocerle a los niños su ADN curioso e investigador a través del enfoque STEAM (la sigla en inglés para Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemática). Se trata de la escuela primaria municipal «Emma Pérez Ferreira», en Roque Sáenz Peña 691, Olivos.

Poco se habla de las escuelas municipales dentro de la gestión pública de la educación. Es que son, valga la redundancia, pocas. «En realidad, históricamente son muy tempranas. Las primeras eran de los cabildos, así que eran municipales de alguna manera. Hasta la independencia se llamaban «escuelas del rey», y después, «escuelas de la patria». Sarmiento cuenta que iba a una en su libro «Recuerdos de provincia», me confirma Raúl Guevara, maestro y profesor de la UNLZ especialista en historia de la educación argentina. 

La gestión de la nueva escuela municipal «Emma Pérez Ferreira»

El municipio maneja 16 jardines maternales, 10 de infantes, dos primarias -ahora-, dos secundarias, un centro de formación profesional y un centro universitario. Que, por normativa, están bajo la órbita de la DIEGEP, que regula la educación privada, pero se rigen con una ordenanza municipal propia, la número 4676/82, edificada sobre el reglamento general de la dirección provincial de escuelas y el estatuto docente.
«Siempre se apostó fuerte a la educación buscando la mejora continua y profesionalización de los docentes, además de que los acompañamos con un plus salarial del 30% y el 40% a lo que paga la provincia. Trabajamos la innovación educativa, aunque suene trillado ahora. El equipo de la secretaría de Educación y Empleo es inquieto y curioso. Ya teníamos una escuela primaria en Florida Oeste, la Manuel Dorrego, y había un pedido fuerte de los vecinos para dar mayor continuidad entre los jardines y la secundaria (el Paula Albarracín y la escuela especial). Decidimos hacerlo en una zona geográfica diferente, la zona Este, y que como teníamos la oportunidad de arrancar de cero, quisimos que fuera un proyecto transformador. Usamos y adaptamos el edificio de una escuela privada secundaria que se mudó, el San Andrés, con quienes firmamos un comodato por 20 años», me explicó María Belén Rey, Directora General de Educación del municipio, en la visita que hice a la escuela en abril pasado.
«La escuela ya está tramitando la subvención de los cargos curriculares por parte de la provincia. Por nuestra cuenta corren, además, otros programas de la Dirección de Educación Complementaria que también están disponibles para las demás escuelas municipales y provinciales: yoga, ajedrez, tecnología, inglés desde primer grado. año (en vez de cuarto, que es lo que dispone la provincia). Para infraestructura existe el Fondo Educativo, pero no alcanza. El municipio invierte lo que falta y en equipamiento. Tenemos 30 Chromebooks, robot, cosas que facilitan el trabajo, desde lo edilicio a los materiales. Hay un supervisor de mantenimiento y una supervisora administrativa de recursos in situ para facilitar los recursos porque estamos en un sistema muy burocrático que tiene sus tiempos. Para poner en valor el edificio y pensar el proyecto pedagógico trabajamos con la consultora ANDAMIA y la arquitecta Andrea Amster. No queríamos una escuela para la foto sino que tuviera un sentido y un uso real. En el subsuelo hay una cancha profesional de básquet y nos queda pendiente la licitación pública para construir una cocina y comedor en la terraza».

El proyecto Institucional

La propuesta de esta escuela bautizada en homenaje a la primera mujer directora de la Comisión Nacional de Energía Atómica es de doble jornada, de 8 a 16 horas, y tiene el espíritu de su proyecto plasmado en un manifiesto de 9 puntos. «Como la normativa exige elegir una modalidad, elegimos la de investigación escolar, que va muy de la mano del enfoque STEAM. Que no es una corriente pedagógica sino un enfoque que guía el trabajo cotidiano. La palabra innovar se ligó mucho a la tecnología, que para nosotros en realidad es una herramienta más. Queremos poner al niño realmente en el centro. Sabemos que está ávido de aprender y que necesita al lado un docente fuerte y preparado que le sirva como guía. Es lo que te pasa también como familia en estos tiempos: ya no va decir que se hace como digo porque yo lo digo, porque hoy somos padres desde otra concepción, no somos amigos pero sí compañeros que van guiando y generando espacios para el diálogo. Acá vemos al niño desde un punto integral. Claro que el objetivo es alfabetizar, pero creemos que hoy no es sólo leer y escribir sino que se necesita una buena alfabetización cultural», afirma la directora de la escuela, Marcela Cecco.
«Acá no dividimos en lo curricular por la mañana y las materias especiales o extracurriculares por la tarde. En el proyecto lo curricular nos atraviesa todo el día, porque si no seguiríamos fragmentando, como suele hacerse: que el cuerpo a la mañana tiene que estar sentado y quieto y a la tarde sí se puede mover. Esto implica que los docentes tengan que hacer un gran trabajo para lograr ser flexibles», remarca.
«En lo personal, para mí, es el nivel de Primaria es el más dañado. Se piensa que los chicos se adaptan, que van absorbiendo todo porque están ávidos, pero nos olvidamos del juego, de preguntarles qué les pasa. Y siempre fue este cuestionamiento el que me hacía dejar este nivel y entrar al Inicial, que no está escolarizado y donde se construye el conocimiento desde otro lado. Como profesional y como mamá también yo quería otra cosa. Y me subí al barco porque este proyecto empezaba de a poco, con pocos alumnos pero también con pocos docentes, para ir creando una cultura a la que luego van a tener que acoplarse los que vayan llegando.
Así como nos planteamos el timbre, sabemos que hay mucho de rico en que los chicos se mezclen más allá de los grados, así que promovemos que haya momentos de compartir. A propósito quisimos que estuvieran al mismo tiempo las profesoras de arte y generar juntas ideas. A veces trabajan las dos con los 60 chicos, o se meten en clase de música, se mezclan. Los dos profesores de educación física también están en paralelo con esta intención de trabajar juntos y generar opciones, para el que quiere fútbol y el que prefiere gimnasia».
Multitarea
«Para desestructurar los espacios de aprendizaje estamos trabajando una modalidad de estaciones que se arman en los pasillos, lo que en jardín de infantes se denomina multitarea. Ahí está involucrada hasta la preceptora como ejecutora de algunas. Las pensamos para obtener un contenido que queremos desarrollar: hacemos estaciones con ese tema y los chicos van a la que quieren. Otras veces queremos que determinados niños logren algo, entonces esa vez los acompañamos a una estación en particular. Solemos profundizar lengua y matemáticas profundizamos, porque las ciencias ya tienen mucha carga con las horas EPA.
Tenemos una planificación bastante flexible. Nos manejamos con tres proyectos anuales, con secuencias didácticas que responden a la normativa provincial. A principio de año generamos un calendario mensual, pero si algo no se puede hacer, se suspende. Pero empezamos a ejercitarlo porque cuando seamos la matrícula completa vamos a necesitar esa organización».
Asamblea
Por ejemplo, ahora hacemos las asambleas una vez por semana, mínimo cada quince días, en el espacio que está para eso. Pero queremos que sepan que pueden ocurrir en otro lugar, como el aula, el patio. Para darle forma a la asamblea, usamos un proyecto que llamamos «Soy protagonista», donde eligen dónde ubicarse, les damos un micrófono y cuentan cosas de su vida, desde que nacieron hasta ahora. Han traído ropa, juguetes. Escuchamos su exposición y les podemos hacer preguntas. Hace poco desapareció un juguete y fuimos los 60 juntos a una asamblea para hablar de eso.
También hay un proyecto que empezó estos días y queremos sostener, que dice que nuestros alumnos deberían conocer todos los lugares de Argentina al terminar la primaria».
Evaluación
«Además del boletín, del que no nos podemos escapar, tenemos otras herramientas. Ahora estamos probando una que nos va a arrojar datos más duros, distintos indicadores de atención, percepción, lenguaje, habilidad espacial, etc., que son ejercicios más estructurados pero que sirven para evaluar más integralmente. También los docentes usan la evaluación formativa y una autoevaluación con semáforo. Por ejemplo, la maestra pone objetivos semanales: ¿cuánto escuché esta semana? Y ellos pintan el color de semáforo que creen que se les aplica. Eligen el rojo, incluso: no le escapan a la crítica. Esos son buenos disparadores de temas para asamblea, por ejemplo, donde sin exponer a nadie pensamos, ¿por qué no podemos escuchar? Para que salgan de ellos las razones, las soluciones.
También nos proponemos evaluarnos siempre como docentes y al proceso, ser los primeros críticos. Pero estamos convencidos de que va a funcionar, de que vamos a hacer una diferencia. Ya no hay excusas para decir que no se puede funcionar de esta manera, aunque también tenemos que pensar que probablemente van a entrar en una escuela secundaria o insertarse en una sociedad que todavía sigue teniendo cosas estancas y rígidas».

-¿De qué manera manejan los tiempos y espacios del aprendizaje?

-Si bien tenemos clase y recreo, estamos medio enojados con el timbre, que ya estaba instalado. La idea, ahora que llegaron los parlantes, es poner música, preguntarles qué les gustaría escuchar. O una campana, como las de antes. También empezamos a saludar la bandera tanto adentro como afuera, para no estructurar los espacios. Para aprender se usa todo: las aulas, los pasillos y los sectores especiales, como el aula maker, que tiene cosas de laboratorio, computadoras e instrumentos puntuales. O el espacio de asamblea en el primer piso, donde trabajamos la construcción de la ciudadanía y la vida en democracia. Todo eso anima a aprender de otra manera, a poder expresarse. Hay espacios de lectura y los «huequitos» en las paredes, que se convirtieron en nuestro sello, en cada piso. Espacios que invitan a relajar, a leer, incluso a manejar alguna cuestión emocional.
Tenemos un recreo muy largo después del almuerzo, un espacio de transición. Allí ofrecemos ajedrez y yoga a libre demanda, y el patio se divide para quienes quieran jugar fútbol, con un adulto como mediador, y para quienes quieren hacer otras cosas. No queríamos crear una hora especial a la que sí o sí hubiera que ir.

-¿A la hora de definir el proyecto, miraron algún modelo o escuela para inspirarse?
-Marcela Cecco: Revisamos las propuestas de las escuelas Fontán y la experiencia jesuita en Cataluña. También fuimos a visitar la escuela Puerta Abierta, que está acá en Vicente López, y se inspira en el enfoque Reggio Emilia. Sin embargo, yo no estoy casada con ninguna pedagogía.

El equipo

Marcela Cecco se sumó al proyecto en agosto de 2022, cuando el edificio aún no estaba terminado. Fue maestra en escuelas privadas, pero en sus ultimos años transitó el sistema educativo municipal, donde fue maestra, vicedirectora y directora en los jardines número 8 y 10.
«Me costó abandonar el jardín donde estaba viendo los primeros frutos de un proyecto que empezó en pandemia, pero era muy tentador empezar una escuela de cero, ¿cuántos docentes podemos pasar por esto?», se pregunta.
El resto del equipo docente está formado por dos maestras de grado, una maestra especialista en ciencias naturales más los profesores de Educación Física y Artística, provenientes de distintas escuelas, privadas o públicas, provinciales y municipales.
«El proceso de selección empezó en 2022 con entrevistas en base al listado municipal de ingreso a la docencia que se hace una vez al año. Buscamos que tuvieran espíritu inquieto, flexibilidad en el pensamiento y una mirada integral de la infancia. Queríamos docentes que se preguntaran todo el tiempo a dónde vamos, cómo planifico, cómo propongo, cómo motivo. Sus habilidades blandas nos parecieron fundamentales», detalló Rey.
Además de los profesores de las llamadas materias especiales, hay una preceptora y una psicopedagoga que está todos los días, a la mañana o a la tarde.

Formación y capacitación

-¿Venían estos docentes con alguna formación distinta al magisterio y profesorado?
-Una de las docentes es, además, counsellor. Y Florencia, la tercera docente, con igual carga horaria, está formada en Ciencias y es quien trabaja más a flor de piel generando proyectos junto con las maestras para que esté cien por ciento presente el enfoque STEAM. Puede estar trabajando en el grado, en el espacio maker, en el de asamblea. No es una pareja pedagógica. Hasta los profesores de educación física trabajan con ella e intentan buscar cosas que vayan de la mano con generar determinadas habilidades para los objetivos que nos proponemos en las actividades.
La asesoría STEAM es de Carlo Noseda para las horas EPA. En febrero los docentes hicieron la primera capacitación en el enfoque con el equipo STEAM TED de la Secretaría de Educación y Empleo del municipio, más capacitadores independientes externos y empresas como Ticmas o Matific. Además, una de las maestras y la secretaria de la escuela, están haciendo un programa municipal anual de líderes educativos, que ayuda a romper ciertos esquemas muy establecidos, con profesores invitados para hablar de distintos temas. También hacen la certificación Google y una profundización del enfoque STEAM de la Universidad de Chicago.
Creo que este primer año es esencial capacitarnos porque es lo que va a contagiar al resto a medida que se amplíe el equipo. Esto se avisó en las entrevistas y los docentes debían estar bien predispuestos. Algunas se hacen fuera del horario laboral y otras intentamos hacerlas dentro, como en el bloque de dos horas de Educación Física.

También nos vamos formando en el día a día cuando ponemos constantemente en duda las estructuras dadas. Hasta lo más básico: ¿vamos a pedir cuaderno de determinados colores o forrado como le guste? ¿Por qué no carpeta? Confío en que la maestras están super ávidas de cuestionar. Si sentimos que no están aprendiendo como esperamos, ¿nos preguntamos qué usamos para evaluar? Y, por otro lado, entender que esto no es un pelotero, sigue siendo una escuela, y necesitamos marcos y estructura.
El otro día entré a una de las aulas y una de las maestras me contaba que muchos usaban una hoja entera para escribir un título, enorme. No pasa nada, hay que darles tiempo. Es una transición del dibujo, quizás vengan de jardines donde no copiaban, y no podemos perder de vista la pandemia, el contexto. A fines de marzo surgió de las propias maestras y profes especiales juntarnos un sábado para hablar de estas cosas y ver cómo seguimos. En esa primera reunión pudieron poner en palabras cómo se sienten. Estamos contentas porque la comunicación, el asesoramiento y la evaluación muchas veces son la pata más floja en los proyectos educativos.

AlterEdu entrevistó a Marcela Cecco y María Belén Rey

Escuela de familias

Rey se ocupa de destacar la confianza de las familias, que se anotaron a un proyecto incipiente donde aún no había nada.
Si bien son parte de la comunidad educativa, mencionadas incluso en todas las normativas, a esta escuela le interesa especialmente el buen diálogo, ocuparse de acompañarlas y que comprendan el proyecto institucional. Para eso pusieron en marcha la Escuela de familias.
«Queremos convocar a las familias para ayudarlas a acompañar a sus hijos en su vida escolar. Vengo notando que lo necesitan, no porque tenemos la verdad, sino porque venimos de una educación basada en la disciplina y sabemos que queremos construir algo nuevo juntos. La primera reunión estuvo dedicada a hablar de nutrición y explicar las razones del menú saludable. Nos pasó que algunos no comían, y los padres intentaban mandarles otra cosa o sacarlos a la hora de almorzar. Les contamos en ese primer encuentro que la comida es un momento más dentro de la escuela, una rutina donde hay aprendizaje. Pusimos en palabras todo para que comprendieran nuestra mirada, porque como el proyecto contempla la flexibilidad, tuvimos que explicarles que lo permeable viene por otro lado. Revisamos nuestra comunicación también y lo que pasó es que una vez que todos entendieron, ahora todos comen. Además del almuerzo, les damos tres colaciones que incluyen frutas distintas todos los días, cereales y galletitas, así que siempre tienen opciones. Además, del municipio van a traer dos talleres que se ofrecen en todas las escuelas: un taller lúdico de alimentación saludable y uno de cocina en la segunda mitad del año. Ya estamos trabajando el segundo encuentro, pensado con el equipo de orientación. Lo ideal para nosotros sería poder hacerlo cada dos meses. Quizás, virtual, porque aprendimos con la pandemia que así pueden estar presentes más cantidad de madres y padres. No tenemos una receta, pero sí vamos a ir hablando de comunicación asertiva, de los datos evolutivos, aprovechando los especialistas de la Municipalidad, para poder acompañar mejor a los chicos», relata Cecco.
Aunque la escuela es totalmente gratuita, se fomenta la creación de Clubes de familias, una figura municipal distinta a la cooperadora pero con propósito similar: «estrechar los vínculos de unión entre hogar, escuela y comunidad acompañando las actividades y colaborando con las necesidades de los establecimientos» (se puede leer el reglamento acá: https://mvl.edu.ar/club-de-padres/).

Un sector específico para la asamblea escolar

¿Quiénes pueden inscribirse en la escuela Emma Ferreira?

La inscripción para 2024 comenzará en septiembre de 2023 con los hermanos de los primeros ingresantes y continuará con los nuevos, hasta llenar 60 vacantes para los dos cursos del grado. Al llenar la ficha de inscripción (ver la web al final de esta nota), el sistema asigna un puntaje pensado para asegurar la heterogeneidad y la equidad de la matrícula. Algunos requisitos son vivir en un radio cercano (30/25 cuadras); provenir de jardines municipales, provinciales o privados.
«Quisimos que la procedencia de los estudiantes fuera diversa, tanto de instituciones estatales como privadas, porque creemos que de ahí vendrá la riqueza de este proyecto. Porque lamentablemente suele suceder que las de gestión estatal gratuita se atribuyen a quien no puede acceder a una privada. También quisimos agradecer a quienes eligen la escuela pública y nuestros jardines por el voto de confianza. Finalmente, asignamos también prioridad a quienes provienen de hogares monomarentales. De todas formas, en todos los niveles hay una sobredemanda y no tenemos las vacantes que necesitaríamos, pero estamos tranquilos de que se hizo una selección transparente», explicó Rey.

-¿Van a mandar tarea a casa en esta escuela?
-No por el momento. Y si lo hacemos, no será en el marco de la clásica tarea para el hogar de responder cuestionarios de veinticinco preguntas. Quizás sí necesitemos generar algún proyecto que continúe en casa, probablemente para los más grandes. Y en ese caso, se tratará de que ellos vayan a investigar o buscar algo al afuera.

-¿Por qué usan uniforme?
-Marcela Cecco: Yo lo llamo vestimenta escolar. A mí me gusta por varias razones: neutraliza las diferencias, facilita el tema de la ropa a las familias, nos permite identificarlos mejor para cuidarlos cuando salimos. Elegimos algo azul y gris que se puede comprar en cualquier lado.

-¿Creen que la continuidad política ayuda al desarrollo de propuestas como ésta o los jardines Montessori? ¿Proyectan hacer más escuelas así?

-María Belén Rey: Vamos paso a paso, por ahora no hay planes de otra primaria. Queremos que primero funcione esto, aunque siempre hay ideas y proyectos dando vueltas. Si bien los vecinos eligen, queremos poder darles esta impronta a nuestras escuelas municipales.
-Marcela Cecco: Creo que ya estamos haciendo ruido, y eso es importante. Si bien la escuela siempre está atravesada por la política, también es cierto que las familias están preocupadas por la educación de sus hijos, y es momento de decir que sí, que tenemos que cambiar las cosas. Eso no significa que hay que desterrar todo lo otro, que quizás estuvo bien para su época. Pero hay que hacer lecturas reales de los contextos, las infancias de hoy, las diferencias sociales. Ojalá esta escuela sirva para que a algunos docentes les empiece a hacer ruido. Quizás, lo vamos a empezar a ver en unos años. Ni siquiera como ejemplo: se los ofrecemos y tómenlo para ver qué se siente. En una primera instancia pueden creer que esto da más trabajo, pero es todo lo contrario, porque hoy el trabajo emocional es la base. Los chicos no tienen por qué estar saltando y riendo todo el día, también pueden necesitar estar tristes o enojados. Creo que el gran objetivo de esta escuela es generar resonancia para el cambio. El nivel inicial tiene herramientas para esto, la primaria en general no.

¿Qué es el enfoque STEAM (del inglés ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas)?
La educación STEAM busca desarrollar el interés por la ciencia y la tecnología, resolviendo problemas reales, estimulando la indagación, la creatividad y la innovación en los alumnos de todos los niveles para que puedan formar el pensamiento crítico como herramienta para la vida.
• Aprender haciendo
• Trabajo colaborativo – no individual
• Trabajo multidisciplinario – no por disciplinas individuales
• Uso de las TIC
La Municipalidad de Vicente López cuenta con un equipo de educación STEAM que acompaña a las escuelas a:
. Recuperar el placer por aprender
. Hacer registro de lo hecho
. Preguntar qué, cómo, cuándo y dónde en lugar de buscar los por qué, para abrir la exploración de los alumnos
. Realizar proyectos, actividades lúdicas, construcción de objetos, exploración y experimentación como estrategias para resolver problemas científico-tecnológicos
. Fomentar el ensayo y error, fortaleciendo la autoestima al felicitar el intento
. Entender qué y cómo se aprendió
. La evaluación como instrumento de uso permanente para reflexionar sobre la práctica docente y los aprendizajes de los estudiantes
. Aprendizaje basado en problemas, proyectos e indagación

Más información sobre la escuela «Emma Pérez Ferreira»: nuevaescuelaprimaria@mvl.edu.arhttps://mvl.edu.ar/establecimientos/primaria-emma-perez-ferreira/

Más información sobre la oferta educativa municipal en Vicente López: https://mvl.edu.ar/
https://andamia.com.ar/

Más historia sobre las escuelas municipales en Argentina

«Cuando se crean los sistemas educativos, el primero con una estructura y normas es el de la provincia de Buenos Aires en 1875, nueve años antes de la ley de Educación 1420. Ahí, las escuelas que ya existían pasan a depender de la provincia, incluso las particulares, si definimos a la Iglesia como un privado. Y es en Mar del Plata donde se da el gran fenómeno de las escuelas municipales, porque en el resto del territorio hay muy pocas. El gobierno de Manuel Fresco, de corte socialista, quiso hacer sus propias escuelas. Aunque el Estado se lo permite, sucede que después los certificados de estudio que emitían no servían. Hasta los años ´50, cuando las reconocen, pero obligándolas a inscribirse en la dirección de enseñanza no oficial. Cosa que aceptan, porque de esa manera la municipalidad puede pedir subsidios para pagar los salarios, como lo hacían las instituciones de la iglesia católica. Ese es el motivo por el cual esas escuelas se mantienen dentro de la órbita de las direcciones de enseñanza privada hasta hoy», explica. «Lo usual es que las escuelas municipales en el país sean escuelas vinculadas a las artes, a las que los Estados no le dedican tanto. En la ciudad de Buenos Aires también hubo escuelas municipales conviviendo con las nacionales hasta que se convirtió en ciudad autónoma, ahí sí, con todos los recursos provinciales como si fueran del Estado», recuerda Raúl Guevara.

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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