13 razones para desescolarizar

 

Mi hijo tiene 11 años y nunca fue a la escuela primaria.

Me desafié a mí misma a hacer un recuento de 13 motivos por los cuales elegí no escolarizarlo en esta etapa de su vida. Algunas de las ventajas las elegí y otras las fuimos descubriendo en el camino. No las enumero por prioridad sino a medida que las voy recordando. Todas y cada una hacen que nos maravillemos cada día con esta revelación que tuvimos como padres de que el aprendizaje ocurre más allá de la escuela.

#1 El calendario escolar no determina nuestros viajes y paseos

El año pasado nos vinimos a visitar a mi hermana y sobrinos a Michigan (EE.UU) durante un mes, y este año estamos haciendo lo mismo. La ventaja parece obvia: no estamos sujetos a las temporadas altas de tarifas, no tenemos límite de tiempo porque nadie cuenta las faltas y podemos adaptarnos a las vacaciones de otro hemisferio.

Para nosotros esta libertad es esencial porque nos ha permitido aprovechar muchas oportunidades de viaje que, con la escuela y sus 25 faltas anuales, no hubiéramos podido. Salimos todos beneficiados: podemos pasar tiempo con nuestra familia que vive lejos, aprendemos historia, geografía y biología in situ, ampliamos el paladar, el oído y el olfato.

Uno de nuestros primeros proyectos de pareja fue viajar juntos, y ya éramos viajeros empedernidos antes de conocernos. Para ambos ocupa de los mejores capítulos de nuestras vidas. Aprendimos por qué es bueno hablar otros idiomas, a relacionarnos y sobrevivir en culturas diversas, a cocinar diferente. Y sobre todo ganamos una forma de enfocar las situaciones que no nos ata a un deber ser, porque vimos con nuestros propios ojos que eso tiene un significado bien diferente en cada lugar.

Gracias a nuestro calendario libre de trimestres, asistencias y exámenes, Vito ya viajó a Jujuy, Salta, Chaco, Mendoza, Entre Ríos, Misiones, Brasil, Uruguay y Estados Unidos. Además, podemos visitar museos o parques del barrio o la ciudad en los momentos menos transitados.

El impacto de la escuela en la forma en que la gente gasta su tiempo libre es enorme. Tanto que decide tarifas, tanto que colapsa destinos turísticos, rutas terrestres y aéreas. Tanto, que algunos países van adoptando los feriados puente para repartir en períodos menos comprimidos las vacaciones.

 

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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6 Respuetas

  1. Juan dice:

    Hola. No vemos las otras 12 razones. Ya están publicadas? Saludos

  2. marina dice:

    hola. solo pude leer la razon numero 1 del articulo y m e re quede con ganas de leer el resto que no pude!!!!! me lo eniarias completo porfa? gracias

  3. Haydée dice:

    Es muy grato seguir la experiencia vivida con Vito y y compartida en tu espacio con otros. Lamento no haber podido transitar por desconocimiento estos caminos como madre, pero si como abuela y ellos son ejemplo de que la escuela formal no es la única opción.Espero tu próximo relato..

  1. 18 de enero de 2021

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