Una escuela transfronteriza e itinerante para transformar la tensión entre República Dominicana y Haití

Los fundadores de «Nuestra Escuela» en Puerto Rico fueron convocados para crear una escuela que atienda estudiantes tanto de Haití como República Dominicana, que viven bajo tensión histórica. Justo Méndez Aramburu no se acobarda, está acostumbrado al desafío. Fundó «Nuestra escuela» tras la pérdida de su hija, luego un partido para lograr la soberanía nacional y ahora, cuando se retiraba del trajín diario para escribir el libro de esa experiencia, asumió esta nueva responsabilidad.

La “Escuela Itinerante Transfronteriza de Formación Crítica» (TRANSFORMA) «no tendrá base fija, será itinerante y no formal, porque establecer una sede podría ser conflictivo y objeto de ataque. Nuestro reto es revertir el racismo generalizado que existe de ambos lados, los prejuicios que se transmiten de generación en generación y que ahora incluso se reflejan en las leyes», me explicó Justo, que integra el comité gestor, en una videollamada. Empezará a funcionar durante 2024, y los facilitadores tendrán experiencia en educación popular.

Una gran parte de la población tiene doble ascendencia dominico-haitiana, y sin embargo se suele calificar despectivamente a los haitianos que, a su vez, son la principal fuerza laboral de sus vecinos. La ausencia de gobierno y las pandillas son otros de los grandes problemas. «Por supuesto que existen personas solidarias, pero lo difícil es hacer la escuela con quienes mantienen los prejuicios, por eso estamos identificando a quienes puedan cambiar su visión. Nos estamos reuniendo para conformar el curriculum y buscando personas que podrían ser más abiertas a cuestionar sus supuestos».

-¿Cuál se imaginan que va a ser el atractivo de los jóvenes para formar parte?
-Por ejemplo, cuestionar la historia que se suele enseñar en las escuelas, que es el colonialismo haitiano porque fue el primer país en conseguir su independencia. Y de otra de las cosas más importantes y sencillas de enseñar es el lucro significativo que obtiene República Dominicana de Haití y la actual situación de ilegalidad de los haitianos, a los que no se les permite regularizarse, aunque su trabajo representa el 12% del ingreso bruto de República Dominicana. Es una ganancia enorme que se consigue porque los haitianos son indocumentados.
Vamos a buscar crear, con los jóvenes, opciones de algún tipo de relación comercial, de economía social, donde se beneficien las personas que entran en ese intercambio de ambos países, porque especialmente en la frontera la pobreza es generalizada. Y otro objetivo de mayor envergadura que tenemos es organizar viajes con estudiantes de la diáspora antillana en Estados Unidos, para que vengan a conocer de primera mano la situación actual.

Un movimiento mayor

Esta iniciativa es parte de una colaboración mayor entre países en diversos frentes que buscan la soberanía y la cancelación de deudas nacionales. «Cuando trabajamos para superar la cultura de la calle a través de la mirada educativa en Nuestra Escuela de Puerto Rico lo que estamos haciendo es ayudar a la comunidad a organizarse para construir la soberanía que siempre se le ha exigido al congreso de Estados Unidos. La capacidad de descolonizar no es del imperio, tiene que venirnos de del interior de nosotros mismos», explica Justo.

Otra de las personas que forman parte del grupo que impulsa esta escuela de formación transfronteriza es Camille Chalmers, docente y economista especialista en el análisis de los procesos de integración y en la formulación de políticas públicas alternativas.

Contacto con Justo Méndez Aramburu: https://www.instagram.com/nuestraescuela/?hl=es

 

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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