Éste es el argumento de una obra muy conocida: un grupo de madres busca un espacio de disfrute y mirada atenta para sus hijos y así poder dedicarse a otras tareas además de maternar, al menos un par de veces por semana. Lo difícil es la puesta en escena, porque ¿dónde existen lugares así? Cuidadosos, flexibles, que no estén ansiosos por enseñar sino que dejen jugar y moverse, lo que mejor saben hacer y necesitan los niños pequeños.
«Un grupo de madres hicimos una prueba piloto de dos meses en una sala de yoga en Villa Bosch que se llama Espacio Semilla. En ese entonces, fuimos equipando el lugar con los materiales que cada familia podía aportar desde sus casas. Fue un surgimiento genuino a partir de sus deseos y necesidades»: poder dedicarle tiempo a otras tareas aparte de maternar, pero con sus hijes recibiendo una mirada atenta, en un ambiente preparado y acorde a sus necesidades», me cuentan las responsables del espacio «Semillita Juego Espontáneo« en Villa Bosch (partido de Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires).
-¿Cómo funciona la propuesta?
-Nuestra mirada está puesta y se sustenta desde el movimiento y juego libre a partir de la teoría de Emmi Pikler y de la Educación viva. Nos convoca sobre todo esta fusión, porque nos permite darle vida a esas teorías que referentes tan importantes nos compartieron y que fueron las que nos trajeron hasta acá. Pero, sin perder de vista las necesidades de les niñes y las familias hoy. Sentimos que nos nutre trabajar de esta manera, en un aprendizaje constante. Priorizamos el trabajo en equipo, el diálogo, los acuerdos y acompañar los procesos genuinamente con cada familia.
La propuesta, desde este 2023, funciona de lunes a viernes durante tres horas de la mañana. Durante el turno tarde hay talleres de juego libre una o dos veces a la semana, para 1 a 4 años. Trabajamos con grupos reducidos de no más de 12 niñes, con una guía cada 6.
Si bien la propuesta central es el juego libre, proponemos actividades relacionadas con el arte, la expresión corporal, la naturaleza, además de los rituales de las estaciones del año que tomamos de la Pedagogía Waldorf.
Hacemos un desayuno, que es un momento para compartir entre pares y sucede de una manera muy orgánica: van reconociendo que es un momento de encuentro donde seleccionar sus alimentos, ofrecerlos y encontrar la calma en medio del juego.
Un hito que consideramos importante y es la base para que les niñes puedan disfrutar del espacio es lo que le llamamos “momento de conquista”, cuando sus referentes los acompañan al inicio. Durante este período buscamos que se vayan apropiando del espacio, reconociendo a sus pares y guías y que poco a poco se vayan tejiendo los vínculos. Cuando observamos que estos aspectos se afianzan es cuando comenzamos a plantear a las familias que se pueden ir retirando. No tenemos un tiempo estipulado, sino que depende de cada situación en particular.
Por la tarde hay talleres donde también sostenemos nuestra mirada hacia las infancias y su desarrollo, para niñes de 4 a 8 años, con propuestas de artes, cerámica, movimiento, yoga, capoeira, reciclado. Allí incorporamos las asambleas, la perspectiva de género, la no competencia, la autonomía, la alimentación saludable como parte indispensable en este tipo de propuestas cuando a partir de sus intereses empiezan a elegir otro tipo de actividades. Como mamás, tías y guías notamos que estos espacios se suelen ir perdiendo a medida que crecen y se insertan en las ofertas habituales. Desde ahí surge el deseo de que estos talleres sean otro eje central de Semillita.
Por último, realizamos encuentros de juego libre para familias que quieran conocer la dinámica o que tienen niñes escolarizados pero buscan seguir nutriendo estos espacios de libertad y de acompañamiento entre mapadres. En esos momentos suelen surgir conversaciones sobre las necesidades de les niñes y también de cada familia, según la etapa que atraviesan sus hijes. Es una parte de la propuesta que nos encanta, porque sentimos que las familias y nosotras también maternamos acompañadas.
-¿Había opciones así en la zona de Villa Bosch?
-Cuando surgió Semillita eran pocos los espacios alternativos en el conurbano y no estaban por la zona. Consideramos que siempre fue un espacio especial desde el inicio, ya que la esencia sigue siendo lo que aquellas madres fundadoras buscaban: un espacio de respeto en tiempos y necesidades, de juego libre, espontáneo.
Hoy notamos que esta mirada se va afianzando en algunos ámbitos, lo cual nos alegra mucho. Lo escuchamos en otras propuestas que comparten algunos lineamientos con nuestra mirada en cuanto al respeto a la infancia. Después de la cuarentena conocimos más familias cercanas que eligen desescolarizar o retrasar el ingreso a la escuela. Pero no conocemos en este barrio, donde nacimos, una propuesta igual para estas edades o para más grandes.
-¿Quiénes componen el equipo hoy y qué formación tienen?
-Soy Camila Pilarche, parte de Semillita desde el 2015, convocada por este grupo de mamás. Soy docente del nivel Inicial formada y tutora de la diplomatura en «Nuevos Paradigmas en Crianza y Desarrollo Infantil» (IUSAM). Me capacité con la Red Pikler de La Matanza y Congreso, de Argentina. Coordino el grupo de puerperio y gestación y soy, además, mamá de León, de 2 años.
Soy Natalia Felice. Cuando Camila comenzó a transitar su embarazo necesitaba que alguien se sume al equipo, así que me sumé a la propuesta como guía y coordinadora junto con ella. Ejercí durante diez años como docente de Educación Especial y me orienté a primera infancia con una diplomatura en «Estimulación y Atención Temprana». Además, me fui capacitando en distintas alternativas para abordar mis acompañamientos desde otras miradas, por ejemplo, la equinoterapia y el yoga para niños. En el año 2020 conocí a «Conjugarte Educación viva» y me formé como guía de Educación Viva en los dos niveles. Y soy mamá de tres: Lichi, Cami y Guille.
Además, ambas llevamos a cabo acompañamientos y talleres destinados a familias, profesionales y cualquier persona que acompañe a niñes en su desarrollo. Este año se sumó una guía más al grupo anual: Florencia Mallea es mamá, profesora de Ciencias Políticas, guía de Educación Viva y Terapeuta Transgeneracional. Más dos madres de Semillita: Rocío del Pilar Bernal (mamá, en formación como guía de educación viva, clown, artesana y apasionada por las artes vivas) y Rocío Mortola (creadora de Circodelika, mamá, artista en movimiento, cirquera y ceramista), que se sumaron a las propuestas de talleres por la tarde.
Vamos creciendo, lo cual nos entusiasma y da mucha energía. Para nosotras es muy nutritivo poder compartir con otras mujeres, madres y profesionales que pulsan una educación distinta a la que nosotras vivimos en la infancia.
-¿Están sus hijos/as en el espacio?
-Hasta el año pasado las dos teníamos a nuestros hijos junto con nosotras. Desde este año el hijo de Nati comenzó a participar de otra propuesta alternativa. Costó la decisión, pero fue un proceso que creía necesario para el bien de la dinámica familiar y laboral. Y León continúa.
-¿Qué buscan las familias que se acercan?
-Sentimos principalmente que buscan retrasar el ingreso a lo institucional, y los tres primeros años se sienten con más libertad para no hacerlo. Generalmente, cuando llegan a los 4 se sienten en la obligación de escolarizar. Creemos que eligen Semillita porque se sienten partícipes y seguros de que el proceso de sus hijes de habitar nuevos espacios sociales va a ser desde el placer y el respeto por los tiempos. Como si fuera una extensión de la crianza en casa, una mirada centrada en cada niñe-familia. También nos dicen sentirse acompañados y comprendidos como mapadres. Desde la alimentación que eligen hasta nuestro acompañamiento y construcción conjunta acerca de cómo ejercer una crianza basada en el respeto sin perder de vista que somos los adultos.
También nos eligen como alternativa a la participación a lo institucional, como un espacio donde seguir nutriendo esa mirada, ya que a veces las condiciones personales de trabajo, horarios u otras necesidades no permiten que las familias puedan sostener esta propuesta y necesitan institucionalizar tempranamente.
-¿Se relacionan con otros proyectos y con la comunidad? ¿De qué forma?
-Es parte de nuestro objetivo comenzar a tejer redes con otros espacios alternativos. Hicimos asesorías con «Conjugarte educación viva» y nos sentimos acompañadas por estas profesionales con las que tenemos la suerte de cohabitar espacios, como Melina Brofman, Inés Lorenzo y Nuria Barreiros. Dos veces al año Inés viene a Semillita a ofrecer sus talleres, que son imperdibles.
Queremos que la comunidad encuentre cerca de su casa un acompañamiento desde la gestación, puerperio y crianza en conjunto con profesionales afines a nuestra mirada. En el transcurso del año abrimos las puertas con propuestas a la gorra o gratuita para compartir nuestro proyecto, con mañanas de juego libre, charlas, etc. Nuestro mayor deseo siempre es que sea un espacio accesible a todes.
Contacto con Semillita en Villa Bosch: Web: https://linktr.ee/camina_libre
Instagram: https://www.instagram.com/semillita_juegoespontaneo/ y https://www.instagram.com/camina__libre/
Amamos Semillita. El acompañamiento amoroso y respetuoso que nos brindaron en cada etapa no tiene precio.