Pasó por Las Grutas el XI Encuentro Plural de Educaciones Posibles (EPEP)

Por primera vez en sus once ediciones, el EPEP se hizo en la región patagónica. Al Camping Golfo Azul de Las Grutas, Río Negro, llegaron cerca de 150 personas provenientes de espacios de aprendizaje, familias y escuelas.

Nada de lo que se ve en un EPEP recuerda a las conferencias sobre educación, donde todo está decidido de antemano y seguramente no podrás meter bocado. De donde salís estimulada pero, a la vez, paralizada: muy lindo todo, pero el lunes a las 8 AM en el aula, ¿cómo le hago?

Por empezar, en los EPEP se hace lo que se predica. Son siempre al aire libre si el tiempo lo permite: a la sombra de los árboles, cara a cara con el territorio donde se vive, se trabaja y se educa. El armado de la agenda se hace entre todos los participantes, incluidos los niños, niñas y jóvenes. La educación integral que buscan las familias y educadores que han tomado un rumbo diferente a la escuela se aplica en este encuentro anual 100% autogestivo.  Se separa y recicla la basura. Muchos llegan con productos para vender y solventar así algo de sus gastos de viaje. Los más chiquitos no son menos y también venden sus producciones. 

Entrevisté a varios de los espacios de aprendizaje para saber qué los había motivado a ir. También les pregunté por qué eligen la mirada educativa que ponen en práctica dentro de sus comunidades y familias.

Monte Blanco – Delta del Tigre, Buenos Aires

«Sentíamos la necesidad de vincularnos con otros espacios afines, resolver problemas, que suelen ser también comunes. Es el primer EPEP al que venimos, el año pasado nos quedamos con las ganas. Fue hermoso, nos venimos con claridades, redes, preguntas y vínculos nuevos. También validamos o reivindicamos un montón de cosas que hacemos, de las que teníamos dudas, y fue darnos cuenta de que sí, aunque sea una construcción permanente. Elegimos estos aprendizajes, que prefiero a la palabra educación, que ya viene con una carga hegemónica, porque queremos crear otro mundo. Y sentimos que es a partir de las bases, de cómo aprendemos, cómo nos vinculamos, cómo nos alimentamos. Estamos en el Delta y el territorio es una pata fuerte de nuestro proyecto, además del acompañamiento emocional, lo vivo y la sexualidad. Y a través de todo eso, se va creando comunidad y van surgiendo muchas otras cosas, como el apoyo mutuo, la solidaridad». 

Contacto: +5491140408164

La Guarida – Arturo Seguí, La Plata, Buenos Aires

«Vinimos a fortalecernos como comunidad de aprendizaje, a nutrirnos, a cargarnos de energía y de cosas nuevas. Para vincularnos, abrir redes, estar con otras comunidades y conocerlas. Elegimos la educación libre porque nos parece que es el camino, el aprender haciendo es un ideal desde hace mucho. Las cosas se aprenden pasándolas por el cuerpo y por el fueguito que te estimula a aprender, y no al revés, obligándolos a aprender algo que consideran otros que es necesario. Por supuesto que nosotros sí priorizamos algunas cosas y las proponemos con más énfasis , pero no obligando. Y también porque queremos que no se pierdan la etapa de jugar, porque no se vuelve para atrás. Lo que no jugás ahí… podés aprender de adulto, pero con esa energía y espontaneidad, no. Darles tiempo de juego es vital».

Contacto: +54 9 2213 64-1711 / https://cafecito.app/laguarida2022

Pakarina – Mallín Ahogado, Chubut

«Mis hijes van a Pakarina. Vine sabiendo que sería un lugar de inspiración, de poder encontrar red, escuchar otros relatos. Vine para ver que somos un montón buscando algo diferente para nuestros hijes y crear otra realidad. Me encantaría volver el año que viene con toda la tribu. No es solo esta educación lo que elijo, es parte de la vida que elijo donde también la edución es parte. Mi madre era educadora y gestora de un espacio de educación alternativa cuando yo era chica, se llamaba «La hoja». Y aunque yo iba a la escuela común, ese espacio es ahora Pakarina, así que es parte de mi historia y mi identidad. Educar de esta forma está dentro dentro de todas las otras elecciones de vida que hacemos, vivimos en una chacra, trabajamos la tierra. 

Soy acompañante en Pakarina. El año pasado hubo un encuentro en la comarca andina convocado por La Ronda, porque nos conocíamos pero no tanto, así que ese fue un momento de inspiración. Ahí me enteré del EPEP de San Luis. Fue hermoso encontrar esta diversidad de espacios y formas. Ese año estaba sola, pero esta vez no, así que pudimos repartirnos entre las distintas rondas. ¿Por qué elegí esta forma de educación? A los veintipico, viajando, me tocó encontrarme con niños que vivían en la calle. En ese momento hacía malabares, y cuando me acercaba a a ellos para jugar, pasaba otra cosa, y me di cuenta que ahí había una oportunidad de otra cosa. Fue ahí me acerqué al camino de la educación y fui a estudiar educación social a Barcelona. Y fue llegar a La hoja y sentir que eso era. La esencia es acompañar a les niñes y acompañarnos como familias en el crecimiento. Cuando me tocó ser madre y criar, eso se profundizó».

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La Vivaracha – Bariloche, Río Negro

«Vine porque me interesa generar redes con otros espacios del sur, soy nueva en la patagonia. Ver cómo funcionan y ojalá conocerlos y visitarlos en algún momento, ver cómo trabajan. Elegí esta mirada porque siento que es la única posible, en verdad. Quedó muy fuera el sistema educativo actual para lo que son las infancias de hoy, y cuando conocí la educación viva encontré que era lo natural, una forma que ya estaba dentro mío y tenía sentido. De hecho, yo acompaño niños desde mi adolescencia, pero nunca se me ocurrió estudiar magisterio porque me chocaba mucho, así que cuando encontré esto sentí la convicción de que era».

Contacto: +54 11 6631-2628

Vuela el pez – San Antonio Oeste, Río Negro

«Participamos como familia porque somos de acá, mi hija está en Vuela el pez desde hace dos años. Hay muchas cosas para aprender como familia y como mamá, particularmente. Esperaba encontrar algunas respuestas que a veces uno ni siquiera sabe que tiene la pregunta. Jade participa en Vuela porque buscamos que su mente se abra al mundo de otra manera y participe de esta sociedad con lo mejor que tiene ella. Y creo que Vuela le da esa posibilidad de descubrirse.

Tenemos dos hijas y éste es es el cuarto año en Vuela. Empezamos como otra opción más y con el tiempo fuimos desaprendiendo un montón de estructuras que teníamos, empezamos a ver la educación desde otro lugar. Lo que nos encontramos en Vuela como familia es también un espacio para preguntarnos quiénes somos, qué hacemos, cómo nos sentimos, y desde ahí reconocernos, validarnos, encontrar ese espacio para las emociones que la rutina, a los grandes sobre todo, no nos da lugar. Y desde ahí empezar a construir una base más sólida para que los niños, cuando lleguen a nuestra edad, no tengan algunos de los problemas que nosotros sí tenemos. ¿Por qué hago todo esto? Ni siquiera me cuestiono. Por eso queremos que tengan el espacio para decidir, para elegir desde chicos, esa práctica que a nosotros nos llega ahora. Pero eso es una parte. Después está la participación de las familia, que tiene también altibajos, no es una carretera que fluye. Tenemos contradicciones, a veces nos negamos a participar y cuando participamos hacemos catarsis y vemos que nos pasa lo mismo. Y ahí revisamos nuestras prácticas, como se dice en educación, y eso nos permite crecer. No somos perfectos y no buscamos eso, pero sí encontrarnos a construir desde el amor, que no lo tenemos, lo tenemos que aprender. Y el hecho de que los chicos participen de la construcción de su educación. A veces con mas dudas, a veces no, pero esta libertad de elegir la van a terminar haciendo crónica en sus vidas. Algo que uno no dimensiona, pero es muy valioso, y que ellos puedan replicarlo. Cuando arrancamos, teníamos lemas como la educación para la paz, lo Montessori. Estábamos preocupados por la currícula. Entonces nos dimos cuenta que sin segmentar los conocimientos aprenden mucho más, es más abarcativo, más completo el aprendizaje. Y el desarrollo de tus potencialidades, porque  son espacios que permiten esperar al más lento y no pone límites al que tenga ganas de más. Y la no competencia. El EPEP nos hace sentir que no estamos solos y que podemos poner un granito de arena para dejar una sociedad mucho mejor».

Contacto: https://www.instagram.com/vuela.el.pez/

Presencia – General Rodríguez, Buenos Aires

«Como mamá, antes de tenerlo ya sabía que el sistema educativo los condiciona y no los deja ser. Quiero que sea libre de expresar lo que vino a expresar. Soy psicóloga infantil y guía, así que quiero seguir aprendiendo y formándome. Yo empecé a estudiar para profesora pero no me recibí. Ejercí un poco y vi cosas que no me gustaban tanto. Cuando tuve a mi hijo quería otra cosa, y hace muy poquito que conozco las educaciones vivas. Todavía estoy aprendiendo, entendiendo. Me parece espectacular, me gusta, no me había enterado jamás y creo que es un camino de ida.

Yo soy docente y me dediqué 10 años a inclusión de NNyA con necesidades educativas especiales en los tres niveles, conocí un montón de escuelas privadas, del Estado, de pueblos y ciudades. Escuchaba en las salas de los profesores cómo se hablaba de las familias, de las necesidades de las infancias. No me sentí que desde adentro podía aportar algo, así que decidí salir. Y buscando aparecieron las posibilidades. Sabia que cuando fuera madre no estaría en la educación formal. Con mi hijo participamos de varios proyectos que no se podían sostener, después nos mudamos a Rodriguez y éste es el tercer año. Vinimos para escuchar otros recorridos y enriquecernos». 

Contacto: https://www.instagram.com/presenciaescuelalibre/

Domo del sol – Laprida, Buenos Aires

«Es nuestro primer EPEP y el primer año de nuestro proyecto. Elegimos otro tipo de educación porque vemos que lo están pidiendo nuestros hijos. Queremos algo más conectado con los ciclos de la vida y la naturaleza. Y respetar ese ciclo interno que ellos tienen también». 

Contacto: https://www.facebook.com/domodelsol

Valeria y Roberto – Posadas, Misiones

«Vinimos por curiosidad. Somos una familia que en este momento no está en un proyecto, pero estuvimos en Ayni en Buenos Aires. Ahora vivimos en Misiones y tratamos de encontrar un lugar alternativo. Elegimos esta educación porque los vemos a ellos, florecen en esos espacios. Hemos tenido la experiencia de que hayan transitado la escuela tradicional, apagarse y verlos después cómo volvieron a florecer».

El Salto – Lago Puelo, Chubut

«El Salto es una comunidad y escuela viva, soy fundadora y acompañante. Consideramos que el EPEP es un espacio que enriquece, nos suma. Vinimos para escuchar y encontrarnos. Y elegimos esta forma de criar y educar en comunidad activa y eso se da espontánemaente en El Salto. Veo que florece mucha libertad espiritual, sexual, autonomía y salud emocional. Siento que eso es sano».

Contacto: +54 9 2944 93-3323 / https://www.instagram.com/elsalto.lagopuelo/

Martina – Los Pocitos, Río Negro

«Vine para encontrarme con gente afín y para que mi hijo encontrara niños afines en su forma de jugar, de cuidar la naturaleza sobre todo. Elegí esta crianza sin escuela porque es intrínseco en mí. Creo que uno necesita crecer y aprender lo que le interesa, y no lo que alguien sin unos criterios que a mí me implican nada, me impongan. Yo estudie en una escuela clásica en España y mi abuela en una Montessori. Ya hace 15 años, cuando aún no quería ser mamá, dije que si algún día lo era no iría a la escuela».

Contacto: martinaribacopy@gmail.com

Sentido – Mendoza

«Soy educadora de infancias de formación tradicional, y trabajando en espacios convencionales algo me empezó a  sonar que no estaba acorde a las necesidades, las formas de estar de las infancias y sus intereses. Me empecé a cuestionar mi rol y así conocí la educación viva, descubrí que había otras formas de acompañar y guiar aprendizajes. Fue así que me fui enamorando de estas formas, entendiendo que aun nos queda mucho por hacer, pero que al menos la mirada está puesta en la infancia y no en el adulto. Vine al EPEP para seguir construyendo estas formas de hacer más en comunidad. Nos llevamos que estamos elaborando las mismas inquietudes o parecidas. Nos hace pensar que las respuestas van a ir apareciendo porque la estamos generando también».

Contacto: https://www.instagram.com/sentidoaprendizajevivo/

Munay – Ranelagh, Buenos Aires

«Vine para ampliar y conocer proyectos de otros lugares y darle más motivación a lo nuestro. Soy mamá educadora, me sumé a Munay este año. Encontrar acá otras experiencias y ver cómo se van estructurando me parece muy interesante.

Llegué a Munay porque creo que hay formas de aprendizaje que pueden ser amorosas, en contraposición a esas formas que puedan ser avasallantes y violentas. Y tratando de replicar una forma más cariñosa, más amable con las infancias, pero también con los adultos». 

Contacto: https://www.instagram.com/espaciovivomunay/

El canto del fuego – Mar del Plata, Buenos Aires

«Vinimos porque estamos transitando en estos ocho años una serie de situaciones. Legal, económica, de crisis interna de la comunidad. Hay muchas oportunidades de crecimiento que en lo material se desarrollan en forma de crisis. Parte del equipo vino a tomar perspectiva de eso y relacionarnos con pares que están en la misma. Y poder escuchar otras experiencias y otras maneras de abordarlos.

Soy educador y estoy en el proyecto porque elijo ponerme al servicio de esta transformación y estas nuevas niñeces que están llegando. Para que tengan la oportunidad de desarrollarse de forma coherente con lo que el ser humano vino a hacer acá».

Contacto: https://www.instagram.com/elcantodelfuego/

Semilla nativa – Ecomuna, San Patricio, Mar del Plata

«Vinmos porque ya habíamos estado en el EPEP de Mar del Plata y sentimos que es un espacio de formación súper valioso. Conocernos, compartirnos en vivo. La dinámica horizontal de crear entre todos, nos parece que va por ahí. El proyecto comenzó con una mamá y se fueron sumando. Nace en la Ecomuna, estamos al sur de Mar del Plata, y ahora vienen niñeces de afuera también. Elegimos la educación viva porque tiene una amplitud en cuanto al horizonte y a las formas que nos permite reconocernos como personas únicas, salirnos de la homogeneización de la que venimos. Nos permite acompañar procesos de manera orgánica y respetuosa. Trabajamos la gestión emocional y de conflictos en las familias para crear un mundo más habitable». 

Contacto: https://www.instagram.com/semillanativa.educacionviva/

La casa de la tirolesa – Funes, Rosario, Santa Fe

«Vinimos para poder tejer redes, conocer otros espacios, ver cómo accionan en sus lugares, y a la vez traer algunos conflictos que tenemos para ver cómo los resuelven, pero principalmente para tejer redes. En Funes hay mucha demanda de una educación más consciente. Somos tres compañeras maestras y docentes de nivel Inicial que trabajamos en la educación formal juntas, pero las demandas del sistema nos hicieron mucho ruido y compartíamos la mirada y la necesidad de rencauzarla y darle forma, siempre buscando otras formas de habitar el mundo. Nuestro proyecto comenzó para familias que escolarizan pero que buscaban ofrecer otros espacios. Cuando comenzó a crecer, llegaron familias que decidían no escolarizar y ahora tenemos de ambos. Nuestra necesidad es organizar el año que viene de otra manera para que funcione todos los días». 

Contacto: https://www.instagram.com/lacasadelatirolesa/

Antu-hue – Balsa Las Perlas, Río Negro

«Estamos transitando el camino de la educación alternativa desde la crianza de nuestra hija de 9. Primero estuvimos en Tandil, en el espacio Ualala, y ahora sabemos que los EPEP son momentos de mucho intercambio y un motor muy importante. Nos vamos con preguntas y con certezas. ¿Por qué elegimos esta forma de educar? Se caía de maduro,  tenía que ver con nuestras elecciones de vida y con darles lo mejor, y en este caso para nosotros era una educación que contemple la integralidad del ser. Pero también por la autogestión y el ejemplo, esto de ser el cambio que queremos ver. Y con todos los escollos, estamos muy satisfechos. Es un desafío que te pone contra la pared a veces, pero te hace crecer como persona, te hace más responsable». 

Contacto: https://www.instagram.com/antu.hue/

Amaryi – Cañada de Gómez, Santa Fe

«Este es mi primer EPEP. Vinimos con mi compa porque sentíamos que iba a ser muy enriquecedor estar acá, compartir las experiencia de cada proyecto. En el lugar donde estamos nuestra carencia es de familias que quieran este tipo de educación. ¿Qué familias queremos que lleguen? Esa claridad nos faltaba. Nuestro espacio se fundó desde una necesidad mía y de Romina, eran cuatro familias que buscaban algo pero no sabían qué. Encontraron a Majo Vaiana para ayudarlas. Estudié para maestra de nivel Inicial, pero no me cerraba lo que estaba haciendo. Ellos necesitaban una acompañante y yo un espacio que me abrazara. Así arrancó: al principio era estar, vivirlo. Fue mutando, decidimos tomar el proyecto, ponerle un nombre y ahora todo es información que llega para empezar de vuelta».

Contacto: https://www.instagram.com/amaryi_espacios/

Las calandrias – Puerto Madryn, Chubut

«Nuestro espacio nace a partir de un deseo de un grupo enorme de familias de generar otros espacios de aprendizaje para nuestros hijos. Sabíamos qué no, y lo demás era todo por venir. Con el acompañamiento de una amiga generamos este espacio. No estábamos de acuerdo con la propuesta escolarizante, autoritaria, arbitraria que proponía el sistema. Hoy son 30 niós y niñas, cuatro maestras estables, más compañeros que circulan. Es nuestro primer EPEP y estamos muy contentas. Nos llevamos gente que conocimos, muchas que no conocíamos, saber que somos un montón a lo largo del país». 

Contacto: https://www.facebook.com/EscuelaLasCalandrias

Proyectos en Playa Unión y Trelew – Chubut

Contactos: Escuelita Costera https://www.instagram.com/feley.may.tati/ y luisinamonente711@gmail.com (Playa Unión)

 Andrea Franco: andrea.yoamobailar@gmail.com (Trelew)

LOCALIDADES y ORGANIZACIONES PARTICIPANTES DEL XI EPEP EN LAS GRUTAS (2022)
Balsa Las Perlas, Río Negro. Antuhue Escuela Libre
Bogotá, Colombia. A-prender SAS
Rosario, Santa Fe. La casa de la tirolesa
CABA. Proyecto C
Viedma, Río Negro. Estudiante de educación Primaria
Mendoza. Sentido Aprendizaje Vivo
Rafaela, Santa Fe. Cátedra Psicología Educacional de la FHAYCS de UADER
Mallin Ahogado, Chubut. Pakarina
Carmen de Patagones, Buenos Aires. Nivel Inicial
Monte Vera, Santa Fe. Escuela La Cecilia
Arturo Seguí, La Plata, Buenos Aires. La guarida, comunidad de aprendizaje
Laprida, Buenos Aires. Domo del sol
Delta, Tigre, Buenos Aires. Comunidad de Aprendizaje Monte Blanco
Berazategui, Buenos Aires. Espacio vivo MUNAY
CABA. Casita de Arte
CABA. Ayni
Uruguay. Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela
Cañada de Gómez, Santa Fe. AMARYI
Mendoza. Robótica para las niñeces
Bariloche, Río Negro. Artista e investigadorx independiente
Ranelagh, Buenos Aires. Munay | Espacio Vivo
Reta, Buenos Aires. Pluriversidad Latinoamericana/ La Aldea Reta
Guernica, Buenos Aires Impulso puente
Lago Puelo, Chubut. El Salto Escuela Viva
Buenos Aires. EEE501
Lima, Perú. Mamá
San Antonio Oeste, Río Negro. Vuela el Pez
Rosario, Santa Fe. La casa de la tirolesa
Carmen de Patagones, Buenos Aires. Estudiante profesorado nivel Inicial
Francia (vive en Mendoza). Tallerista en Prender Ser
Carmen de Patagones, Buenos Aires. Filosofía
Bariloche, Río Negro. La Vivaracha
Buenos Aires. Apoyo Escolar Triplete
Olavarría, Buenos Aires. Despierta tus semillas de consciencia
Carmen de Patagones, Buenos Aires. IFDC
Puerto Madryn, Chubut. Comunidad de Aprendizaje Las Calandrias
Ezeiza, Buenos Aires. Casa taller Rayuela
Rosario, Santa Fe. Formación en Educación Libre
Escobar, Buenos Aires. Espacio Lunar
El Bolsón, Río Negro. Docente de arte
San Martín de Los Andes, Neuquén. Fundación Escuela Bosque (Jardín Semillas del Sol)
Los Pocitos, Stroeder, Buenos Aires. Homeschool
Viedma, Río Negro. Estudiante Prof. Educ. Especual.
Las Grutas, Río Negro. Centro de estudiantes CET N°19
Puerto Madryn, Chubut. Jardín Vínculos de Libertad
Puerto Madryn, Chubut. CIPA
General Conesa, Río Negro. ESRN No. 53
Misiones. Pynandi
Carmen de Patagones, Buenos Aires. Escuela secundaria

Para saber más sobre estos encuentros anuales, sus ediciones anteriores y futuras, visitá www.epep.com.ar

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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