Otras aulas son posibles: galería de espacios no convencionales para el aprendizaje

La configuración espacial del aula responde al primer paradigma escolar: la clase magistral que distribuye conocimiento de forma estandarizada y masiva. Sin embargo, esa elección arquitectónica histórica no significa que el aprendizaje humano pueda ocurrir solamente en un cuarto cerrado, con pupitres en fila mirando hacia una pizarra. Y aunque existen variados intentos de hacer más amigable el aula, lo cierto es que el aprendizaje sucede en escenarios tan diversos como paisajes y culturas existen. Que pueden, incluso, ser más beneficiosos considerando que niñas y niños atraviesan una etapa del desarrollo donde la psicomotricidad se configura en todo su esplendor a través de la curiosidad, el movimiento y la exploración.

Las pedagogías que buscan transformar la educación hacen un uso intencional y disruptivo del espacio en relación a la convención escolar. Bosques, montañas, patios, quinchos, el piso, la cocina, la plaza, una biblioteca, un museo, la computadora, un taller, un club, la ciudad entera e incluso cualquier ambiente de una casa. Nos falta hacer más visibles estos espacios para ir diluyendo un poco ese Edipo que tenemos con las aulas. Mi contribución es esta galería de fotos de proyectos, escuelas y familias en otras aulas posibles de Argentina y Latinoamérica. ¡Que la disfruten!

Jardín rodante en Bariloche, Argentina.
Escuela Democrática de Huamachuco. Perú.
Espacio Vivo Munay. Ranelagh, prov. de Buenos Aires, Argentina.
Sentido. Espacio itinerante de aprendizaje vivo. Mendoza Capital, Argentina.
Casa Taller Rayuela. AMBA, Buenos Aires, Argentina.
Munacuna Educación Comunitaria. Villa Ballester, prov. de Bs. As., Argentina.
Enseñame pero bonito. Paraná, Entre Ríos, Argentina.
Lombida Montessori. Curacaví, Chile.
Lupaz. Siempre curiosos. Los Cardales, Buenos Aires, Argentina.
Fundación Arbolar. Colón, Entre Ríos, Argentina.
Escuela de la Nueva Cultura La Cecilia. Monte Vera, Santa Fe, Argentina.
Propuesta de educación viva en verano, co-creación de los proyectos «El canto del fuego» y «Semilla Nativa». Mar del Plata, Argentina.
Espacio Girasoles. Treinta y Tres Orientales, Uruguay.
Caranday Comunidad de aprendizaje. San Francisco del Monte de Oro, San Luis, Argentina.
Centro de Educación Holística Ser. Santa Lucía, Uruguay.
Sustantivo, adjetivo y verbo en Amanecer. Rojas, Bs. As., Argentina.
En una de sus lecciones, a orillas de un pantano, Yoda anima a Luke a usar la fuerza para reflotar su nave. «Ok, voy a probar». “No! Probar, no. Hacer. O hacer no. No hay prueba” 

Foto de portada: Escuela Democrática de Huamachuco, Perú.

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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