«Los ambientes Montessori deben llevar a la paz interior, de lo contrario es disfrazar una escuela tradicional y hacer lo mismo con materiales concretos»

Si hubiera que pensar en una versión autóctona de la filosofía Montessori, enseguida se me viene a la cabeza el profesor cordobés Germán Gómez Noto. Junto con su mujer, María Elena, fundaron la Escuela Montessori La Arboleda en el terreno donde viven, en Casa Grande, Córdoba, hace diez años. No conformes con eso, durante un tiempo viajaron buscando los rastros de María Montessori en Argentina y los países vecinos. Un trabajo difícil, porque en el siglo pasado el debate sobre las pedagogías para la primera infancia lo ganó Froebel, y el Estado argentino priorizó la mirada alemana por sobre la de la médica y pedagoga italiana.

Por eso es bien interesante el recorrido de Gómez Noto, a contramano de quienes consideran extranjerizante la influencia de la pedagogía Montessori, ampliamente adoptada en otros países y mucho más reciente en el nuestro. Lo conocí en Córdoba, cuando fui a ver su escuela. Germán recorre el país visitando y dando cursos en proyectos y escuelas, y acaba de escribir un libro sobre su camino personal y el de su familia, más lo que aprendió en ese recorrido. Esta es la entrevista que hicimos para AlterEdu.

-¿Qué te motivó a escribir un libro?

-Principalmente, me dio ganas de dejar registrado cómo hemos interpretado la filosofía Montessori en función de nuestra experiencia como escuela. Pero también de lo que pude aprender de todos los viajes que hice en estos últimos diez años, unos 200 mil kilómetros de ida y vuelta por Argentina, conociendo proyectos y personas que tienen esas mismas ganas que nosotros de brindar una educación que tenga como centro a cada niño o niña. Dejar de alguna manera reflejada la interpretación del método en nuestra parte del mundo, en Argentina. Y también en Latinoamérica, porque he tenido la oportunidad de tomar contacto con escuelas y proyectos de la región y siento que hay un denominador común que no es el mismo de otras regiones. El libro cuenta vivencias y anécdotas de ese viaje. Que comienza por nosotros, los adultos, que estamos en busca del sentido de la vida, y donde Montessori aparece como consecuencia de un viaje personal. Que luego se encuentra con los niños y niñas que acompañamos, ya sean hijos, familiares o estudiantes.

De ahí el nombre del libro. Cuando esos adultos, motivados por su búsqueda de paz interior, la encuentran, puedan transmitir esa paz a los propios niños y niñas. Es la ayuda que yo trato de brindar en este libro, a que se puedan generar las condiciones para esta filosofía educativa en esta parte del mundo. Como se encara el tema de la paz y una suerte de guía para los interrogantes usuales que se tienen cuando alguien empieza su experiencia Montessori.

-¿Qué es lo que más te fascina del pensamiento de María Montessori?

-Lo que más me fascina es cuando se logra que esta visión cósmica que ella tuvo se puede ver reflejada en el encuentro de la paz interior. Que es la tarea más difícil, porque incluso algunas personas que encaran proyectos alternativos caen en la trampa del cómo, que es hacer lo mismo que propone un diseño curricular de cualquiera de los Estados, pero con materiales concretos. Eso no está ni bien ni mal, pero creo que es una trampa porque se sigue respondiendo a un diseño y no en función de las propias iniciativas y expectativas de cada uno. Nosotros nos planteamos ese horizonte: que todas nuestras acciones sean en función al descubrimiento y el gozo de la paz interior, que nos va a acercar más a esa visión que tuvo María Montessori.

¿Cómo hacer que todas las tareas tengan ese horizonte, de paz interior, de disfrutar el silencio, de estar bien consigo mismos, de saber estar solos y respetar los espacios de encuentro con los demás. Ese es el gran desafío y el que más nos fascina cuando se logra. El libro tiene ese objetivo, el de echar un poco de luz ante esos interrogantes. Para no disfrazar la escuela de Montessori y que termine siendo una escuela tradicional. Para ello hace falta una adulto preparado que entienda que la paz interior es lo fundamental y que la consiga para poder contagiarla.

-Además de formarse como guías, junto con tu esposa María Elena tienen tres hijos educados de esta forma. ¿Cómo han integrado Montessori a la crianza y a la vida y qué ven en ellos ahora?

-Nuestros hijos tienen 15, 12 y 4 años. Han sido «niños Montessori» desde siempre. Hoy por hoy nos da una enorme tranquilidad verlos que pueden disfrutar momentos cuando están bien consigo mismos. Que mantienen la capacidad de asombro. Que valoran más hacerse preguntas, investigar y, cuando encuentran las respuestas, compartirlas. Cuando vemos eso, decimos que esta aventura que empezamos hace diez años vale la pena, aun con crisis y cuestionamientos propios. Vemos que ellos empiezan a tomar decisiones y lo hacen en pos de no negociar su paz interior.

Tabla periódica de los elementos y tablero de Bohr con método MONTESSORI, en Taller 2 (9 a 12 años) de La Arboleda.

-¿Creés que es posible innovar dentro de la filosofía Montessori?

-Somos de la corriente que cree que hay que innnovar dentro de la filosofía, que hay que cuestionar el material, ver si está actualizado a nuestros tiempos. Yo estoy en esa corriente de búsqueda y crecimiento, para que no nos encontremos con la obsolescencia, porque recordemos que tiene mas de 100 años. Si el material y la forma en que se realizan las cosas sigue teniendo esa finalidad de la paz interior de cada niño y adulto, bárbaro. Pero si la respuesta es negativa, hay que replantearse cosas tanto desde el punto de vista interior de cada uno de los guías como de cómo se van desarrollando las actividades en el ambiente.

Lo principal es la preparación del adulto en estas cuestiones, sobre todo en esta sociedad que cada vez nos saca más de nuestro estado del aquí y ahora. Cuando empieza a haber ruido en los distintos ambientes y no se puede encontrar el centro, este libro tiende a brindar una respuesta que por ahí no se encuentra en los espacios de nuestros proyectos.

INDICE DEL LIBRO

1.Un viaje personal

2.Educación y educación Montessori

3.Liderazgo y aprendizaje

4.Humildad, gratitud, libertad y límites

5.El poder de la palabra

6.La educación para la paz

7.Los símbolos y monumentos de paz

8.El éxito de la educación Montessori

DÓNDE CONSEGUIR EL LIBRO

En Córdoba: llamá al WhatsApp 351 2875555

Por Internet en:

Autores de Argentina

La sonrisa de Mona Lisa

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Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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