Pocas veces tenemos la posibilidad de vivir y reflexionar sobre un hecho global en tiempo real. Miles de escuelas están cerradas en varios países con diferencias culturales, pero que asombrosamente tienen en común un formato escolar casi idéntico. Era cuestión de horas hasta que las primeras voces asomaran señalando dificultades para seguir el ritmo sin alumnos/as en las aulas. Que hay que seguir como sea, que si el rol de los maestros a distancia es mandar tareas, que la mitad no las hace, que deberían acompañar emocionalmente, que hay que definir qué significa «continuidad pedagógica», que hay que tener en cuenta la brecha digital, que hay que justificar el sueldo, que hay que aprender nuevas plataformas virtuales, qué cómo evaluamos «si en casa se copian», que si hay que aprobar el año a todos o sacar las vacaciones… A todo este murmullo se impuso una primera reacción generalizada de las familias: «Por favor, dejen de enseñar como si todo fuera normal», como dice un texto de la bloguera Mary Beth Hertz.
Más allá del daño que está haciendo la pandemia en varios niveles, celebro las reflexiones en tiempo récord sobre qué significa educar. Mi aporte es mostrarles un recuento de lo que están haciendo las escuelas y espacios de educación que solemos llamar «alternativos», catalogados así porque ofrecen propuestas pedagógicas diferentes a las que suelen ponerse en escena en el aula convencional.
Para las escuelas o espacios de aprendizaje no convencionales y sus comunidades me parece que ésta es una oportunidad única. Podría permitirles verificar hasta qué punto sus propuestas de educación son verdaderamente integrales, no van tras resultados, priorizan el apoyo mutuo entre los adultos y respetan las necesidades de niños, niñas y jóvenes. En definitiva, también, para ver cuán alineadas están las expectativas y necesidades en general. Sus ideas y acciones pueden inspirar en estos días a educadores de todos los niveles, modalidades y gestiones.
Les hice las mismas preguntas a educadores y directivos de escuelas y proyectos experimentales, libres, democráticos, Montessori, Waldorf, de Pedagogía 3000 o mixtos: cómo definirían la propuesta pedagógica de su escuela; qué criterio han definido para acompañar a sus estudiantes; en concreto, cómo organizan ese acompañamiento y, por último, si han pensado cómo seguir si el aislamiento obligatorio se prolonga. Estas son las respuestas que recibí hasta el momento desde Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y España:
Juan Carlos Videla. Representante legal y colaborador del Instituto Speroni de La Plata que cobija a cerca de 40 escuelas experimentales en distintas provincias de Argentina.
«En nuestro caso y en forma unívoca, los maestros hemos llegado al mismo puerto: en momentos críticos como los que estamos pasando, se ponen en vigencia los recursos interiores que alumnos, padres y maestros estamos cultivando desde hace ya mucho tiempo. Si esos recursos no los cultivaste, no los podés improvisar con las llamadas «estrategias educativas». Así entonces y a través de redes, cuya urdimbre se entrama sola, nos vamos encontrando en ese espacio artístico donde las matemáticas, la lengua, la geometría, los mitos continúan la inefable vida cotidiana. Hace poco en nuestro encuentro mensual «Raíces» en La Plata recorrimos las cartas de Plinio el joven, al tiempo que el Vesubio entraba en erupción. Son conmovedoras, pues Plinio el joven nos cuenta el gesto de inmensidad solidaria que tuvo su tío, Plinio el viejo, hace más de 2000 años. También tradujimos «Eskimo realities» de Edmund Carpenter, un antropólogo que vivió muchos años con los esquimales. Es de alguna manera, en su esencia, lo que alentamos en el trabajo. Entre maestros, niños y familias nos comunicamos por correo, con diálogos telefónicos y envíos de material».
Alejandra Martinez. Directora del Colegio P235 El Nogal (nivel Inicial y Primario). Mendoza. Argentina.
«Nuestra propuesta pedagógica está basada en estos ejes: educación personalizada, respeto por las diferencias, principio de la libertad, compromiso y responsabilidad. Nuestro proyecto tiene una mirada inspirada en principios Montessori, pero sin llegar a ser un colegio Montessori. Contamos con dos espacios que funcionan como Taller, y el aspecto vivencial es el pilar fundante de cada actividad. En cuanto a los criterios que nos guían en este momento de aislamiento, fuimos transitando diversas situaciones. Sobre todo, debíamos cambiar nuestra mirada radicalmente. La mayor complejidad fue cómo seguir lo vivencial sin estar con los niños/as. Mi rol es orientar, acompañar y sostener a cada docente con las necesidades específicas de cada grupo de menores. De a poco fuimos modificando nuestras acciones. En una primera instancia, antes de que se declarara el aislamiento, entregamos cuadernillos fotocopiados. Por WhatsApp pasábamos videos de cada docente, creamos formularios en Google Drive y comenzamos a utilizar Google Classroom. Actualmente se ha creado un canal de YouTube y también se usa el aula virtual creada por la Dirección General de Escuelas. ¿Cómo acompañamos? Cada docente por correo, audios, video llamadas para responder consultas o mensajes de cada niño/a. Desde el equipo directivo estamos en contacto directo con las familias por WhatsApp o llamadas telefónicas. Los padres y madres ayudan con el envío de actividades al correo que se armó de cada grupo. Con los videos intentamos que, además de ser didácticos–pedagógicos, sean mensajes afectivos hacia las familias. Si el aislamiento continúa, vamos trabajando día a día, fortaleciendo los canales ya creados y, de ser necesario, de acuerdo a cada grupo, se irán implementando nuevas estrategias».
Escuela de la Nueva Cultura La Cecilia. Monte Vera, Santa Fe, Argentina.
«La Cecilia es una escuela inicial, primaria y secundaria que lleva adelante una Pedagogía Transformativa, surgida de la investigación a partir de la práctica, creando las condiciones para la transformación personal, en un marco de relaciones democráticas, de aceptación de la diversidad, de respeto a la naturaleza, de valores construidos en libertad en un clima de relaciones pacíficas y afectuosas. Funcionamos con grupos reducidos y agrupamientos socioafectivos, flexibles, con un sistema de aulas abiertas y libre elección, donde niñas, niños y jóvenes pueden moverse libremente por las diferentes actividades. Así mismo, hay espacios de diálogo permanente y asambleas semanales donde participa toda la comunidad educativa. Lo primero que se abordó fue la forma de estar en contacto, indagando en cada caso cuáles eran las vías de comunicación más cercanas (Whatsapp y Facebook). Aportamos información sencilla y oficial sobre la pandemia, transversalizando el tema en los distintos espacios (ciencias sociales, salud, arte). A su vez, saber cómo estaban viviendo la situación, qué cuidados y precauciones estaban tomando, cómo se sentían y qué entendían sobre el distanciamiento físico y obligatorio. Diariamente indagamos cómo es nuestra alimentación, el ambiente que nos rodea, cómo cuidamos el nuestro y qué pasa cuando ponemos atención a la percepción de qué cosas o sensaciones nuevas aparecen en este marco diferente del habitual. Para los grupos de inicial y primaria seleccionamos una serie de propuestas que pudieran realizar en sus casas, opcionales, y pueden sumarse otras que surjan de ellos y ellas. Priorizamos y brindamos especial importancia al cuidado de la salud, la alimentación saludable, la relajación y el cuidado del cuerpo. También, partimos de los intereses que se habían manifestado en los primeros días de actividades, para seguir promoviendo su desarrollo en libertad, dejando que cada quién haga un recorrido por sus intereses, a su tiempo.
La propuesta pedagógica virtual la pensamos desde varias miradas, una de ellas fue buscar alternativas para evitar el contacto frecuente con las pantallas y elegir otras que impliquen la participación amena con las familias, el contacto con la naturaleza (para quienes tengan esa posibilidad), y otras que signifiquen poner en juego la creatividad, relajación, imaginación, creación, la parte musical y corporal.
En la secundaria comenzamos proponiendo algún tipo de continuidad con los talleres e intereses que habían surgido en la primera semana de actividades. A la par, fueron surgiendo otras propuestas que vamos acompañando de diferentes formas. En algunos casos, organizando una actividad específica y un seguimiento, en otros, de forma más autónoma y autogestiva, impulsando la tarea colaborativa, en talleres o espacios temáticos, simultáneamente, todas las personas, aprendemos sobre nuevas herramientas que ofrece la virtualidad.
En inicial y primaria, las actividades fueron compartidas por correo electrónico y mensajes de Whatsapp a las familias. Recientemente nos organizamos para poder mantener un contacto fluido y diario con las familias a través de un grupo en Facebook, ya que entendemos que son de una generación que aún usa con frecuencia como forma de comunicación esa red social. Allí pueden compartir imágenes o relatos de cómo están viviendo estos días, si están realizando alguna actividad, jugando, descansando, etc.
En la secundaria, comenzamos a utilizar Classroom para compartir material y darle más formalidad al intercambio, a la vez que queda registro del mismo. En un primer momento, nos resultó nuevo y complejo poder traducir nuestras prácticas a un formato que en apariencia se propone para un tipo de educación convencional, pero vamos encontrando posibilidades y huecos en la herramientas para que la comunicación sea más fluida y humana.
Comenzamos a darle forma a algunos talleres que surgieron la primer semana como el Laboratorio de Plantas, investigación, siembra y preparaciones (infusiones, comidas) que pueden hacerse con las plantas que tenemos en nuestras casas; InKorona, un espacio de dibujo con una propuesta diaria; una Revista, escritura de artículos a través de la voz de la juventud; Red de Jóvenes, la conexión con otros jóvenes de escuelas o espacios educativos alternativos de Latinoamérica,. Si bien la mayoría de estos talleres tienen su espacio en Classroom, el contacto más fluido y ordenado (¡para nuestra sorpresa!) se da en los grupos de Whatsapp, donde pusimos como condición que haya más de un educador, uno que pueda ir coordinando y otro que esté observando cómo se va dando la actividad, colaborando en lo que haga falta.
De parte de jóvenes, también hay propuestas de usar otras aplicaciones como Discord, una App que utilizan los gamers y cuenta con un foro escrito y otro de voz. También surge de algunos jóvenes la propuesta de poner horario donde ellos y educadores puedan estar disponibles para conversar sobre un tema o actividad específica.
Publicamos una carta en nuestro Facebook para las familias donde contamos que en algunos foros con educadores de todo el país se coincide en que no son tiempos de trabajar el currículo o contenidos habituales (cuya utilidad podemos discutir luego) sino que es importante enfatizar en el vínculo entre alumnos, alumnas, educadores y educadoras así como las cuestiones emocionales y actitudinales que van surgiendo. Pueden leerla completa e ir subiendo sus aportes allí».
Clarisa Ponce. Guayacán El 8vo. Pétalo. Los Cardales, provincia de Buenos Aires, Argentina.
«La nuestra es una propuesta que toma los contenidos de la currícula oficial que desarrollamos de forma holística e integral acompañando el proceso de cada niño y niña. En este momento hemos desarrollado distintas dinámicas y actividades para hacer en familia, que son las que realizamos en la escuela: arte, música, experimentos, danza creativa, teatro, permacultura etc. Consideramos que es un momento fundamental para la conexión y reunión familiar. Todos los días nos encontramos por videoconferencia para compartir nuestro sentir con las propuestas y también estamos a disposición para quien lo necesite fuera de ese horario. Hacemos círculos de padres para vernos y compartir este proceso tan especial entre adultos, con dinámicas de conexión y anclaje para bajar ansiedades y poder estar aquí y ahora, juntos en red. Está resultando ser una experiencia muy enriquecedora. También creamos un canal en YouTube donde compartimos las propuestas y subimos algunas de las producciones de las familias. Los niños más grandes dejan una lectura para los más pequeños, donde se realizan maravillosos intercambios que les permiten encontrarse aunque sea de una manera virtual. Otra dinámica puntual que realizamos es el círculo de paz, para fortalecer nuestras emociones a partir de esta experiencia de estar en casa unidos por un bien común. ¿Cómo seguiremos? Por ahora de esta manera. Ver la alegría en las familias en el momento de compartir una danza u otra dinámica nos colma de entusiasmo para construir en el día a día con la posibilidad de la flexibilidad y cambio sobre la base del abrazo y escucha permanente. Nuestra premisa es sin obligar y en base a lo que siente cada niño/a y su familia, con el material que hay en casa sin tener que ir hacia afuera, porque principalmente es un momento de anidar y fortalecernos hacia adentro».
Germán Gómez Noto. Escuela Montessori La Arboleda. Casa Grande, Córdoba, Argentina.
«Estamos teniendo grandes problemas de comunicación en la zona porque Internet, que nos llega por aire, está colapsada. En los momentos en que hay señal nos conectamos. Los guías mandan instrucciones para armar materiales Montessori que puedan fabricar en casa y algunas actividades relacionadas, como fichas y problemas. Y nos parece que es el momento para fortalecer toda la parte de actividades de vida práctica, con todas las edades. Enviamos un libro con ideas desde los 3 años hasta los 12».
Mariana López. Escuela Secundaria Waldorf Perito Moreno. Martínez, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
«Nuestra escuela tiene una mirada integral del ser humano y es cuidadosa de las etapas evolutivas. El criterio es que tengan un quehacer rítmico, diario, ordenador. Que haya actividades en forma equilibrada involucrando el pensar, el sentir y el hacer, y que se sientan acompañados anímicamente, compartir y reflexionar sobre el momento actual.
Les ofrecimos propuestas de diferentes áreas que podían desarrollar con autonomía: leer un libro, tejer cuadritos para luego armar mantas cuando nos veamos, ejercicios para las articulaciones, el equilibrio, trabajos de investigación, preguntas de autopercepción, guías de estudio.
Les enviamos por email las propuestas a través de los papás y las mamás y, pasadas las dos primeras semanas, preguntas para ver cómo se sintieron, si pudieron conseguir un ritmo, si están aprendiendo cosas nuevas, qué extrañan, qué necesitan, etc. A partir de esa devolución organizamos un grupo de WhatsApp con ellos y encuentros en Zoom para ver cómo se sienten y aclarar dudas.
Los maestros nos comunicamos por email y WhatsApp por ahora, pensamos en propuestas integrales, con sentido, no actividades sueltas. Vemos necesidad de más comunicación directa. Cada uno en su casa grabamos dos canciones , «La memoria» e «Inconsciente colectivo», y uno de nosotros lo editó. Fue una vivencia muy importante para nosotros como grupo y se las compartimos a los chicos y las chicas. Es muy raro estar tantas horas frente a la computadora, muy diferente a estar en el aula con los jóvenes. Necesitamos reforzar nuestras propias rutinas de movimiento, meditación, arte para poder hacer frente a esto y que la experiencia, a pesar de la distancia, sea nutricia».
Daniela Vega Peralta. Escuela Libre Cerato. Provincia de Huasco, Atacama, Chile.
«Aplicamos de diferentes metodologías alternativas de educación en niños y niñas según las necesidades de cada uno de ellos/as para vivir el proceso de enseñanza/aprendizaje. Llamamos a cada una de las familias para conocer sus necesidades y estado laboral. Enviamos material didáctico para realizar en el hogar, de tal forma de no perder la aplicación de metodologías sin agobiar a las familias. También ofrecemos clases por videoconferencia y atendemos consultas de esa forma. Son unas 2 horas al día de clases por videoconferencia y se envían los materiales a domicilio antes de la clase. Si esto continúa sabemos que las familias deben estar en las buenas y malas y contamos con su respaldo».
Yvan Dourado. Escola Politeia, San Pablo, Brasil.
«Politeia es una escuela democrática. Decidimos no rendirnos al modelo de la educación a distancia y no reproducir la escuela en casa. Nuestra idea es estar presentes, mantener a la comunidad viva y fuerte, solidarios con los que necesitan ayuda financiera y afectiva. Respetar la diversidad de familias y hogares y proporcionar encuentros aunque más no sean virtuales. Cada «tutoría» tiene sus particularidades y demandas específicas. Con excepción del Ciclo 3 (adolescentes entre 12 y 14 años, aproximadamente) que precisan de una rutina más clara y por eso se encuentran diariamente en el ambiente virtual para continuar sus actividades. Los demás Ciclos hicieron propuestas abiertas, algo como una rutina de estudio autónomo donde los educadores diseñaron caminos que los/las estudiantes puedan hacer a su ritmo y crear posibilidades. Para los grupos de los más pequeños, la reunión virtual puede hacerse para jugar juntos, conversar y contar historias. Yo soy tutor del Ciclo 2 y, por ejemplo, creamos una carpeta en Google Drive con una guía de estudios autónomos y abiertos. Hicimos una reunión con las familias y dos con los/las estudiantes, una para presentar la dinámica y otra los primeros días para evaluar. Los educadores pensaron actividades y cada familia y estudiante hacen un acuerdo de acuerdo a sus posibilidades y organización. Además, como es una guía abierta, pueden agregar más ideas, modificar o crear su propio recorrido. Algunas cosas como fotos, escritos, dibujos e reflexiones pueden ser compartidas en el Drive para dialogar con los tutores y los demás educadores. Los tutores también están disponibles para ayudar en las actividades y conversar con los estudiantes sobre sus miedos y sentimientos. Todavía no sabemos cómo seguir, lo resolveremos con los educadores, de los cuales muchos están en sus casas con sus propios hijos y demandas propias. La idea es estar juntos construyendo una opción creativa para enfrentar este momento, que no es para reproducir la escuela en casa. Eso no tiene sentido».
Ignacio es maestro de Primaria en una escuela pública rural de Rascafría, Madrid, España.
«Desde que participé del curso Montessoi de Celine Hameury ha sido un camino de no retorno. Transito hacia una formación y transformación personal de la filosofía Montessori y procuro ofrecerla desde la escuela. En principio había mucha confusión. No tenemos directrices claras y en general se les está mandando tarea similares a los deberes. Sin embargo, intento hacer compatible lo que han adquirido en estos dos años conmigo dentro de un aula en la que lenguaje, matemáticas y ciencias se realiza a través del ambiente, pedagogía y filosofía Montessori. Durante las sesiones entran al aula y trabajan de esa manera, cuando salen es más tradicional aunque hay pinceladas de cambio en el centro: decisiones a través de asambleas, democracia, participación de las familias quincenalmente dentro del aula, modelo dialógico e igualitario (basado en el aprendizaje dialógico de Freire). Con lo que pueden convivir dos sistemas sin ser perfecto. En este tiempo he estructurado familia a familia para que aquellos procesos que tenían iniciados los alumnos pueda ser continuado en casa: fabricación de materiales y reciclado de otros para poder ofrecer experiencias en las que los alumnos se organizan un tiempo al día para trabajar autónomamente. Me centraré en dos ejemplos. A es un alumno con un desarrollo madurativo especial por un síndrome raro. Con 9 años se encuentra en explosión de la lectoescritura y conocimiento de los números y operaciones básicas. En casa han colocado en una estantería muchos recursos del aula con los que cuenta él (tarjetas, letras y números de lija, tablas de Séguin caseras, etc.) y él puede recurrir a esos materiales en compañía de su madre, la cual observa e intenta guiar si lo ve necesario o el mismo lo reclama. En dos semanas el ambiente en el hogar es rutinario y natural para él, se interesa por temas, aprovechan cualquier momento para escribir, organizarse, planificar, contar… y continúa así con un ritmo de trabajo similar al del aula y, ante todo, tiene atención especializada aunque esté en casa. B, por su parte, es un alumno muy movido e inmaduro aún, necesita manipular mucho, de él salió la necesidad de continuar usando la tabla perforada para realizar sumas, restas y multiplicaciones, para lo cual utilizó un juguete que tenía de cuando era más pequeño (ver imagen abajo). Se le ocurrió agrupar los diferentes «pinchitos» por colores como la tabla perforada, verde para las unidades, azul para las decenas y rojos para las centenas, y desechar los de otros colores. Cuando lo necesita recurre al material para realizar o comprobar sus operaciones, como hacía en el aula, lo cual demuestra su autonomía e iniciativa. Al principio nos comunicábamos por mensajería a través de la plataforma Class Dojo, que se usaba para mensajería diaria en la escuela. Sin embargo, ahora hemos optado por realizar videollamadas al inicio de cada semana para organizar la semana, resolver dudas y planificar. Estas video tutorías se realizan con la familia y el alumno y han sido todo un salvavidas, pues esas tutorías se realizaban en la escuela sólo en presencia de la familia. Ahora, como se hacen con el niño presente, son muy igualitarias, cercanas, una ventana al hogar del alumno y del maestro, haciendo, en la medida de lo posible, más humano el trato aunque sea digital. Ha habido un cambio de actitud de todas las familias, para mejor. Si esto se prolonga se procedería a hacer redes de ayuda para elaborar recursos y materiales para ampliar los que ya existen. Tienen buena predisposición y los adultos están empleándose a fondo para que ellos también se pongan en el lugar del niño, para seguirle en lugar de pautarle. Las videollamadas semanales o cada pocos días siguen contemplándose. Creo que todo nos llega de nuevas y la colaboración entre especialistas y familias es vital. Por ejemplo, en el caso de «A», acude a un centro de terapia ocupacional donde trabajan a nivel de integración sensorial, su punto de vista, desde las experiencias, la lectoescritura o la alimentación (que se trabaja específicamente con él), son vitales para ofrecer las mejores experiencias en estos días de aislamiento».
Luciana Passini. Ayni Educación Viva. Villa Devoto, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
«El nuestro es un espacio de juego espontáneo preparado según las etapas de desarrollo desde bebés, con talleres optativos, propuestas específicas para niñas y niños, salidas y visitas, más un encuentro semanal en la naturaleza y talleres de acompañamiento a familias. Confiamos en que los deseos e intereses de cada niña o niño son el motor para que ellas/os creen su propio camino de aprendizaje y, desde nuestro rol, nos disponemos a recrear el ambiente preparado. Con esta situación, al no estar el contacto presencial con las familias, estamos construyendo nuevos puentes de contacto con las herramientas digitales. En general siempre apelamos a intercambiar personalmente, aunque no somos enemigos de las herramientas como email, WhatsApp o llamadas. El objetivo es establecer contacto cercano para alimentar la profundización de nuestra red y ofrecer sostén y contención. Proponemos reflexionar juntas/os cómo acompañamos, poner el foco en cómo nos sentimos y cómo accionamos en la intervención directa. Lo llevamos a cabo a través de un acompañamiento personalizado que invita a la auto-observación y reflexión. Las familias están sosteniendo el acompañamiento a sus hijas e hijos 24 hs. sin sostén presencial de espacios de juego, actividades, talleres, casa de abuelas/os, paseos, etc. Podemos pensar que es una oportunidad para observar en qué nos demandan nuestras/os hijas/os, percibir qué necesitan de nosotras/os. No llenarlos de actividades o de propuestas directivas, sino seguir en casa con la misma lógica, dándoles tiempo de aburrirse y de encontrarse con el vacío para que la creatividad aparezca. Y entonces, ensayar nuestro rol de acompañantes confiando en ellas/os y mostrarnos disponibles para lo que explícitamente nos demanden. Lo vivimos como una instancia más que nos invita a ser creativos, recrear en un grupo humano qué hacer, cómo, según las necesidades del grupo».
Pedro León. Director de Bauhaus Comunidad, Escuela Bosque y Jardines de Educación Alternativa. Colombia.
«Seguimos con el desarrollo de sus proyectos de aula sin interrupciones y un acompañamiento distante, una voz de apoyo. Generamos un plan de trabajo fundamentado en el desarrollo de sus proyectos, basado en hipótesis y, según su etapa, se continúa comprobando estas hipótesis ahora por sí mismos o con sus familias, de la misma manera que lo haríamos en Bauhaus, desde el hacer práctico para luego llegar al registro de hallazgos. Este plan tiene horarios para hablar con los chicos telefónicamente y reuniones por Skype».
Tikapata. Escoescuela para la sostenibilidad. Urubamba, Perú.
El equipo envió una guía de orientaciones a la familia que resumimos: «Sabemos con certeza que el juego en los niños y niñas no se detiene nunca, y no hay cuarentena que valga. Tenemos la gran fortuna de tener este increíble mecanismo de aprendizaje instalado de forma permanente en nuestro ser y creemos que esta es una gran oportunidad para poder comprobarlo. Pero este mecanismo necesita de la ayuda y disponibilidad que como adultos podemos brindar, para poder desplegarse en todo su potencial. Esta ayuda implica ir construyendo las condiciones para una convivencia más armónica entre todos, no sólo contemplando las necesidades de l@s más pequeñ@s, sino las de todos los miembros del hogar. Esta situación que estamos viviendo puede tener un efecto claro sobre las emociones de los adultos, en este contexto será importante cuidar nuestras reacciones ante los niños y niñas en momentos de tensión y desánimo evitando episodios de comunicación negativa.
Por ejemplo, podemos acondicionar algunos espacios, materiales y ambientes de la casa para poder responder a las necesidades auténticas de nuestr@s hij@s y poder pasar estos días de la mejor manera. Estas necesidades son para nosotras: presencia, porque es tan importante tener un horario de trabajo como un horario para estar con ell@s; movimiento expansivo, que es vital todos los días para sentir el cuerpo en su globalidad y regularse; autonomía y participación en la rutina diaria, porque necesitan sentirse capaces de asumir pequeños retos y tareas para poder ocuparse de sí mismos; juego libre, porque es la forma en que la infancia procesa su estar en el mundo. Para esto, sugerimos implementar estos ambientes o espacios: de movimiento, de juego simbólico, de juegos de construcción- manipulación, biblioteca, espacio de juegos sensoriales/ expresivos, de artes plásticas, musical, etc».
Red Mushuk Away. Ecuador.
Las escuelas alternativas y proyectos comunitarios de ese país trabajan en red desde hace tiempo y organizan encuentros presenciales en localidades que van rotando. A partir del distanciamiento social rápidamente se organizaron para no perder el contacto a través de webinars y charlas abiertas virtuales sobre beneficios del huerto, maternidad en épocas de crisis, círculos de mujeres y de masculinidades, sobre otras economías y educar sin escuela.
Producción de Dolores Bulit. Gracias a Celine, Martina, Germán y Ginés por la ayuda.
Fotos de las escuelas y espacios de aprendizaje consultados.
Si querés sumar tu experiencia, dejala en los Comentarios abajo.
Hola, Somos Mónica y Luciana, desde nuestro querido jardin Maternal Abrázame, inspirado en el abordaje de la Dra. Emmi Pikler, Rio Cuarto-Córdoba-Argentina, llevamos el jardin a la casa de los niños y niñas…. Trasladamos estructuras de madera que favorecen el movimiento libre y dejamos dicho juego una semana en su casa, en ese breve encuentro aprovechamos para interactuar con las medidas preventivas para evitar el contagio de COVID19, nos saludamos con el codo, uso de barbijo, uso de alcohol para desinfectar los juegos, etc. Y en la virtualidad seguimos acompañando a las familias para organizar entornos saludables para que los niños y niñas desplieguen su autonomía.
Gracias por contarnos, Mónica y Luciana. Saludos!