Así como en Estados Unidos y Brasil ya hay estudios de abogados especializados en defender a las familias que hacen educación en casa, faltaba una opción similar para los hispanoparlantes. Ahí es cuando entra en la escena Flor Zambrano, abogada que vive en Venezuela y que desde 2022 viene haciendo ese trabajo en varios países. Junto a su familia y un grupo de colaboradores crearon lo que consideran el primer currículo para familias homeschoolers gratuito «con enfoque de principios». A quienes quieran acceder al programa de «La Vid Homeschool» se les pide hacer un curso de entrenamiento previo. Desde 2022, más de 4500 familias lo utilizan.
Pero quizás lo más novedoso es que ofrecen un servicio de entrenamiento para abogados defensores de familias que puedan encontrar problemas legales para hacerlo. Es que esta opción no está explícitamente permitida en las leyes de nuestra región, y en muchos casos deben demostrar que están respetando el derecho fundamental a la educación, protegido por nuestras constituciones y los acuerdos internacionales a los que adhieren nuestros países. En junio, agosto y enero próximos La Vid va a ofrecer las próximas capacitaciones online para abogados latinoamericanos (inscribirse acá: https://www.lavidhomeschool.com/apoyo-legal/capacitaciones).
La entrevisté por videollamada para conversar en detalle sobre la educación en casa en nuestra región, y también para hablar sobre los puntos más sensibles de esta opción educativa.
-¿Aumentó el interés en la educación en casa también en Venezuela? ¿Cuál crees que es la causa?
-Yo creo que una de las causas principales por las cuales las familias venezolanas específicamente hacen homeschool es porque están buscando, en primer lugar, un currículo de calidad que cumpla con los estándares internacionales. En las materias esenciales, como matemáticas, lenguaje o idiomas, es muy importante que sea adecuado a estos estándares. Así que las familias buscan un trabajo curricular que muchas veces no encuentran en otros lugares.
Pero esto no es solo en Venezuela, porque yo trabajo con 23 países y te puedo asegurar que es algo internacional: los padres necesitan y quieren calidad educativa. Otra razón de peso es que la mayoría de las familias que hacen homeschool son de fe cristiana. Y no quieren que sus hijos sean abordados con otras ideologías de cualquier tipo, empezando por la humanista, que es la habitual en los curriculums escolares latinoamericanos.
-¿Y en el resto de Latinoamérica?
-Está pasando en otros países latinoamericanos, está creciendo mucho por ejemplo en Colombia y México. En Argentina crece sin silenciosamente, pero yo veo un patrón en todos los países latinoamericanos, incluso en Cuba donde tienen que estar muy escondidos: buscan una alternativa ante cualquier ideología, de cualquier país, que se oponga al principio cristiano para una familia que está firme en en su fe. Y entendiendo en primer lugar que la patria potestad incuestionablemente es de los padres, y que, dentro de la custodia, o como dicen en Argentina ahora, la responsabilidad parental, está el derecho a educar. Entonces, creo que en los últimos años los padres simplemente han despertado un poco más.
-También tenemos en común en nuestros países que los gobiernos parecen no querer darle algún tipo de marco legal.
-Es que quien tiene control sobre la la educación ejerce un control sobre la población, no solamente por el contenido, sino por la cantidad de horas que pasa un niño frente una persona que lo está educando. Así que no me extraña.
Sin embargo, es bien interesante el trabajo que estmos haciendo las familias desde la base. Recibimos cientos de correos para asesorarse. Necesitamos transitar varios pasos todavía como países latinoamericanos, para llegar a lo que, de repente, hoy conocemos como una mejor situación, como la que tienen los norteamericanos. Que después de 40 años tienen leyes en cada estado, hay aceptación, ya maduró una nación en ese sentido. Pero para llegar hasta ahí, hubo pioneros, gente que luchó, y ese es el trabajo de nosotros ahorita.
-No hay casos «de éxito» que lleguen a la luz pública, ¿creés que eso influye?
-Cuando la sociedad empiece a conocerlos, los resultados van a ser irrebatibles. Yo tengo contacto con varios homeschoolers graduados. A uno de ellos la semana pasada lo acaban de nombrar el segundo investigador en la mejor universidad de su país, y lo becaron completo porque es un tremendo alumno. El hizo homeschool siempre. Y hay otra que conozco en tu país que ya se está graduando. Es innegable que aprenden, sólo que estamos en ese primer momento. Por las estadísticas que manejamos nosotros, vemos personas que están en excelente capacidad de estar en cualquier universidad del mundo.
-¿De qué países te llegan más consultas?
-Argentina es el el país en el que tenemos más casos legales, se duplicaron las consultas en relación con el 2024. Nos llega al menos un correo semanal. Buenos Aires es un poco diferente a las provincias, en donde el desconocimiento es tremendo. Nunca pensé que tendríamos tantos casos en Argentina. Ahora cambió la normativa en la ciudad, y de eso vamos a estar hablando en la próxima capacitación online para abogados.
-¿Qué tipo de acciones legales están tomando?
-Allá en Argentina tenemos a una abogada, Lía Marisol Alvarez, especialista en el área penal. Porque ya desde el momento en que la familia decide sacar a su hijo de algún colegio, empieza un procedimiento administrativo y tienen que presentar escritos. Muchas veces se presume la mala fe de la familia, contrario a lo que legalmente es el principio de la buena fe. Ya se han hecho denuncias por los delitos que cometen los funcionarios cuando atacan a la familia, la persiguen, por usurpación de autoridad. Lo que sí veo en Argentina es que en general las familias no tienen temor. Cuando toman una decisión, no van para atrás. Hasta ahora, no hemos perdido ningún caso, ni en Argentina ni en ninguna parte de lo que hemos llevado. Hay un protocolo legal que seguimos, un paso a paso de defensa de una familia, que está enfocado en un estudio de cuál es el material probatorio que se requiere para que tenga una buena defensa. Y en mostrar que los colegios no tienen derecho a prohibir a las familias retirar a sus hijos.
En Venezuela hemos tenido el caso que ha llegado más lejos, que también hemos ganado. También en Perú, Ecuador, Chile, Uruguay. Pero una familia que tiene todo su su portafolio y sus elementos probatorios va a estar bien.
-¿Tiene costo la asesoría legal?
-Nosotros llevamos tres años haciendo asesoría legal sin costo porque creemos que hay que hacerlo. Ahora que ha crecido la demanda y la cantidad de colaboradores, estamos organizando mejor el equipo legal a nivel latinoamericano. Para que una sociedad sea librepensante, pueda crecer y madurar, creemos que no podemos detener esto. Por eso estamos diseñando un modelo legal a futuro para trabajar específicamente el área legal educativa.
Vamos aprendiendo mucho. Por ejemplo, de los juicios que en Brasil llegaron hasta la corte, los elementos decisivos estuvieron en el currículo. Estuvieron centrados en la educación de calidad, en que no haya negligencia educativa. Entendimos que eso es central, transversal a todos los casos. El modelo probatorio debe estar basado en el currículo educativo y todo lo que tiene que ver con la planificación del aprendizaje, para que, si a la familia le toca ir a la justicia, desde el principio esté bien preparada. Por eso hacemos un trabajo preventivo de explicarle a la gente que haga su portafolio de evidencias de aprendizaje.
-¿Qué pasa si una familia te consulta y no es cristiana?
-El servicio es para todo el mundo, no es una condición. Nuestro requisito es que cumplan a tiempo el paso a paso que les pedimos. Que nos envíen un formulario extenso con todo lo que requerimos, porque de otra forma no podemos ayudar. Menos en casos de urgencia donde nos llaman justo antes de una audiencia, que nos ha pasado.
Nosotros nos aseguramos legalmente de que la familia tenga en sus manos una evidencia probatoria que es válida para un juicio y que no es solamente algo administrativo, porque esa es mi especialidad. Nos hemos enfocado en la parte educativa probatoria.
-¿Algún funcionario político te ha pedido alguna vez asesoría o se ha interesado en saber?
-Funcionarios o políticos no, pero sí abogados de países en donde están presentando proyectos de ley o normativa. De repente hay personas que están preparadas o les gusta estar en contacto con funcionarios, y está muy bien. Nosotros no tenemos esa esa práctica porque yo creo mucho más en el trabajo bien hecho de una familia que entrar con alguna propuesta política.
Hemos visto seis mil familias en los últimos tres años y ellos han logrado educar en casa haciendo portafolios, sé que ellos existen porque los he conocido. De repente no son muchos, pero sé que se van a multiplicar porque es una tendencia.
-¿Creés que en los próximos años el homeschool va a sobrevivir sin un marco legal positivo, va a seguir siendo un movimiento de las bases, grassroot, como se dice?
-Lo que pasa es que para tener un marco legal se necesita una madurez legislativa y activa que no quiera usar esa herramienta como un método de control de las familias. Entonces, yo creo más bien que nuestro trabajo es educar a las familias y abogados. Toca construir.
-¿Qué tenemos que construir?
-Conceptos. Por ejemplo, ¿qué es el homeschool, qué es un padre educador? Porque ese padre educador tiene una connotación legal, aunque no haya una legislación expresa, tenemos un marco y normas que se articulan. Cuando un padre se convierte en un educador desde el hogar, él es el tutor legal y el garante de un derecho. El derecho a la educación y el derecho a ser educado son las dos caras de la misma moneda, y son los reclamos que se le hacen al homeschool. Eso significa que cuando yo soy el garante de un derecho, la ley me exige. Sobre eso estoy trabajando ahora para preparar a las familias y abogados: ¿qué significa ser el garante de un derecho?
Repito, no sé si en este momento hay madurez social suficiente. Lo cierto es que necesitamos comprender un poco más como latinoamericanos lo que no podemos hacer. Es algo muy común que una familia me diga que quiere “prescindir de matemáticas hasta el tercer grado». Y yo le respondo que no puede hacer eso porque son los garantes de un derecho y las leyes de su país se lo exigen. Y si no puede garantizar el derecho a la educación, lo puede perder. Y no lo va a perder porque no hay un marco legal, lo va a perder porque no entiende siquiera cómo lo está ejerciendo.
Así lo entendemos nosotros. Aunque no haya marco legal, si hay unas bases sobre las que perfectamente podemos caminar firmes, porque se va a estar cumpliendo lo que la ley quiere que se cumpla: que el niño esté educado, que haya pruebas de que eso está ocurriendo y que no hay negligencia educativa.
-Una de las mayores criticas que se hace a la educación en casa es que es endogámica. ¿Cómo hace la sociedad velar por eso niños, y cuidarlos por ejemplo del abuso emocional y físico?
-Mira, luego del entrenamiento para padres que hacemos en La Vid, ellos entregan un trabajo que es revisado por varias personas. También cuando empiezan a certificar estudios. De esos análisis se sacaron muchas conclusiones, pero una muy importante es que las familias tengan un tutor, un revisor de de lo que está pasando dentro del hogar, no solamente para apoyar académicamente, sino también detectar alguna cosa, que puede pasar tanto en una alumna escolarizada o haciendo homeschool. Para mí, se trata del principio básico de rendición de cuentas.
-Pero en ese caso son los propios protagonistas que rinden cuentas; sigue siendo bastante endogámico.
-Claro. Pudiera ser muy práctico de repente que el Estado, con sus equipos psicológicos, pudieran evaluar a los estudiantes. Eso incluso no sería tan costoso para la sociedad. Nosotros en La Vid le pedimos a la familia tener un informe médico una vez al año en su portafolio. Creo que ninguno se debería negar a que su hijo sea evaluado. Más bien deberías querer que tu hijo se evaluara.
Comentarios recientes