¿Si vivimos en sociedades democráticas, por qué las escuelas no lo son?

En Argentina, las escuelas enseñan los mecanismos democráticos con materias como «Ciudadanía». Pero mi pregunta desde qué conocí escuelas que sí lo son es: ¿cómo es posible aprender verdadera democracia si no la ejercen en los ámbitos donde niños y adolescentes pasan gran parte de su tiempo?

Me obsesiona esta contradicción que nadie parece ver. Por eso, siempre que puedo les pido explicaciones a quienes actúan en ámbitos académicos y educativos. Aurora Lacueva, con quien nos conocimos en la red social Twitter, tuvo la gentileza de responderme en una nota de opinión que publicó en «Ultimas Noticias». Es Profesora Titular de Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela en las áreas de Pedagogía general y Enseñanza de las Ciencias Naturales.

Uno de sus textos que me pareció fascinante es el que propone que la estructura escolar sea como la de un centro cultural. También tiene otro que se llama «La organización del trabajo escolar: del orden autocrático al orden democrático». Todos pueden leerse acá, en el repositorio de la Universidad: http://saber.ucv.ve/

«¿Por qué la democracia en la escuela no se ha consolidado? Ha habido iniciativas aquí y allá pero no se multiplican o, peor aún, se desvanecen al pasar algunos años. Un día las y los pre-escolares toman decisiones sobre sus actividades y áreas de trabajo, y poco después están de nuevo coloreando el mismo dibujo policopado que les reparten. Durante un tiempo hay planteles públicos donde las y los discentes eligen sus voceros o delegados, y en corto lapso todo ha vuelto a los pupitres en fila y las órdenes…». Así empieza Aurora respondiendo mi pregunta.

Su respuesta tiene mucho sentido. Leela acá: «Elusiva democracia escolar»

Imagen de portada: Aurora Lacueva (Otras Voces en Educación)

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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