Rosa María Torres fue Ministra de Educación de Ecuador y tiene uno de los blogs latinoamericanos más interesantes sobre el tema. Escribió una entrada con el título que le robé para esta nota después de haber recibido varias veces, en Twitter, un artículo titulado «Los 10 países más educados del mundo«. «La misma cantidad de veces respondí que se trata de los 10 países más escolarizados, no necesariamente de los 10 más educados«. «Debería ser evidente a estas alturas que escolarizado no es lo mismo que educado, que a mayor nivel de escolaridad no se es necesariamemente más «educado». Primero, porque el valor de la educación no se juega tanto en su extensión como en su calidad. Segundo, porque la educación no se limita al sistema escolar (el sistema escalonado y normado que va desde la educación inicial hasta la superior, incluyendo a esta última); la educación es cada vez más desparramada y ubicua: familia, entorno, medios de comunicación, cultura política, trabajo, autoeducación (lectura y escritura, usos de internet), etc. Tercero, porque lo que importa no es la educación por sí misma sino el aprendizaje».
Lee el artículo completo en el blog de Rosa María Torres, no tiene desperdicio: https://otra-educacion.blogspot.com/2013/04/escolarizado-no-es-lo-mismo-que-educado.html
También puede interesarte su artículo sobre Inka Samana, una de las primeras escuelas comunitarias cerradas por el gobierno de Rafael Correa en 2017 a raíz de la decisión de implantar un modelo escolar único en el país, las Unidades Educativas del Milenio (UEM). «Antes de que terminen de desaparecer las escuelas comunitarias con propuestas pedagógicas y curriculares alternativas, es urgente contribuir a documentarlas», dice aquí: https://otra-educacion.blogspot.com/2016/11/ecuador-el-cierre-de-la-escuela-comunitaria-Inka-Samana.html
O su entrevista a Paulo Freire: https://otra-educacion.blogspot.com/2017/04/que-es-ensenar-paulo-freire.html
O su carta al nuevo presidente de Ecuador, electo en 2021, donde dice, entre otras cosas: «La educación no tiene que ver solo con el sistema educativo sino con todos esos otros sistemas en los que aprendemos todos los días: la familia, la comunidad, los medios, la participación social, el trabajo, el deporte, el arte, la política, el internet. Recuerde, por eso, que la educación no tiene que ver con un solo ministerio sino con todos los ministerios, y que no compete solamente al Estado sino a toda la sociedad. El nivel educativo de un país depende no solo de lo que se hace en las aulas sino también de lo que se hace en el hogar, en el lugar de trabajo, en los medios, en el mundo de la política. Estimule la colaboración entre el sistema escolar y las universidades, entre el Estado, los organismos no-gubernamentales, las organizaciones populares y los movimientos sociales». «Asuma el desafío de dar un vuelco a la educación, la que ocurre en las aulas y fuera de ellas, la escolar, la familiar y la comunitaria, la inicial, la básica y la superior, la común y la especializada, la de niños, jóvenes y adultos. El país necesita desterrar las relaciones y prácticas pedagógicas basadas en la violencia y el maltrato, el miedo, la amenaza, el monólogo, el autoritarismo, el memorismo y el enciclopedismo. Construir un nuevo modelo pedagógico que aliente el juego, la curiosidad, la pregunta, el pensamiento crítico, el gusto por el aprendizaje, el placer de la lectura, implica cambios profundos no solo en la cultura docente sino en la familia, en la comunidad y en la sociedad toda. Implica no solo aprender sino también desaprender, revisar viejas creencias, renovar estructuras mentales, identificar y combatir prejuicios, desterrar ignorancias. Implica una gran revolución educativa y cultural que va mucho más allá de los tiempos de su gobierno e incluso de una generación». Carta completa en: https://otra-educacion.blogspot.com/2015/09/carta-al-nuevo-presidente.html
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