Chile: en el Mes de la Educación Alternativa, las escuelas lograron reunirse con el ministro para pedir reconocimiento

La Asociación Gremial de Educación Alternativa de Chile -que desde 2021 reúne a 24 proyectos y escuelas autogestivas socias de distintas regiones- tiene al mes de julio como hito para celebrar la diversidad que existe en el país. Como un buen augurio, el miércoles pasado lograron reunirse con el ministro de Educación, al que le presentaron un informe con los puntos salientes de la realidad del sector. Casualmente, el mismo día, niños de otra escuela alternativa que jugaban en el parque se encontraron con el presidente Gabriel Boric. Se sacaron con él una foto que quedará para la historia.

“Fuimos parte de un encuentro oficial con el ministro de Educación, tras años de arduo trabajo, organización y resistencia pedagógica. Sellamos con esta acción un hito histórico para la educación alternativa en Chile”, declaró Cristian Vergara, director de la Comunidad Educativa Amún de Curicó, que integra la Asociación y fue parte de la comitiva que se reunió con las autoridades.

También agradecieron a la diputada Daniella Cicardini Milla, de la Región de Atacama, “por creer en los proyectos y generar el puente institucional, y al ministro Nicolás Cataldo por escuchar, atender y comprometerse en este tránsito hacia esta transformación educativa”. “Este momento marca el inicio de una mesa de trabajo institucional, donde se reconoce la urgencia y legitimidad de nuestras escuelas como parte fundamental del ecosistema educativo chileno”, afirmaron.

Reconocimiento excepcional

«En términos generales, la reunión fue extremadamente acogedora, y el ministro reconoció la existencia de la escuela alternativa, incluso desde un punto de vista cercano a él. Cree fundamentalmente en la existencia de diversos proyectos educativos como profesional, si bien en el aspecto político está volcado a la política pública. En primera instancia solicitamos del Estado un reconocimiento excepcional, porque el oficial que se aplica a todas las escuelas requiere muchos elementos técnicos que cualquier espacio alternativo, actualmente, no tiene. Principalmente, los espacios físicos, porque las escuelas alternativas en Chile funcionamos en casas que hemos ido acomodando, más grandes, más pequeñas, con patios, algunas son escuelas bosque con mayores extensiones. Fuimos claros en que, si nos ponen la misma vara de este reconocimiento oficial, no vamos a tener la posibilidad», explicó Vergara sobre los detalles del encuentro.

Le contó a AlterEdu que se abrió una mesa de trabajo conjunta en torno al artículo 315 de la Ley General de Educación, que resume las condiciones para obtener el reconocimiento oficial como establecimiento educativo. También recordó que en su Constitución Nacional Chile establece el derecho preferente de los padres a elegir la educación de sus hijos, y que la ley educativa reconoce tres tipos: la  formal, que son las escuelas, la no formal y la informal. «Nosotros estamos dentro de la categoría jurídica no formal. Le planteamos que no por eso somos ilegales, porque algunas tienen patente, tributan, pagan sueldos, generan trabajo. Por eso, uno de los planteamientos que le hice personalmente es que nosotros desde las escuelas alternativas queremos robustecer el tejido social desde la infancia, con una propuesta educativa distinta».

La construcción de un movimiento

Durante la última reunión de directores que los espacios de aprendizaje no formalizados celebran anualmente, una de las exposiciones se tituló: “Lo que callamos los líderes para proteger el tejido”. Es que además de los vaivenes y dificultades cotidianas que atraviesan todas las escuelas, se agrega la puesta a prueba permanente y las tensiones por sostener de forma autogestiva espacios sin apoyo ni reconocimiento estatal.

Antecedentes de la educación alternativa en Chile

Según el estudio que la Asociación Gremial está haciendo, hay al menos 170 escuelas alternativas no reconocidas por el Estado. Además, hay otra pista en las estadísticas oficiales de niños y niñas que rinden examen libre en todo el país: en 2024 fueron 22.000. De esa forma certifican sus aprendizajes en el sistema oficial estudiantes de escuelas no formales y familias que educan en el hogar y en grupos comunitarios. Este año, incluso, para inscribirse en los exámenes libres el ministerio incluye en el formulario una pregunta: ¿Por qué su hijo está dando exámenes libres? Y entre las primeras variables figura la opción «Estoy en escuela alternativa».

“Los enfoques pedagógicos más comunes son el Waldorf y el Montessori, pero también hay experiencias basadas en Reggio Emilia, Lefebre-Lever, Pikler y Matríztica, entre otros. Hay asimismo algunos proyectos más experimentales, que están en proceso de exploración de nuevos marcos pedagógico-curriculares” explica Alfredo Gaete, investigador y docente en este artículo.

“Algunas de estas instituciones alternativas, en conjunto con la Pontificia Universidad Católica de Chile y con el patrocinio de la UNESCO, organizaron en enero de 2020 el Primer Congreso Latinoamericano de Educación Alternativa, bajo el lema: «Otra educación para otra sociedad», recuerda. También apunta que en 2017 la Cámara de Diputados emitió una resolución en la que diagnosticaba que «el cauce educacional nacional se basa en un estándar miope para la consecución de sus fines»; y que, en consecuencia, «hacen falta modalidades alternativas educativas que modifiquen, truequen o complementen el sistema actual». El documento proponía explícitamente tener en cuenta los aportes de las pedagogías Waldorf, Montessori y Freinet, así como de «otros sistemas que se basan en metodologías educacionales alternativas».

“Esta resolución abrió una luz de esperanza, pero por desgracia su impacto ha sido prácticamente nulo. En su gran mayoría, los proyectos educacionales alternativos de nuestro país siguen operando sin tener reconocimiento oficial por parte del Estado, abandonados a una suerte de submundo pedagógico al que acceden principalmente los sectores socioeconómicos más acomodados. No porque sean proyectos «elitistas», sino porque la falta de reconocimiento priva a estos proyectos de la posibilidad de acceder a la subvención estatal, lo que los obliga a cobrar aranceles que, ciertamente, la gran mayoría de las familias de nuestro país no está en condiciones de pagar”, agrega en el escrito.

Julio: el mes de la Educación Alternativa

«El reconocimiento social de la escuela alternativa ya está. Tenemos ejemplos hasta en la Isla de Pascua, y eso ha permitido que muchas más familias puedan acceder. Pero nos falta la aceptación plena de las autoridades, y en parte por eso decidimos instaurar el Mes de la Educación Alternativa. En nuestras redes sociales estamos publicando cada día una escuela alternativa de los distintos rincones de Chile, que esté o no asociada a nuestra organización. Porque esto lo estamos haciendo para todas las escuelas alternativas, porque creemos que son transformadoras para la sociedad», explicó Vergara.

Con la buena noticia, muchas escuelas que la Asociación no tenía bajo el radar están acercándose también. Por eso, planean hacer una reunión abierta con todos los interesados para contar los detalles de esta mesa de trabajo. El último día de julio, además, convocan a todas las escuelas a salir a los espacios públicos a informar a a sociedad quiénes son y cómo trabajan. Para nosotros, éste será un mes de celebración».

Contacto con la Asociación Chilena de Educación Alternativa: https://edualternativa.cl

 

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