En Brasil, la Red Nacional de Educación Democrática está en contra de volver a abrir las escuelas

El 25 de julio pasado la Red Nacional de Educación Democrática de Brasil dio a conocer una carta abierta donde expone sus motivos para oponerse a la vuelta de las clases presenciales en el estado de San Pablo hasta que no se observen curvas reales de descenso de las muertes y los contagios y se publiquen estadísticas transparentes. La fecha prevista por el gobierno para la reapertura es el próximo 8 de septiembre. La Red cuenta con participantes de escuelas estatales y privadas, además de espacios educativos no formales, que se identifican con los principios de la educación democrática. Se encuentran mensualmente y de forma itinerante dentro del estado de San Pablo y llevan 8 años de historia.

«Entendemos que los protocolos no se corresponden con la realidad de la educación brasileña: ¿cómo elegir cuáles estudiantes irán a la escuela? ¿Cómo proteger a los profesores, profesoras y empleados de grupos de riesgo? Sabemos que los hospitales públicos están enfrentando una severa escasez de equipamiento. ¿Cómo garantizar entonces que las escuelas, más numerosas y más llenas que los hospitales, tengan material en cantidad adecuada y con una correcta reposición?», se preguntan en el texto.

Los principios de la educación democrática incluyen la autogestión (las personas que participan son responsables de ella); el placer por aprender (si el conocimiento trae placer, las personas lo buscan sin necesidad de castigos o disciplinas); no existen las jerarquías dentro del conocimiento (sea científico, académico, comunitario, tradicional, espiritual, todos son valorados y respetados y se complementan entre sí). Hay escuelas con esta filosofía no sólo en Brasil, también en Perú, Ecuador, Argentina, Estados Unidos, Israel y varios países de Europa y Asia.

Los educadores de la Red vecina creen que el problema es más profundo que esta crisis circunstancial. «La pandemia intensifica la evidencia del abandono de la función social del estado para que todas las personas tengan las condiciones mínimas de supervivencia y ciudadanía. Y entendemos que el plan de retorno a partir del 8 de septiembre es una respuesta del gobierno de San Pablo a las presiones de la red de escuelas privadas, que está perdiendo estudiantes debido a la crsisi nacional económica y de empleo», afirmaron.

«Como grupo que piensa la educación con los estudiantes y las personas que viven la escuela diariamente y defienden la idea de una educación crítica y liberadora, creemos que el retorno a las aulas no obedece a ningún criterio pedagógico. Tal vez, porque fueron pensados por políticos en lugar de docentes, familias y estudiantes, que no tuvieron voz en esta cuestión, y que según creemos son los protagonistas de una educación verdaderamente democrática», evalúan. «Sería un desastre desde el punto de vista educacional. Niños y niñas que se encuentran después de meses de reclusión deberán ser apartadas de sus pares? ¿Quién tiene un protocolo para eso? ¿Acaso serán castigadas cuando intenten socializar?».

Sobre los docentes, se preguntan «cómo harán para mantener planes de enseñanza alternados, para los momentos presenciales y los remotos. Nos parece una locura». Y como reflexión general creen que el plano social general debe ser tenido en cuenta mucho antes que el plano pedagógico. «Necesitamos traer al rol del estado al centro de la discusión. Tanto para auxiliar a las escuelas privadas como para auxiliar en primer lugar a las personas que están en una situación precaria, para quienes la cuestión de la escuela o la cuarentena ni se compara con cuestiones mucho más urgentes».

«Necesitamos que la sociedad sea consciente de que sus hijas e hijos están en riesgo de perder algo mucho más fundamental que el año lectivo o la plaza en una universidad», termina la declaración. La Red invita a sus encuentros a otros docentes de países vecinos interesados en la educación democrática. Pueden leer la carta completa en la página de la Red:

https://www.facebook.com/redeeducacaodemocratica/posts/768984910507670?tn=K-R

Fotos: distintos encuentros de la Red Nacional de Educación Democrática en Brasil el año pasado.

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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