En el mundo anglosajón existe desde hace décadas una tradición de respeto hacia la libertad de aprendizaje como un derecho de las infancias y las juventudes. No es una corriente mainstream a nivel educativo, pero tiene alcance en varios continentes y adultos ya crecidos en ella que evidencian que esta mirada acerca de la educación funciona muy bien. Pese a los intentos de desestimarla, tildándola de anarquista o liberal, según quién ejerza la crítica, sigue vivita y coleando. Como muestra basta el botón de la pionera Summerhill, que en 2021 cumple 100 años ininterrumpidos de puertas abiertas. Sin curriculum fijo, sin segregación por edad y gestión democrática con participación de niños y adultos por igual.
Esta mirada, que se sustenta en el derecho humano de niños y niñas a tomar decisiones también sobre su aprendizaje (tanto como vestirse, comer, expresarse, etc.), está bien delineada en un «Manifiesto de la libertad para aprender», creado de forma colaborativa por asistentes a siete conferencias convocadas entre 2014 y 2016 por el Dr. Max Hope y sus colegas de siete universidades del Reino Unido (York Saint John, Cambridge, Surrey, Plymouth, Warwick, IOE y Hull). Esa declaración de principios dio pie, a su vez, a la construcción de una red internacional de académicos, maestros, estudiantes de doctorado, madres y padres, sindicatos, activistas y jóvenes, explican en la página www.freedomtolearn.uk.
El manifiesto, que se propone como una guía para quienes están comprometidos a otorgar genuina libertad al aprendizaje, incluye una serie de principios y derechos que pueden ser aplicados en cualquier ambiente educativo:
. Libre de ser evaluados con énfasis en los exámenes de alto riesgo/impacto.
. Libertad para crear. Para que la creatividad surja es preciso pedagogías y curriculums flexibles y sensibles.
. Libre de reglas burocráticas rígidas. Participación en el gobierno y la toma de decisiones en ambientes educativos.
. Libertad para ser. Los espacios y a arquitectura como parte del diseño del aprendizaje.
. Libre de la comparación constante y la competencia.
. Libertad para pensar.
. Libre de sistemas de disciplina coercitiva. La confianza es necesaria para adquirir autonomía.
. Libertad para llegar a ser.
. Libres de una interpretación estrecha de lo que significa ser exitoso.
. Libertad para ser aceptado en la diversidad.
Otra de las actividades que organiza el colectivo es el foro «Freedom to learn forum«, que este año se celebra de forma virtual entre el 14 y el 23 de agosto, con 52 charlas y talleres auto-organizados en torno a diferentes temas y con el lema «Celebrando la libertad, la autonomía y la justicia social en educación». Resolución de conflictos, cómo armar una comunidad de autoaprendizaje, cómo hacer política y organizar activismos, la psicología del autoaprendizaje, encontrando las ventajas de la neurodiversidad, cómo aprovechar las leyes para evitar la injusticia en la educación y hasta un taller de mascotas realizado por niños y niñas son algunas de las propuestas. Para participar del Foro de forma gratuita, con inscripción previa, visitá la web https://freedomtolearn.uk/index.php/what-s-on/freedom-to-learn-forum-2020
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