El homeschooling salió del armario y las madres lo están profesionalizando

María Antonela Di Virgilio es un emergente de esta época, que seguramente en el futuro recordemos como la “salida del armario” del homeschooling. Es abogada desde hace 12 años, ex docente de la cátedra de Filosofía del Derecho, profesora de inglés y mamá de dos hijos que se educan en casa desde hace tres años.

Decía que ella es un emergente porque, como otras, ha sabido abrirse camino para organizar la educación de sus hijos y, en paralelo, un emprendimiento relacionado que le permita dedicarse. Ya hemos contado historias como la suya en este sitio.

«Soy educadora de alma, pero no todo es color de rosa. Con mis hijos solemos dedicar unas horas, tres veces por semana, a la enseñanza más formal. Usamos contenidos especialmente elegidos para ellos, y aunque trato de guiarme por sus intereses, sigo también el diseño curricular del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires», me cuenta cuándo le pregunto cómo se organizan.

«Muchos me preguntan cómo hago para poder hacer todas mis actividades y acompañarlos en las de ellos, y respondo que no estamos todo el día dedicando horas a la enseñanza formal, sentados. Yo creo que los niños aprenden todo el tiempo, literalmente. Pero no hacemos unschooling porque yo necesito organización. Además, me parece importante inculcarles también a ellos el valor del tiempo para que puedan hacer todo lo que disfrutan».

La familia vive en la localidad de Lisandro Olmos, partido de La Plata, provincia de Buenos Aires. Quiero saber si tienen contacto con otras en su zona. «Sí, algunos hacen unschooling y otros homeschooling. Hacemos algunos encuentros más bien lúdicos. Sin embargo, me gustaría que los adultos tuviésemos más tiempo y ganas de hacer comunidad».

-Cuando tomaste la decisión, ¿cómo reaccionaron tu familia y las personas cercanas?

-Hablar sobre el homeschooling y tomar la decisión de un año a otro de no escolarizar a los chicos fue arduo, pero no imposible. Especialmente con los adultos mayores de la familia, porque, como todos, hemos crecido pasando una gran cantidad de horas de nuestras vidas en una escuela y creemos que no hay educacion ni nada por fuera de la escuela. Ese es un mito complicado de explicar a otros cuando no estamos seguros, informados y realmente decididos nosotros primero. Definitivamente, quienes me conocen saben que no suelo adentrarme de forma muy aventurada en ciertos senderos. Pero si sé cuál es el objetivo y el plan, lo encaro.

-¿Te ayuda o te da tranquilidad el hecho de ser abogada?

-Me facilita bastante algunas cosas y me da más seguridad en los aspectos legales de una modalidad que aun no tiene normativa propia como tal, como sí sucede en otros países. De hecho, me gustaría poder ser asesora si en un futuro se preparara un proyecto de ley al respecto. Porque creo que, además de conocer la letra de la ley, hay que tener muy en claro su espíritu. Y qué mejor que tener la experiencia directa de ello.

«Estoy haciendo un podcast gratuito que se llama «Hablemos de educación» y puede escucharse en plataformas como Spotify. Son episodios relacionados con la educación, el conocimiento, la neurociencia, el aprendizaje en todas sus formas. Por otro lado, desde mi cuenta personal en Instagram (@elremanso.home), todos los lunes a las 20.30 horas de Argentina hacemos una charla en vivo con la comunidad de madres, padres y personas interesadas. Ya sea que lo estén haciendo o quieran empezar a educar en casa, sin importar el nombre que le den o la forma en que elijan hacerlo».

Como profesora de inglés, da cursos a adultos y niños desde los 6 años a través de su @instituto.welcome. Y también supo recoger la demanda de muchas familias que quieren hacer rendir libre a sus hijos pero no saben cómo. Para ellos creó una plataforma educativa con contenidos que se entregan todas las semanas.

Fotos provistas por la entrevistada

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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