Desde que empezó la pandemia, cada semana directivos y educadores de escuelas democráticas de todo el mundo se encuentran online para apoyarse mutuamente y proponer actividades comunes. Participé de una de esas reuniones junto con otras 42 personas de países como Rusia, Israel, India, Reino Unido, Montenegro, Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Bulgaria Turquía, Australia, Perú y España. De Argentina dijeron presente Ginés del Castillo (Escuela de la Nueva Cultura La Cecilia) y Germán Doin (Proyecto C).
En Latinoamérica, tienen trayectoria la Escuela Democrática de Huamachuco (Perú), la Escuela de la Nueva Cultura La Cecilia (Santa Fe, Argentina) y la Escuela Democrática Politeia (San Pablo, Brasil), entre las más reconocidas. Ya hablé sobre lo que ellas están haciendo durante la pandemia en esta nota.
En las escuelas democráticas los docentes y los estudiantes tienen igual derecho (y voto, cuando es necesario) en las decisiones acerca de su aprendizaje y su vida en común. En la conferencia mundial de Berlín en 2005 se establecieron estos dos principios básicos: 1. en una escuela democrática los estudiantes tienen derecho a decidir individualmente cómo, cuándo, qué, dónde y con quién/quiénes aprenden; 2. tienen una participación igualitaria en la toma de decisiones sobre la gestión de sus escuelas, incluidas las normas de convivencia y las sanciones, si fueran necesarias.
Coherentes con su estilo de siempre, las escuelas democráticas del mundo no están mandando tareas a sus alumnos, sino propuestas y eventos en plataformas para todos los gustos para que sus estudiantes elijan. Nada es obligatorio ni tiene fecha de entrega. La línea que siguen en pandemia es la de siempre: confiar en la autoregulación de los alumnos, que siguen cada uno su propio camino de aprendizaje con apoyo de los adultos y sus pares.
Antes de cada cita online, los educadores de estas escuelas participantes en las charlas ponen sus ideas y preguntas en una página de la plataforma Padlet.com. Estas son algunas de las actividades que estas organizaciones están proponiendo para mitigar la falta de encuentro cara a cara:
1.Eventos conjuntos. Usan una plataforma abierta de calendario (timetable) donde cada escuela puede subir la convocatoria, con día y hora, a un evento que podrán compartir todos juntos online.
2.Videos «Cómo se hace» (how to). Crearon un canal de YouTube para que estudiantes y educadores puedan subir videos cortos explicando cómo se hace, paso a paso, algo que les guste o sepan hacer. The Online Global Democratic School.
3.Museo virtual. Usan la plataforma Emaze.com para subir dibujos y pinturas, fotos o presentaciones gráficas.
4.Una plataforma para la participación democrática. Para acompañar procesos de decisión tanto online como offline, presentaron Decidim.org, surgida en Barcelona luego del movimiento del 15M.
5.Un curriculum online convertido en preguntas y actividades. En Finlandia existe la plataforma Knowledge Constructors, primera escuela democrática online de ese país y que aprovechan también los homeschoolers.
6.Un grupo de reflexión pedagógica al estilo de «la isla de Eureka», una experiencia de escuelas innovadoras de la ex URSS justo antes de la caída del muro.
7.Newsletter y charla dominical. AERO, la red de escuelas alternativas de Estados Unidos, se reúne cada domingo en videoconferencia y publica un boletín de noticias cada semana.
8.Mapa de escuelas. Todas las escuelas democráticas pueden agregarse a un mapa para ser fácilmente ubicadas, junto con sus características generales.
8.Preparando los 100 años de Summerhill. Los herederos de Alexander S. Neill ya subieron la web para celebrar el aniversario de la escuela democrática más antigua de Europa el año que viene. En su grupo de Fecbook las escuelas y experiencias que se se han inspirado en ella pueden mandar mensajes e historias.
Al final de las exposiciones surgieron algunas preguntas que los participantes fueron contestando entre sí. Una educadora que trabaja además en escuelas convencionales preguntó cómo llevar allí la educación democrática. «¡Dejalos que abran el curriculum!», fue la respuesta unánime. Que los estudiantes elijan cómo abordarlo, qué hacer para los diversos temas. ¿Qué actividades hacemos hoy, en esta situación de aislamiento?, quiso saber alguien más. «Hoy más que nunca permitamos que las propuestas sean más personales e íntimas; es el momento», ensayaron. Yaacov Hecht, por su parte, mostró un video que nos dejó sonrientes a todos. Uno de sus estudiantes le mostraba cómo había aprendido a caminar por las paredes de un pasillo durante la cuarentena.
Mirá el mapa de las escuelas democráticas del mundo: https://www.idenetwork.org/index.php/directory/map-view
Fotos: AERO, Yaacov Hecht, Marko Koskinen, Summerhill.
Respecto.al parrafo de enviar propuestas a los alumnos» sin tareas ni tiempos’p.q.cada alumno haga aprendizaje a su modo. Yo resaltaria el ACOMPAÑDOS.y GUIADOS X UN ADULTO ya q la realidad muchas veces muestra q siempre hay «distractores» para posponer