Demasiado chiquita para pensar tanto

Cuando estaba en la secundaria le proyectaron la película «La educación prohibida» y se sintió estafada por todo lo que le habían dicho que la escuela debía ser. «Fue un puñal directo al corazón. Hubo algo que se rompió, algo que cambió, un paradigma entero que se desvaneció y una bronca que creció tanto en mi interior que terminó por convertirse en angustia y llanto prolongado por varias horas. Me sentía completamente engañada y todxs eran cómplices», explica María Sztajnszrajber, que es hija del conocido filósofo y divulgador argentino.

Cuando pidió a los directivos crear un centro de estudiantes en su escuela, de gestión privada y religiosa, el adultocentrismo afloró sin máscara. María escribió una columna de opinión donde recuerda el suceso y se descarga contra la escuela y su alergia a la participación de los estudiantes en su propia formación.

Podés leer el texto completo en la revista Urbe, acá: https://urbe.com.ar/revista/sos-muy-chiquita-para-pensar-tanto/

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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