La Consejería de Educación de Asturias, en España, suspendió a un docente universitario este año tras un procedimiento extenso e inusual, informa el portal InfoAsturias. Contamos el caso de Yván Pozuelo en esta nota, que ahora cuenta que el expediente de su caso ocupa 2.500 páginas y se invirtieron 22 meses de vigilancia y procedimiento. Y, recuerda, todo ello sin haber mediado jamás ninguna queja de parte de sus alumnos ni de sus familias.
«El servicio de inspección montó una caza de brujas. Es una censura velada, a través de una sanción muy severa, diría yo que histórica, como un aviso a navegantes. ¿A qué navegantes? No a navegantes innovadores ni a gurús, a navegantes que no se dejan comprar ni amedrentar por el poder. Lo que hice y hago desde hace 10 años si lo hace otro u otra próxima al poder no tendría ningún problema, incluso quizás recibiría un premio», escribe como descargo en sus redes sociales.
Los cargos alegados que justifican la sanción fueron cinco:
«1. Calificar mayoritariamente con dieces sin justificación y de forma inmerecida a mi alumnado (Muy grave, dos meses).
2. Negarme a hacer la evaluación formativa a mi alumnado (Muy grave, dos meses).
3. No programar debidamente las enseñanzas de Francés (Muy grave, dos meses).
4. No llevar registros veraces y efectivos del rendimiento de mi alumnado (Grave, un mes).
5. No coordinar el departamento del que era responsable (Grave, un mes)»
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