“Sentido se especializa en el arte de la particularidad y la mirada individual para cada niño. Somos todos diferentes. Y somos tratados así”. Esta es la declaración del espacio de aprendizaje “Sentido”, que este fin de semana se mudó al lugar que desde hace más de un año tenían en construcción dentro de una finca de casi cuatro hectáreas en Coquimbito, Maipú, provincia de Mendoza.
Inició su historia de manera itinerante y en espacios abiertos. Después, entre marzo y julio del 2021 funcionaron en las casas de las familias que empezaron. Hasta que alquilaron una casa. Finalmente, desde el 2024 están en una finca, que consideran el espacio idóneo para una propuesta de educación viva.
“Preparamos un ambiente estimulante y convivimos dentro de acuerdos muy precisos”, me cuenta su fundadora, Luciana Carbone. “¿Es posible que haya salud en los espacios educativos? Yo siempre me pregunto por la salud, porque mi profesión de base es la psicología, yo soy psicóloga. Por lo general, yo tengo la experiencia de que en la escuela muchas veces se refuerzan cuestiones que son muy poco saludables”, advierte durante una reunión online con iniciadores de otros proyectos educativos.
«Previamente a empezar con Sentido participé como mamá de una escuela viva, y desde ese lugar pude ver cuáles eran las fallas, qué fue lo que hizo que se disolviera. Luego tomé el impulso yo y participé en espacios de supervisión grupal con otras mujeres de otros países que ya estaban en escuelas alternativas. Yo sabía que esa posibilidad existe y quizás por eso sentí que se podía ordenar esa complejidad”, recuerda.
En Sentido no hay aulas, uniformes, timbres ni recreos, tampoco separación por edades o grados. Esa libertad de estructuras escolares genera mucha interacción entre las partes. “Nuestro foco está en el vínculo y no en los contenidos curriculares pues queremos generar preguntas y curiosidad, no introducir contenido a la fuerza. Observamos día a día el vínculo del niño con su cuerpo, con el ambiente, con los materiales, con el aprendizaje, con sus pares, con la grupalidad y con los adultos. Observamos y acompañamos lo que cada niño manifiesta y necesita aprender. Como somos expertos en desarrollo corporal y emocional, no pretendemos que los niños estén quietos, en ambientes encerrados y en silencio”, subrayan.
Encuadres pedagógicos
Cada jornada es única. Hay un ritmo marcado por rituales propios y cotidianos, estructuras pedagógicas y acuerdos específicos que “decantan de horas de estudio, reuniones y pericia profesional. Pero, a la vez, la estructura está viva y cambia según las necesidades”, señalan.
Para ordenar el aprendizaje definieron tres tipos de encuadres, organizados de antemano o bien espontáneos, que contienen una experiencia, de la cual deriva en un aprendizaje. “Esto implica que los participantes, luego de vivenciarlo, se modificaron internamente gracias a esa experiencia. Porque cuando la atención, concentración, el cuerpo y la emocionalidad de los participantes se incluye sinérgicamente”, afirman. Los encuadres más frecuentes son talleres, proyectos, ambientes preparados, materiales, experiencias directas en territorio, asambleas, saberes familiares, intervenciones directas y juego libre.
“¿Qué podemos percibir acá? Que cuando las cosas están pensadas de manera respetuosa, no se pierde el entusiasmo por aprender. A los niños les gusta saber que se cuidan los vínculos, y entonces entre ellos se respetan y no pierden eso que los hace especiales y únicos. Eso que les enciende los ojitos y hace que puedan estar un ratazo haciendo algo porque les apasiona, ¿no?”, reflexiona Luciana entusiasmada.
Sentido recargado, versión 2025
Para este 2025 hay espacio para niños desde los 2 años. Los grupos por edades se organizan de 2 a 3 y de 4 a 7 años. Luego, se agrupan los de 8 a 11 y los mayores de 12. La jornada mínima para participar está definida de 9:30 a 13:30hs, y la jornada extendida es hasta las 16. También está la opción de llegar a las 8. Aunque se convive en el mismo espacio, cada grupo tendrá sus acompañantes de referencia, materiales, actividades y propuestas diferenciadas (en general, hay un adulto cada 8 niños).
También para este año se proyectan actividades después de las 16 horas. Ya funcionan Robótica,
Educación Ambiental, Yoga, Filosofía, Arte y Doblaje de películas. Se proyecta tener espacios de consultorios, psicomotricidad, talleres artísticos y deportivos. Además, grupos de estudio e investigación para adultos, cowork con cafetería, biblioteca, ludoteca, tienda, y eventos culturales y artísticos los fines de semana.
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