Si el mundo tecnificado se encargó hace rato de borronear los bordes del tiempo y el espacio, era cuestión de horas hasta que esas certezas fueran cuestionadas también en relación a la escuela. Leí en el Ecos de Sunchales que en esa ciudad de la provincia de Santa Fe se preparaba la primera escuela secundaria virtual del país. Un país que, hasta la pandemia, permitía en sus leyes la educación no presencial solo para los mayores de 18, pero que en Junio la habilita en situaciones excepcionales modificando con celeridad y unanimidad parlamentaria inusitada un artículo de la Ley Nacional de Educación (pueden leer mi nota sobre eso).
El Instituto Cooperativo de Enseñanza Superior (ICES) existe en realidad desde hace más de veinte años en Sunchales, fruto del esfuerzo de varias cooperativas de la zona agroganadera reconocida históricamente como cuna del cooperativismo nacional. Ofrece formación de nivel superior y su secundaria tiene más de veinte años, con trayectos formativos especializados en Administración e Informática y particularidades como la cooperativa escolar, que comparte con otras de la zona. A diferencia de las «cooperadoras» de padres y madres, éstas son gestionadas por los y las estudiantes para resolver sus propias necesidades, aprender a tomar decisiones y poner el curriculum en acción.
Entrevisté por teléfono a Virginia Cresta, directora de la secundaria del ICES, cordobesa de nacimiento, santafesina por adopción.
-¿Cómo surge la idea de ofrecer una escuela secundaria virtual, terminado incluso el tiempo de excepción que marcó esta pandemia?
-Fue un cúmulo de cosas. En primer lugar, el haber transitado muy bien la pandemia dentro de una secundaria que ya tiene 28 años de trayectoria en la ciudad. Nacimos como una escuela muy informatizada desde el inicio, fue parte de la identidad y su forma de trabajar. Después de unos meses de trabajar muy bien, haciendo encuestas con los chicos y sus familias, pensamos: ¿por qué no ofrecer esta escolaridad a chicos y chicas que por diversas razones no tienen la opción? Porque viven en el campo, en una localidad sin o cuya orientación no es la que más les atrae. Acá, en la zona rural que nos rodea, pasa mucho: las familias se tienen que mudar o separar en esta etapa. Creemos que es una buena manera de llevarla a mayor cantidad de personas y en condiciones de igualdad.
-¿Qué plataformas digitales usan y cómo resultó este año?
-Acadeu es una de ellas. La usamos desde hace tres años, analizamos varias y esa fue la que más nos gustó en su momento. Te permite una comunicación instantánea con las familias, es el cuaderno, el WhatsApp y el correo todo junto, con una aplicación para el teléfono muy sencilla. Y como todo queda registrado, permite hacer estadística, promedios, rendimiento de cada uno o de grupos: una lectura global que es buena para la toma de decisiones para mejorar. Y la otra es Moodle, que usan gran parte de las universidades. Ahí está la planificación de cada materia, los criterios de evaluación y las clases con material multimedia como texto, imágenes, juegos, líneas de tiempo, mapas conceptuales. No todos los profesores la usan igual, claro. Las capacitaciones docentes que pensábamos hacer en 3 o 4 años, el aislamiento obligatorio las aceleró. Más allá de lo arduo y cansador, hago un balance positivo a nivel docente.
Por eso, el proyecto de secundaria virtual empezó con el impulso que nos demostramos a nosotros mismos que podemos hacerlo. Formamos un equipo increíble, cada uno potenciando sus virtudes. Los preceptores y el equipo de orientación también estuvieron brillantes. Teníamos ya desde antes un coordinador tecno-pedagógico y una facilitadora virtual tanto para los alumnos como para los docentes.
-Y más allá de que ya venían informatizados, ¿cómo fue la respuesta de los chicos y las chicas este año?
-Los chicos extrañaban la presencialidad, pero decían que se daban cuenta de que estaban aprendiendo de una forma diferente. Surgió muchísimo el aprendizaje de la autonomía y la autogestión. Incluso en primer año, a donde llegan de escuelas primarias diferentes. Tuvieron dos semanas para conocerse, estábamos preocupados especialmente por ellos, pero fue increíble cómo llevaron el año.
-Esa autonomía que pudieron ver, ¿los llevó a pensar en correr un poco el eje del control o replantear otras cosas en la escuela?
-Exactamente. En primer lugar deseamos que los chicos sientan que vale la pena venir a la escuela porque pasan cosas interesantes. Es un gran desafío y tenemos trabajo por delante, pero ya veníamos pensando que queríamos hacer un cambio. Sobre todo el tema de los tiempos, revisar cuál es el valor del tiempo que pasan acá. Vienen de 7 a 13 horas y los veíamos agobiados, dormidos. Veníamos viendo cómo respetar la cuestión biológica del adolescente, que necesita levantarse más tarde por una cuestión biológica. En Santa Fe el sistema es bastante estructurado, y aunque somos una escuela privada autorizada sin aportes del Estado, tenemos que cumplir esos lineamientos muy estructurados, por llamarlos de alguna forma. Pero ahora es otra la apertura, de hecho este proyecto de secundaria virtual no hubiera sido considerado interesante y valioso.
-Pasada la situación de excepción para las clases presenciales, ¿pensás que la normativa va a ser receptiva de la escolaridad a distancia para menores de 18 años?
-Empezamos a hablar con gente del Ministerio de Provincia y Nación para tantear las posibilidades. Hicimos una presentación y estamos haciendo los ajustes para cumplir los requisitos de un formulario bastante exhaustivo. Están dadas las condiciones para que nuestro proyecto sea aprobado, el Consejo Federal de Educación tiene la última instancia de aprobación, probablemente para febrero o marzo. Lo que suele suceder es que estas cosas se aprueban con reservas, todo lo que es virtual tiene un seguimiento muy estricto, nos preguntan qué herramienta vamos a usar para registrar y evaluar, tienen que comprobar si son efectivas. Y tal vez la aprobación definitiva lleve años, pero se puede empezar a trabajar.
Creo que la pandemia hizo que pateemos el tablero todos. En reunión con Educación Privada de Santa Fe fue muy interesante el intercambio, hay otra apertura. Pensaron que es bueno poder llegar a más chicos, que una familia no tenga que trasladarse. En el cierre de una diplomatura que hice en la Universidad DiTella le pregunté al ministro Nicolás Trotta si era posible pensar en una educación diferente para chicos que la necesitan por distintas razones y me dijo que por supuesto, que estaban abiertos a pensar en las mejores opciones. Y que la pandemia había mostrado que hay muchas formas de hacer escuela.
Como directora me interesa que los chicos brillen, que se sientan a gusto. Tenemos alumnos que sufrieron la distancia porque se sienten más fuertes en la oralidad o la expresión corporal y tenemos otros que esa exposición les cuesta más, lo sufren, y en esta modalidad brillaron, han estado contentos. Hay tantas necesidades como sujetos existen y cuanto más flexible pueda ser la escuela, es mejor. Para que la escuela presencial también se modifique tendríamos que hacer otro proyecto y presentarlo. Por ejemplo, para que un 70% fuera cursado en forma presencial y el 30% restante de forma asincrónica, con propuestas de los profesores para que vayan desarrollando a su tiempo.
-¿Cómo sería el formato de escuela secundaria virtual para chicos y chicas de todo el país, no sólo de Santa Fe?
-Claro que tiene dificultades, pero todos los proyectos a distancia en algún momento exigen presencia para rendir o hacer determinadas cosas. Por la edad que tienen los chicos consideramos que es fundamental la construcción de vínculos porque fortalecen la personalidad, hay aprendizaje en la convivencia diaria. El 70% es el mínimo virtual que se exige en trayectorias de educación a distancia, y nosotros elegimos ese número. Proponemos pasar por las aulas casi un mes en el inicio de año, el cierre de trimestres y el cierre del año, por ejemplo. Para los que viven lejos es una dificultad, pero no una imposibilidad. Ya estamos analizando propuestas para alojarlos entre los compañeros, como se hace con los deportes y los intercambios.
Nosotros presentamos el proyecto solo en Santa Fe, pero al ser aprobado por el Consejo Federal de Educación, que es la última instancia, después lo que se hace es conversar con cada provincia. En principio pretendemos un proyecto acotado, para hacerlo con seriedad y evaluar. Para el primer año propusimos que los alumnos virtuales compartan en el mismo grupo con los presenciales, a razón de 5 por cada grupo de 25 (tenemos dos grupos por año). No serían un grupo aparte los «virtuales». Ven las clases al mismo tiempo desde su casa, aparecen en la pantalla y pueden intervenir. El control de asistencia es igual, se justifican los problemas de salud o las fallas tecnológicas.
-¿En este momento de tu carrera, te inspirás en pedagogías, escuelas o personas que hayas conocido?
-He ido tomando y aprendiendo diferentes cosas, sumando lo que veo que va bien. Si tuviera que decirte, no hay una en particular. Seguimos algo como un modelo neuro-tecno-pedagógico. Tomamos en cuenta cómo aprende el cerebro de un adolescente y tratamos de usar inteligentemente y pedagógicamente una tecnología que está mediando el aprendizaje. Me considero una persona abierta y me gusta curiosear: leo, visito otras escuelas, de todo tipo, soy de sentarme y hablar. Mi modelo es un rompecabezas que nunca está terminado. En reunión de equipo hace poco alguien me preguntó cuándo íbamos a parar de cambiar. Nunca jamás, le dije. Las escuelas se transforman, se equivocan, maduran, nunca son iguales. No puedo decir que una teoría va a marcar mi rumbo.
Tenemos una gran ventaja en ese sentido, porque desde hace algunos años nuestro soporte es la Fundación Sancor Seguros. Que, más allá del apoyo económico y el sostén, tiene una gran capacidad de recrearse, tiene una visión que apuesta a la innovación. Estrenamos un nuevo edificio y compartimos tecnología y recursos con el terciario. Las aulas están muy bien equipadas, en vez de pizarrón tienen paredes donde poder escribir, luz natural e incluso se recoge el agua de lluvia para el riego de la parquización y el sistema de incendios. Esa mudanza física nos generó un movimiento también a nivel institucional, con la alegría de empezar una nueva etapa. Aprovechamos para priorizar y pensar qué queremos conservar y qué queremos ir dejando en la escuela vieja.
El sitio web de la escuela es https://www.ices.edu.ar/
quiero terminar mis estudios
Mis hijos van a una secundaria técnica como algo para transferidos a esta??? Ya que ningún docente especializado en las áreas técnicas no quiere trabajar y no sirve de nada una secundaria así, si no hay asistencia!!!
Hola, mi hijo esta terminando el segundo año de la secundaria, pero aprendió más desde casa que yendo al colegio, y le
Gusta la modalidad virtual, como es esta modalidad a distancia? Donde puedo conseguir información?
Necesito info. Adolescente de 14 para 2 año. Quiero desescolarizar
Buenas tardes mi hijo tiene 15 años y quisiera inscribirlo para 3 estoy a tiempo todavía ?
La modalidad es virtual 100% ? Somos de CABA
Gracias
Buenos dias .Quisiera informacion sobre los requisitos para cursar el estudio secundario virtualmente.
buenas noches, quisiera mas informacion respecto a la secundaria virtual
Hola, soy del interior de Formosa, me interesa que mi hijo haga el secundario de manera virtual, me pueden dar información? Gracias
Hola, soy de Entre Ríos, me interesa que mi hijo haga el secundario de manera virtual, me podrían brindar información?
Tiene 14 años y está en 2do Año de Bachillerato en Economía y Administración. Gracias
Hola yo también estoy interesada en secundaria virtual