Nueva alternativa en Bariloche propone desarrollo del ser y aprendizaje personalizado con inspiración Montessori y en la naturaleza

Frente al Lago Gutiérrez, donde antes funcionaba uno de los restaurantes más lindos de Bariloche, hoy está naciendo una escuela. Tuve la suerte de cenar en Cassis y recuerdo muy bien el ambiente pequeño y calmo, la sencillez de los materiales nobles, la huerta y la cocina a la vista y el agua fresca en la mesa, sin embotellar y sin cargo para los comensales. La pareja de cocineros de Mariana Muller y Ernesto Wolf son parte de la comunidad de padres fundadores de Quintral Paragonia, una escuela que se propone como alternativa en la ciudad y parece estar alineada con la visión del antiguo restaurante.

En el centro de esta historia hay otra pareja, la que forman la barilochense Carolina Peredo y su marido texano, Ty Roberts. Y un condimento que no falta en estas iniciativas: el deseo de crear espacios de aprendizajes para los propios hijos junto a una comunidad consciente de familias convencidas de que otra educación es posible.

No es la primera vez que lo hacen. Cuando vivían en Austin Carolina fundó el primer centro preescolar Montessori de inmersión en español. Más tarde, creó “Domeschool”, un centro de educación en casa en su propio patio. El proyecto hacía hincapié en la agricultura doméstica, la vida sustentable y el aprendizaje por proyectos al aire libre.

Para que la Escuela Internacional Quintral empezara a ser un deseo persistente tuvo que aparecer Rochelle Comeaux, una profesora originaria de Lake Tahoe (Nevada, Estados Unidos). Se conocieron en 2022, mientras viajaba por Sudamérica, poco después de que la familia de Carolina había regresado a Argentina después de 12 años en el extranjero. “Lo que comenzó como caminatas semanales en un «club de filosofía» evolucionó rápidamente en reuniones de planificación escolar, capacitación de educadores e investigación”, recuerdan. El proyecto despegó con la aparición de Agustina Buscaglia, licenciada en Educación, especialista en educación ambiental y al aire libre y futura guía de montaña.

Conformaron una Fundación en Argentina con el respaldo de una ONG hermana en Estados Unidos, que ya inició los trámites para convertirse en una escuela autorizada en Río Negro. Reciben niños y niñas desde los 4 años hasta los 11.

PEI: mente, cuerpo y espíritu

Quintral tiene un proyecto pedagógico orientado al desarrollo integral del ser y la vida regenerativa. “Una institución internacional, bilingüe y multicultural basada en la naturaleza que equilibra la excelencia académica y la búsqueda apasionada del conocimiento con el aprendizaje práctico y la autonomía”. “Nos inspiramos en Montessori y utilizamos entornos preparados para enseñar la mente, el cuerpo y el espíritu. Creemos que el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida y que la naturaleza es la mejor maestra. Nos esforzamos por crear un entorno que fomente el descubrimiento de los dones y pasiones únicos de cada individuo, para que puedan utilizarse para el bien del mundo”, describen.

En común con otras escuelas alternativas, Quintral entiende que un manejo diferente del espacio y del tiempo es la clave para ofrecer una propuesta de calidad sin las restricciones de la escolaridad convencional. Y creen que cada estudiante merece trabajar a su propio ritmo y nivel y tener voz y voto sobre qué intereses le gustaría seguir. “Para permitir menos transiciones y un aprendizaje más centrado e ininterrumpido, y aun así ofrecer una amplia gama de opciones de cursos, nuestra escuela utiliza un horario de bloques, en el que los estudiantes asisten a la mitad de sus clases los lunes y miércoles, y la otra mitad los martes y jueves”.

Los viernes son los días para salir y aplicar todo lo están aprendiendo, a nivel social, emocional, cognitivo y físico. Por ejemplo, “excursiones en la naturaleza, servicio comunitario y participación en eventos culturales y cívicos”. A veces, la salida es simbólica, con actividades en el propio campus de la escuela para construir, limpiar, hacer jardinería y mantenimiento. O se reciben invitados y talleristas que comparten sobre su oficio o sus pasiones.

Una grilla poco convencional

Tal como proponía María Montessori, cada día por la mañana hay un bloque central de 90 minutos, donde los estudiantes profundizan en estudios sociales y lengua y literatura inglesa la mitad de la semana, y ciencias y lengua y literatura española la otra mitad. “La combinación de estos cursos de materias con lengua y literatura permite un apoyo adicional para aquellos estudiantes que están estudiando un segundo idioma, y también se presta al aprendizaje interdisciplinario y temático”, explican.

Además de sus 3 clases por día, los estudiantes tienen una hora y media de tiempo libre para jugar afuera, explorar y realizar actividades de enriquecimiento opcionales. Como gran parte del día se convive en grupos multiedad, hay dos instancias, una por la mañana y otra por la tarde, donde se juntan por nivel de grado “para construir relaciones y trabajar a través de un plan de estudios socioemocional y de habilidades para la vida”.

Individual y colectivo a la vez

Si hay algo que María Montessori demostró es que más allá de los patrones humanos de desarrollo, el aprendizaje es individual mientras se adquiere la cultura en entornos colectivos. Un problema central que la escuela masiva no logra enfocar cuando pretende que todos aprendan lo mismo al mismo tiempo. Para eso, en Quintral “al comienzo de cada semestre los estudiantes y sus familias se reúnen con los planificadores académicos para determinar su horario de clases, firmar un contrato de aprendizaje y, si corresponde, revisar su autoevaluación del semestre anterior. Se respetan las diferencias de los estudiantes y se les otorga una autonomía significativa dentro y fuera del aula. Esta autonomía genera confianza en cada estudiante desde el primer grado y también enseña las valiosas habilidades de establecer metas y planificar. Se abordan los desafíos académicos y se ponen en marcha planes de acción para que ningún estudiante luche en silencio o experimente algún tipo de vergüenza por sus habilidades únicas. La evaluación es continua a medida que los estudiantes trabajan en los objetivos de cada materia y presentan sus proyectos o libro de trabajo a su guía de aula”, detallan.

Más información sobre Quintral Patagonia: https://quintralpatagonia.com/ – WhatsApp: +1-775-233-3705 – info@quintralpatagonia.com

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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