La semana pasada, en varias escuelas estatales de Buenos Aires se enteraron de que en septiembre u octubre de este año pasarían a tener 8 horas de clase. Algunas familias se movilizaron en rechazo a la propuesta, por diversos motivos. Por considerar que las escuelas no están preparadas, por perjudicar a los chicos y las chicas con certificado de discapacidad y adaptaciones en curso o porque prefieren expresamente una jornada de medio día para sus hijos.
Aunque en este caso la decisión fue tomada por el gobierno de la Ciudad, el aumento paulatino a la doble jornada en las escuelas estatales es un discurso que se repite en otras provincias y en el ministerio de Educación nacional. Se la considera una medida igualadora con la escolaridad privada y se asume sin mayor análisis que más horas equivalen a mayor calidad educativa.
Tampoco considera esta medida que todas las leyes referidas a la escolaridad definen una «comunidad educativa» integrada por docentes, estudiantes y sus familias como actores de las políticas públicas. Personalmente creo que la pandemia despertó especialmente la consciencia de que las familias podemos tomar decisiones escolares, con la formación de colectivos como «Padres organizados», «Familias por la salud colectiva» y consultas como la organizada en todo el país por la ONG «Argentinos x la Educación».
«El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está por implementar una medida inconsulta, arbitraria e intempestiva en contra de los derechos de los niños y de las familias», le dijo Mariana Koolen a AlterEdu. «Estas escuelas no están preparadas para recibir el doble de alumnos. En general no tienen comedor, tienen una cocina mínima y baños pequeños. Tampoco tienen mobiliario ni saben cuándo van a tenerlo. Las aulas que hoy funcionan para materias como música, ciencias o biblioteca pasarían a ser aulas de currícula», explicó. «En nuestra escuela 130 familias firmamos una nota que elevamos al Ministerio y a nuestro supervisor, además de que estamos juntando documentos para presentar un amparo».
«Los directivos no pueden explicar en qué van a consistir las 4 horas extra por día porque no tienen ningún proyecto pedagógico planificado. Muchas de estas escuelas, además, tienen una matrícula significativa de chicos con CUD (certificado único de discapacidad) y esta medida puede perjudicar su trabajo de integración hecho hasta el momento», remarcó Koolen, y agregó: «Necesitamos más escuelas de doble jornada, es verdad, pero nuevas. Y por otro lado hay miles de familias que elegimos la jornada simple como decisión familiar».
Eva Melgarejo es mamá de otra escuela porteña. «Muchos elegimos jornada simple como decisión familiar y tenemos el derecho a decidir sobre la cantidad de horas que queremos que nuestros hijos pasen en una institución. Además, pensamos que más horas en la escuela no me garantiza mejor educación», afirmó. Ante la propuesta de ser reubicados en otras escuelas que continúan con jornada simple, expresaron que los chicos tienen derecho a seguir en su escuela sin perder a sus amigos y tener que empezar desde cero en otra.
Cuando buscaba escuelas para mi hijo, antes de iniciar el proyecto de Tierra Fértil, tenía una certeza: si iba a ir a la escuela, nunca sería todo el día. No creía que existiera una tan maravillosa como para pasar la mayor parte de su tiempo, como una jornada laboral adulta. También quería darle espacio al juego libre en ámbitos no institucionales, algo como lo que había tenido yo durante mi propia niñez.
Familias en acción
El sábado 20 de agosto las familias que rechazan la ampliación de la jornada se reunieron en el Parque Rivadavia para decidir las próximas acciones. «Ya tenemos un grupo de WhatsApp general y otros por cada distrito escolar de la Ciudad. Decidimos acompañar hoy la caravana a Jefatura organizada por los docentes de la escuela donde falleció la nena por desnutrición. También, el miércoles la Defensora del Pueblo va a recibir a dos representantes de cada escuela, y el jueves a las 12.30 habrá un abrazo a la escuela Ramón Castilla, una de las primeras que ya pasa a doble jornada», anunció Koolen.
El tema se difunde en las redes sociales con el hashtag #queremosjornadasimple.
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