Denuncia que la «educación digital» no tiene sustento pedagógico ni pediátrico, pero avanza porque es «un negocio»

La Comisión de Educación del País Vasco analiza en este momento el uso de teléfonos celulares y relojes inteligentes en las escuelas. Para ello, convocaron a personas expertas que aportan su conocimiento sobre las amenazas y las oportunidades.

Catherine L´Ecuyer fue una de las invitadas. Es canadiense con residencia en Madrid, máster por IESE Business School, máster Europeo Oficial de Investigación y Doctora en Educación y Psicología y madre de 4 hijos. Autora de los libros «Educar en el asombro», «Educar en la realidad», «Conversacioens con mi maestra» y «Montessori ante el legado pedagógico de Rousseau». Es estudiosa del método Montessori y promotora de la «educación clásica».

Ella fue una de las primeras en encender la alarma ante la exposición temprana a las pantallas en las casas y escuelas de Europa, sobre todo en la primera infancia. «¿Por qué el discurso digital se ha convertido no en una oportunidad sino en una dictadura? ¿Por qué los que se nos manda desde la Comisión Europea en el plano de la educación, impone a los niños pequeños la adquisición de las llamadas competencias digitales, mientras la literatura pediátrica va por otro lado?», denunció durante su exposición. «Porque estamos ante una de las industrias más poderosas de nuestros tiempos, que tiene presupuestos ilimitados para hacernos pensar que sus productos contribuyen al buen desarrollo de nuestros hijos».

L´Ecuyer citó las recomendaciones de organismos de salud que proponen nada de pantallas hasta los 2 años y sólo una hora diaria hasta los 5. «Estas recomendaciones no son sugerencias o consejos educativos, son recomendaciones de salud pública. Los criterios educativos deberían ser mucho más restrictivos, pues lo que busca la educación, no es “evitar el daño”, sino “aportar excelencia”. Por lo tanto, un colegio que tuviera pantallas en sus aulas de infantil no sería un colegio de calidad. El recurso a las pantallas debería estar prohibido en esa etapa, pues hablamos de una cuestión de salud pública», sentenció.

Su discurso completo puede leerse acá: https://catherinelecuyer.com/2025/02/10/comparencia-de-catherine-lecuyer/

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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