El voucher educativo en Argentina: así son las posiciones a favor y en contra

Ya está habilitada la página web para solicitar vouchers educativos para pagar la cuota de escuelas y jardines privados en Argentina: https://www.argentina.gob.ar/vouchers-educativos. La ayuda estatal está dirigida a familias que asisten a escuelas y jardines privados con al menos 75% de subvención estatal y tendrá un tope de hasta $27.198 por hijo.

Ante la implementación de la medida, presentamos dos posiciones encontradas respecto a esta política educativa ya anunciada por el gobierno actual en campaña.

A favor

El 3 de abril pasado la Universidad del CEMA, alineada con las ideas del gobierno actual, presentó un capítulo dedicado al tema como parte de su seminario gratuito «Libertad Educativa», que se viene realizando desde septiembre del 2023. El profesor y economista Adrián Ravier estuvo a cargo de la presentación. Reproduzco algunos fragmentos:

«No es exactamente mi tema de especialización, pero como economista veo la educación como un mercado más, con las herramientas del análisis económico con la cual se puede analizar cualquier mercado. Les adelanto como conclusión de mi análisis del sistema educativo o del mercado educativo, y es que no encuentro ningún fundamento para que el Estado deba hacer algo en materia de educación. Sé que es polémico decir esto, seguramente habrá cantidades de cuestiones políticas, culturales, históricas para considerar, no es que las ignoro. Pero dado que estamos en un ambiente científico académico podemos correr el eje del debate y tratar de imaginar nuevos puntos posibles, es lo que nos podemos permitir aquí en el aula. Quiero proponerles separarnos un poco de la realidad, del diagnóstico y lo normativo de cómo están las cosas a cómo podrían hacerse y cómo podría mejorarse.

Los economistas analizan los mercados y los clasifican. La gran mayoría de los mercados son competitivos. Pero hay algunos que no lo son, como pueden ser los servicios públicos, que por economía de escala conviene que lo haga una única empresa. Que al tener así poder de monopolio podría fijar un precio muy por encima de sus costos y ser perjudicial para los consumidores, entonces habría que regular una serie de cuestiones relacionadas a este tipo de mercados. Entonces, mi primer mensaje es que la educación no es un mercado que pueda ser considerado monopolio, sino que es competitivo como muchos otros. La educación podría ser mucho más heterogénea de lo que hoy estamos viviendo, regulado por un Ministerio de Educación que, en definitiva, le ofrece al mercado un producto bastante homogéneo. De hecho, un poco la pasividad de los padres hoy en cuanto a jugar un rol más responsable frente a la educación de sus hijos deriva de pensar que la escuela A y la escuela B son muy parecidas. Tienen poca preocupación por conocer el plan de estudio porque es igual en todas. Por eso, en realidad una escuela privada no es privada en el sentido de que puede elegir de qué color pinta las paredes, pero no puede elegir qué le va a enseñar a los niños porque se tiene que articular dentro del plan de estudios que los funcionarios elaboraron. Y eventualmente pueden algunas escuelas privadas agregar a esos contenidos mínimos deportes, artes o altos niveles de inglés, más horas.

Por ejemplo, si comparamos con los restaurantes, yo no veo a nadie diciendo a los dueños que tienen que poner sobre la mesa un plato, un tenedor, un cuchillo, una copa, una servilleta. Está sabido que debe ser así y la gente se sienta a comer y espera en un país como Argentina y su cultura contar con eso, no hace falta un ministerio de la gastronomía que esté evaluando que esos mínimos en los que todos coincidimos. Con la educación pasaría lo mismo: si fuera un mercado competitivo y nosotros pensáramos que los niños tienen que ser educados en un mínimo de matemáticas, lengua, etcétera, esos contenidos mínimos seguramente van a estar porque de otro modo la familia que va a evaluar los planes de estudio elegiría otras entidades educativas. En un sistema educativo competitivo descentralizado, abierto a la competencia, siempre se va a buscar el máximo de calidad y el mínimo costo. La calidad la van a buscar en sus docentes, por supuesto también infraestructura y otras cuestiones, pero los docentes son la clave de la educación.

Hoy en día esos docentes son instruidos por el propio Ministerio de Educación con una bajada de línea que está muy asociada a cierta doctrina que en Argentina la estamos sufriendo. Los contenidos, los textos, los autores son elegidos por el Ministerio, lo que en definitiva termina sesgando un poco lo que podríamos tener, que podría ser bastante mejor que si fuera heterogéneo el producto educativo.

Como en la gastronomía existen las calificadoras, o en el mundo financiero, incluso hay universidades que usan sellos de calidad evaluados por empresas privadas. Evalúan el plan de estudio, las carreras, los alumnos, las instalaciones. A ese auditor le voy a estar mostrando todo lo que hago y después de recibir la respuesta del auditor trataré de mejorar y corregir.

El sector privado puede mejorar la calidad por la propia competencia, teniendo mecanismos regulatorios que genera el propio dinamismo de un mercado competitivo que empieza a sustituir mucho de lo que estamos acostumbrados que haga el Estado. La realidad es que la única razón por la que el Estado hace lo que hace en materia de Educación es por costumbre, por historia, por cultura, pero cuando uno lo analiza cómo funcionan los mercados descentralizados, empieza a entender que podrían ser desplazadas muchas de las funciones de las que hoy monopoliza el Estado. Y esto me lleva, al menos a mí, a una conclusión, que es eliminar el Ministerio de Educación.

Yo sé que cuando uno habla de vouchers educativos uno los puede plantear en una coexistencia de instituciones educativas gestionadas de manera estatal o de manera privada, con vouchers también para la gente que elige las Instituciones de educación estatal. Pensemos si realmente el mercado educativo podría funcionar y cómo. Mirando el ejemplo de los restaurantes y analizando el capítulo «ganancias y pérdidas» del libro «Planificación de la libertad» de Ludwig von Mises, un autor de la Escuela Austríaca de Economía, en un mercado libre que una institución tenga ganancias es un reflejo de que el mercado valora lo que esa institución está ofreciendo. Hay una especie de soberanía del consumidor, que está señalando que ese producto es valioso. Por el contrario podría ocurrir que en una institución académica tenga pérdidas, entonces tiene que reestructurar, modificar algo. Hay proyectos que empiezan con pérdidas, hay que darle tiempo a algunos negocios, pero si después de un tiempo se siguen acumulando pérdidas, la señal que te está dando el mercado es que este producto no lo valora.

Además, vamos a encontrar en definitiva una respuesta a cuántos establecimientos necesitamos. También se requiere quitar a la familia de esta pasividad en la que nos hemos acostumbrados a movernos. Ahí es donde se abre un poco este fenómeno de la competencia donde decimos que no es necesario un Ministerio de Educación que regule a las instituciones privadas. Porque en el marco de esa competencia las propias instituciones privadas buscarán acreditación privada y los contenidos mínimos van a estar contemplados, porque si no lo están, seguramente fracasarán en su intento de participar de esta competencia.

Ahora, si pegamos un salto a la realidad argentina, el diagnóstico que podemos hacer es de un sistema educativo con enormes desigualdades. Hay un gran problema de alternancia de docentes, de paros, de presupuesto, de capacitación. Además, en un mercado competitivo habría líneas ideológicas distintas y los padres podrían elegir dónde se sienten más cómodos.

Argentina está en un lugar muy negativo respecto del proceso educativo. Yo como profesor de primer año de una universidad nacional desde 2004 veo que cada vez los jóvenes vienen menos preparados. Las instituciones educativas juegan cada vez más un rol de contención que lamentablemente es un poco el punto de partida del diagnóstico que hacemos. Lamentablemente la universidad dejó de formar especialistas profesionales y pasó a contener a gran parte de la población en una posición de acceso total, sin costo para el alumno, sin examen de ingreso ni ningún tipo de requisito más que haber terminado el colegio. Por eso hay tanta deserción en las universidades nacionales. En la privada no pasa lo mismo, pero tiene que ver también con que la base con la que cuentan en colegios privados a los que fueron los preparan mejor respecto de esta brecha. Entonces entran mejor en la Universidad, que también tiene más medios. No es lo mismo tener un aula de 500 alumnos en un aula magna que tener un aula con 40 o 20 alumnos. Incluso de uno a dos, de uno a uno como Aristóteles. Por economías de escala, por costo, agrupamos a los alumnos en aulas, y esto por supuesto genera que la heterogeneidad haga que el docente se tenga que adaptar.

La pregunta acá es qué hacemos para transitar un camino que nos lleve de donde estamos a una educación más libre, más descentralizada, más competitiva, más eficiente. Creo que esa es la discusión y acá tuvo un rol central la idea de voucher educativo que planteó Milton Friedman en los años ´50, que propone eventualmente que en lugar de que tengamos una persona pagando por el servicio o yendo gratuitamente a una escuela de gestión estatal, podamos darle el dinero del Estado directamente a la familia para que pueda elegir una escuela estatal o privada. En nuestro caso, los Estados provinciales. ¿Qué pasa si quiere ir a una institución privada a la que hoy no tiene acceso? El gobierno le está dando dinero simbólicamente en un voucher. Puede elegir, y esa es la gran diferencia respecto al sistema actual. Por qué digo en el título de esta presentación que esto podría ser una transición a la privatización de la educación, porque si yo les propongo el sistema donde la Educación es privada e igual a los restaurantes como mercado, y tenemos ausencia de ministerios, de regulaciones estatales, el argumento más importante que se da es si una familia no puede pagarlo. Ahí es donde la idea de Milton Fridman juega un rol central. De esta manera no dejaríamos a nadie sin acceder a la educación como un derecho como lo establece de hecho nuestra Constitución. Habría diversidad, la Educación se adaptaría mucho mejor a las innovaciones tecnológicas que hoy el Ministerio de Educación no está sabiendo cómo incorporar.

Diversidad educativa y homeschooling

En lugares donde hay muy pocas personas hoy en día con la educación virtual, con la capacidad de tener internet digital en todo el país, podría mejorar rápidamente el acceso a educación y además abaratar muchísimo. Entonces, ¿por qué transitorio lo de los vouchers educativos? Porque en una economía que va mejorando eventualmente habrá familias que también irán mejorando su poder adquisitivo y eventualmente podrán salir de esa línea que define quienes requieren el voucher y quiénes no. En una sociedad que evoluciona, que se desarrolla, puede ser que alcancemos el momento en el cual los padres se pueden ocupar de pagar la educación como de hecho se ocupan de pagar los alimentos y otras cosas que son claves y esenciales en la vida.

Lo que estoy diciendo, que puede ser muy polémico, es que se cierra el Ministerio de Educación, se venden los establecimientos de gestión estatal. Pero en competencia este dinamismo tan característico en todos los otros tipos de mercados garantizaría calidad, diversidad y precio. Cuando pensamos que la educación privada es muy cara en Argentina es porque busca quizás a esa parte de la población de mayor poder adquisitivo que es la que eventualmente puede pagar. Pero podrían eventualmente las escuelas privadas en competencia buscar dar un servicio a personas que tengan menor poder adquisitivo. Ahí se abre también todo este concepto de homeschooling, incluso de escuelas rurales con otro tipo de formación que se empiece a adaptar un poco más a lo que los padres quieren para sus hijos que hoy no pueden salirse del esquema que los funcionarios diagraman homogéneamente para toda la población. No tienen que ser expertos en educación para elegir. Y no pueden pagar dos veces por la educación de sus chicos como pasa con quien paga una escuela privada.

Yo lo veo como una pirámide, con el ministro de Educación arriba y acá abajo tenemos a todos los estudiantes que quieren educarse, o planifican centenares de empresarios de la educación que quieren ofrecer sus planes de estudio y demás en diversidad, en competencia, con calidad. Mi sensación es que si planifica el ministro con sus funcionarios vamos a perdernos el conocimiento de tiempo y espacio que genera el propio mercado y su entorno. Ahí es donde me preocupa que alguien desde arriba esté bajando en línea.

Y a los lugares que no se llega por escala, creo que la educación virtual resuelve mucho de este problema. Yo creo que si hubiese un mercado adecuado de capitales y de repente un padre no puede llevar a su hijo a ninguna de estas escuelas por su costo pero la escuela lo ve con un 100% de compromiso que pasado cierto tiempo, cuando ya estés trabajando y tengas ingresos por haberte educado bien, vas a poder pagar por la educación de otra persona que entre en el mismo sistema que que vos. Hay mecanismos, becas privadas, empresarios que pueden juntarse para becar aquellos niños que no pueden estudiar, donaciones. Hay que estudiar esos mecanismos privados. Generar un fondo de becas para los estudiantes que ingresan a las carreras gratis, muy parecido al sistema que en la educación universitaria se usa en Uruguay.

La educación por sus características es un mercado, entran las instituciones, la infraestructura, los docentes, el incentivo de la investigación y la capacitación de los docentes, todo eso es oferta. En la demanda está en las familias, los niños, y en ese dinamismo entra el precio que eventualmente se cobra. Por eso digo que la Educación es un mercado como cualquier otro, no tiene características de bien público. No es libre por completo porque es obligatorio. En la práctica hoy no se puede llevar a cabo a nivel nacional una reforma de este tipo porque la educación es federal, sencillamente no hay potestad a nivel nacional. Pero aunque sea en estos años poder ir cambiando de a poco la agenda».

Sitio sugerido por el seminario para saber más sobre libertad educativa: www.edchoice.org

Programa completo del seminario gratuito Libertad Educativa de UCEMA: https://ucema.edu.ar/friedman-hayek-center/libertad-educativa

Ver la charla online en el canal: http://www.youtube.com/@UNIVERSIDADdelCEMA

En contra

Por su parte, la Red de Directorxs y Coordinadorxs de Carreras de Educación de las Universidades Nacionales de Argentina expresó su «preocupación por la creación del Programa de asistencia “Vouchers educativos” que transfiere, de manera directa, recursos de la educación de gestión estatal hacia las instituciones de gestión privada y rechaza toda política de privatización de la educación y sus efectos de profundización de las desigualdades ya existentes».

El comunicado firmado por representantes de 22 universidades nacionales dice que «es una transferencia directa de recursos del Estado Nacional a las familias que envían a sus hijxs a instituciones de educación privada, para poder hacer frente al incremento de los aranceles que se suma al financiamiento que ya recibe, en promedio, el 75% de las escuelas privadas de nivel inicial, primario y secundario del país, bajo la forma de subsidios que otorgan los Estados provinciales, destinados a financiar total o de manera parcial los costos salariales de la planta docente (Fuente: Padrón Oficial de
Establecimientos Educativos)».

«Según la resolución de creación del Programa, podrán acceder a la prestación, las familias que envían a sus hijxs a escuelas subsidiadas en un 75% o más, la mayor parte de las cuales, son confesionales. En síntesis: se trata de un Programa que duplica el financiamiento estatal dirigido a una parte de las instituciones educativas del sector privado».

Los directores de carreras de Educación consideran que se trata de una transferencia de recursos de la educación pública a la privada porque «el financiamiento del Programa “Vouchers Educativos” se imputa al programa 29 del Presupuesto Nacional (2023, prorrogado en 2024), destinado al financiamiento de acciones de revinculación escolar, apoyo y acompañamiento socioeducativo a la primera infancia, distribución de material bibliográfico a las escuelas, capacitación docente, programas de terminalidad educativa de jóvenes y adultos, entre muchos otros proyectos y programas que este gobierno decidió no implementar».

Sumado a «la decisión del gobierno nacional de eliminar el Fondo Nacional de Incentivo Docente, suspender la distribución de notebooks y libros a las escuelas públicas, congelar las partidas de gastos de funcionamiento de las Universidades Nacionales a valores de enero de 2023, suspender el financiamiento de la extensión de jornada en el nivel primario (que implicaba una hora más de clase en todas las escuelas primarias del país), congelar las partidas destinadas a alimentación escolar, suspender todas las obras de infraestructura escolar y universitaria, concretando así un desfinanciamiento sin precedentes de la educación pública argentina», remarcan.

«En contraposición, con la creación del Programa Vouchers Educativos, las autoridades nacionales deciden reforzar el financiamiento de la educación privada en sus niveles obligatorios, y agregan a los subsidios que ya recibe el 75% de las escuelas privadas, la transferencia directa a las familias para pagar las cuotas mensuales. En síntesis: por un lado, se desfinancia de manera brutal la educación de gestión estatal a la que asiste el 72,5% de la matrícula de la educación común obligatoria de todo el país y, por otro, se sobre financian las instituciones educativas del sector privado, a las que asiste el 27,5% (Fuente: RA 2022), con recursos provenientes del pago de impuestos de toda la población».

Ver el comunicado de la Red: https://drive.google.com/file/d/1VYX7WKZFMlwJt4Pt_UUcNPYYvB93mtSi/view?pli=1

Dolores Bulit

Nací en la Ciudad de Buenos Aires en 1972. Mi educación formal ocurrió en el jardín Casa de los Niños fundado por Elena Frondizi, la Escuela Normal Nacional en Lenguas Vivas “John F. Kennedy” y la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. Mi educación no formal se amasó en una familia numerosa, presente, matriarcal en medio del patriarcado, de clase media profesional. Sin presiones curriculares o extracurriculares, con mucho tiempo y enorme oportunidad para el juego libre en la ciudad y en el campo. También me eduqué en mis empleos y en mis viajes, en mi pareja y con mi maternidad, con todas las personas que pasan por mi vida y a través de mi experiencia más reciente y transformadora con la gestación de Tierra Fértil, un espacio de aprendizaje basado en el juego y la autogestión con 8 años de historia.

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