El grupo «Colectivo Esporádico de Docentes Disidentes», con origen en México, recibió presentaciones, talleres y propuestas sobre los ejes que serán tratados en el Congreso gratuito al que invitan el 14 y 15 de mayo próximos:
– La práctica docente desde a perspectiva anarquista;
– Teoría y práctica desde los contextos locales;
– Proyectos libertarios actuales y su impacto en la educación;
– Didáctica y lúdica ácrata, dudas, propuestas y experiencias actuales;
– Referentes teórico-prácticos de didáctica pedagógica universal;
– La asamblea como discusión y creación en los diferentes nieles, grupos y edades de aprendizaje;
– Apropiación de los elementos escolares en la escolaridad ácrata;
– Crítica a las estructuras escolares tradicionales;
– Ética libertaria y pedagogía;
– Docencia y pandemia.
Desde este viernes a las 15, hora de México. Para verlo, hay que suscribirse a este canal de YouTube:
https://www.youtube.com/channel/UCbBtOYAUnm26FLZG7frchdw
Más información en la página de Facebook de la «Célula de Pedagogía Anarquista» https://www.facebook.com/CeluladePedagogiaAnarquista/. Contacto: daniibenv@gmail.com
¿Quiénes forman parte del Colectivo que convoca? Me cuenta Daniel Vela que «está conformado por docentes radicados en México. Estamos en diferentes espacios, estatales, privados y en diferentes áreas del conocimiento. Llevamos algunos años de servicio y por lo tanto con conocimiento de causa acerca de la batalla que se libra en cuanto a educación-aprendizaje. Las (j)aulas y la institución llamada escuela, mantienen una venda sobre el aprendizaje, por lo que pretendemos reafirmar que existen otras formas de ser/hacer pedagogía. Apostamos por una docencia crítica, consciente y libre».
¿Qué es la pedagogía anarquista o antiautoritaria?
En una entrevista de la Revista Libertaria de Chile le preguntaron al pedagogo brasileño Silvio Gallo qué entiende por educación libertaria. «Yo pienso que podría decir que por educación libertaria comprendemos un proceso de autoformación, sobre todo, pero una autoformación que solo hace sentido si es hecha en colectivo. Es una formación del individuo, una formación singular de cada uno, pero es una formación del individuo que se hace en el contexto colectivo, que se hace formándose con los otros. No se forma de una manera aislada, se forma en la relación con los otros. Éste sería, yo pienso, el primer aspecto. Un segundo aspecto, que a mí me parece importante, es comprender la educación libertaria como una educación que se hace para la libertad, pero que se hace también en libertad. Pero, desde mi punto de vista, no es posible educarse en libertad como punto de partida, porque nosotros no somos libres por naturaleza, al revés, nosotros construimos nuestra libertad en las relación con los otros, y nosotros construimos, por lo tanto, y conquistamos una libertad que no está dada, que no es un hecho, pero es una construcción, es una posibilidad y una posibilidad por la cual tenemos que luchar. Y bueno, luchamos colectivamente, nos formamos, intentando producir libertad en la manera misma que nos formamos, nos educamos, y vamos siendo cada vez más libres. Así que, desde mi punto de vista, una educación libertaria es esta educación que está direccionada para producir este individuo libre, pero un individuo que aprende a ser libre y que construye su libertad juntamente con la libertad de los otros».
Anarquismo y educación en Argentina
«La educación, en la sociedad autoritaria, representaba la primera forma de intervención sobre el hombre, por lo que toda la pedagogía libertaria procuró construir una escuela “libre”, capaz de contribuir a la creación de un hombre sin inhibiciones ni “esquemas impuestos”:
Libertar al niño de la opresión del método, el programa, la autoridad del maestro, los exámenes, es librarlo del espíritu de rebaño, salvarlo de la uniformidad y la rutina que matan las condiciones asimilativas y creadoras de la inteligencia. […]
Los estudios irregulares y libres han sido casi siempre los medios
de auto educación de los hombres superiores.
En cuanto a la disciplina, los muchachos más formales, sumisos y
obedientes son los alumnos más alabados en la escuela –pública
estatal y/o particular- […] (Barcos en EP.25.4.F1.TEC).
De esta forma, se pretendía tejer un entramado de prácticas –educativas, comunicativas, rememorativas-, en las que la libertad fuera un modo de vida factible, realizable o materializable, y donde la voluntad –infantil, en este caso- se constituyera en condición necesaria para poder “purgarse” de la “falsa vida” burguesa (Díaz, 2011).
De todos modos, cabe aclarar que, también al interior del proyecto pedagógico existían divergencias. Mientras que, los seguidores de las ideas de Bakunin planteaban un proyecto pedagógico posterior a la revolución social; la línea de Ferrer y Guardia –a la cual adscribía La Escuela Popular-, afirmaba que la educación era, ante todo, un problema político, proponiendo un sistema educativo alternativo simultáneo al oficial, para educar para la revolución social. Esta perspectiva fue la que primó en el V
Congreso de la FORA, celebrado en 1905, donde se recomendó a todas las sociedades federadas que dediquen una parte de sus fondos al sostenimiento de escuelas libres, bibliotecas y edición de folletos». (Citas de «El aparato educativo argentino, la “amenaza anarquista” y la construcción del imaginario nacional (1900-1916)«, tesis doctoral de María Victoria Buttiera, Universidad Nacional de Villa María Córdoba, 2019. Disponible en: http://biblio.unvm.edu.ar/opac_css/doc_num.php?explnum_id=2561).
En Argentina, Julio R. Barcos fue uno de los principales impulsores de la educación anarquista. Podés leer su libro «Cómo educa el Estado a tu hijo y otros escritos» acá: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Argentina/unipe/20171121050315/pdf_356.pdf
Imagen de portada de Jorge Enkis para Editorial EDA.
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