Academia Nacional de Educación: «La estructuración en peldaños es bastante lógica, pero podría no ser la única, ¿no?»

Entrevisté a María Paola Scarinci de Delbosco, presidente de la Academia Nacional de Educación de Argentina durante un encuentro en su sede de Buenos Aires sobre el método Montessori.

-¿Cuál fue el rol que definió la Academia de Educación cuando se fundó en 1984 y cues hoy?
-La nuestra es una academia joven, tiene 40 años. El objetivo era pensar y repensar la educación. Y me parece particularmente importante decir que la idea no es resolver de una vez por todas el tema educativo, porque también tiene que ver con el contexto y con el momento histórico, no solo por la tecnología, sino también por los problemas que hay que enfrentar. Hay que repensarla continuamente, y a la luz de una charla como la de hoy queda bastante claro.
Hay que renovar, porque si uno hace exactamente lo mismo siempre, no está educando, porque no reactiva, no vivifica. Yo creo que le la academia empezó con esta idea y es todavía válida.

-¿Cuánto incide la Academia en la educación argentina?
-Nosotros vamos a ser siempre un grupo de reflexión. Ahora queremos reactivarla pero por temas. Serán iniciativas que abordaremos a modo de Instituto de investigación, con el contacto y el aporte también de expertos que no pertenecen a la Academia. De esa manera queremos poder producir textos o investigaciones que puedan servir también a la educación hoy.

Por otra parte, la academia también periódicamente expone declaraciones, tomando una posición frente a cuestiones puntuales de momento. Por ejemplo, los cambios de lenguaje, la utilización de la inteligencia artificial. Es decir, trata de dar respuestas concretas a temas actuales o respuestas atemporales.

En mi caso, yo defiendo la educación humanística, porque no se opone a ninguna otra y creo que es como una especie de línea de unión desde los primeros intentos de educación hasta el día de hoy. Porque no hay que olvidar que la palabra escuela es griega, quiere decir que estamos hablando de una actividad que empezó seguramente hace 2000 años o más.

-¿Más allá de ese rol general, tienen algún espacio de colaboración institucional concreto dentro de las estructuras del Estado?
-Siempre nos visitan los ministros y el actual Secretario nacional también ha venido. Uno de los de los aportes actuales concretos de la Academia ha sido un estudio de los diferentes estatutos docentes que hay por las jurisdicciones, más otros específicos dentro de cada provincia para tratar de extraer de ahí una especie de columna vertebral. Para hacerlo nos hemos basado en lo que nos cuentan los ministros de provincias o directores de escuela que contactan con nosotros. Ahora conviven distintos criterios para establecer cómo es el trabajo profesional de los docentes, y creemos que se necesita una coherencia mayor. Es lógico que haya lugares distintos que necesitan alguna respuesta diferente, pero tiene que haber un núcleo común referido al trabajo de educar.

-¿Sobre qué otros temas reflexionan o se han expresado?
-Se habló mucho de la repitencia, de la iniciativa de eliminarla pensando en su efecto sobre los chicos e implementando un sistema de intensificación. Nosotros recogimos las opiniones de muchos docentes que creen que eso se transforma en algo caótico. Mi opinión personal, no compartida por todos los académicos probablemente, es que me gusta la idea de buscarles alternativas. Sin abaratar lo que enseñamos, sino buscando, como en esta reunión sobre Montessori que viste hoy, caminos diferentes que vayan a los chicos. No sé si es muy utópica la idea de que la educación debe ser algo personal, hecha a medida, ¿no? Pero a la vez creo que no se educa si no se va hacia el chico. Así que la simple repitencia, que tiene algo mecánico, no me parece que sea la solución. Mi opinión puede irritar en la estructura de una escuela que tenía esta idea de los distintos niveles que había que superar, porque esto implicaría una gran transformación. Que puede ser una piedra al comienzo, pero sigo pensando con mucha esperanza que puede haber una manera alternativa de hacerlo. La estructuración en peldaños es bastante lógica, pero podría no ser la única, ¿no?

Sin duda alguna, estamos a la búsqueda. El método Montessori tiene mucho de esto, y aunque no soy una especialista, sí soy admiradora de quien encontró hace 100 años un camino tan robusto que sigue siendo perfectamente vigente y permite adaptaciones para chicos más grandes, algo que ella no llegó a implementar en su momento.

Información, sesiones públicas y declaraciones de la Academia: www.acaedu.edu.ar

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