Justicia por Ferrer i Guàrdia: piden reparación histórica para el fundador de la Escuela Moderna, mixta y laica

El Ayuntamiento de Alella (Barcelona) y la Fundación Ferrer i Guàrdia impulsan una campaña para la anulación de la sentencia que llevó a la ejecución del pedagogo catalán fundador de la Escuela Moderna en 1909. El manifiesto puede leerse y firmarse en la página: https://www.justiciaperferrer.org/es/justiciaperferrer#D%C3%B3na-suport-a-la-campanya

«Francisco Ferrer Guardia, pedagogo y librepensador comprometido con la renovación social y educativa, fue víctima de una de las grandes injusticias de la historia contemporánea de Cataluña y del Estado español. En 1909, en el contexto de la Semana Trágica, fue acusado sin pruebas consistentes y juzgado en un proceso lleno de irregularidades. A pesar de la falta absoluta de garantías judiciales, Ferrer Guardia fue condenado a muerte y fusilado en el castillo de Montjuic», recuerdan los promotores de la reparación histórica.

«Su ejecución provocó una oleada de indignación internacional, con manifestaciones que también se vieron en Buenos Aires, y puso en evidencia la represión contra las ideas progresistas y la libertad de pensamiento. Hoy, más de un siglo después, persiste la necesidad moral y política de reconocer la injusticia cometida y restituir el buen nombre de un hombre que luchó por una educación laica, libre e igualitaria», explican.

Un proyecto educativo revolucionario para su época basado en la laicidad, la coeducación de los sexos y la pedagogía libertaria

La Escuela Moderna fue un modelo educativo inspirado en las ideas de renovación pedagógica que recorrían Europa a finales del siglo XIX. Elementos importantes de la pedagogía contemporánea estaban presentes en los pilares de esta institución: el alumnado como sujeto activo de la enseñanza, la evaluación continua, el centro de interés o el aprendizaje a lo largo de la vida. A partir de la coeducación de sexos y clases sociales, se acompañaba al alumnado en procesos de enseñanza vinculados a su entorno y basados en la racionalidad y el método científico. Era una educación libre, sin asistencia obligatoria, que propugnaba por desarrollar la máxima libertad de los niños y niñas.

El proyecto educativo de Ferrer tuvo un tiempo de vida corto, la Escuela Moderna solo estuvo abierta entre 1901 y 1906. Pero su misión pedagógica tuvo una gran influencia gracias a su editorial del mismo nombre. Pero inspiró a las escuelas racionalistas de inicios del siglo XX y tras su ejecución, el modelo se replicará en distintos países del mundo. Son conocidas, entre otras, las Escuelas Modernas que se crearán en Sao Paulo (Brasil), Nueva York (Estados Unidos) y Lausana (Suiza). Durante la II República Española, también se intentarán adaptar sus ideales pedagógicos al sistema educativo público de la Generalitat de Catalunya a través del Consejo de Escuela Nueva Unificada dirigido por Joan Puig Elías. La mayoría de los principios de la Escuela Moderna son asumidos hoy en día en la pedagogía contemporánea.

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