En el Autódromo de Buenos Aires funciona desde este año un taller-escuela para estudiantes de quinto y sexto año de los colegios secundarios de esa ciudad. Allí se enseñan oficios de mecánica, mantenimiento y construcción de autos de competición. Es similar a la que existe en el histórico circuito de Le Mans, en Francia.
La educación técnica es una de las vías formales de aplicar el principio de «aprender haciendo», que AlterEdu defiende como política necesaria para cualquier propuesta educativa, porque incorpora la motivación intrínseca, la visión integral del aprendizaje y los principios de la pedagogías activas y de investigación. La conexión directa con el mundo del trabajo y la transición al mundo adulto son otros de sus beneficios.
El aula se encuentra bajo la tribuna de la recta principal y muchas de las prácticas se realizan justo en frente: en los bóxes del Gálvez. Los alumnos de la escuela-taller presentaron ya su primer gran proyecto: el prototipo de un fórmula de competición eléctrico.
Los profesores que guían a los alumnos son ingenieros, mecánicos y técnicos de las principales escuderías y terminales automotrices. La fabricación del fórmula eléctrico se realizó en varias etapas: incluyó el desarrollo del tablero de control, el análisis de las piezas, la puesta a punto en pista, el sistema de suspensión, la dirección, los neumáticos, los frenos y la alineación, entre otros ítems.
Para fin de año está previsto un viaje a Balcarce para celebrar el «cierre de la cursada»: visitarán la fábrica del legendario Tulio Crespi, que en sus 60 años de trayectoria se convirtió en el mayor constructor de monopostos de la Argentina, incluyendo a los autos de la serie «Senna», de Netflix (leer más).
La escuela-taller del Gálvez depende del «Centro de Capacitaciones y Prácticas Profesionalizantes» del Ministerio de Educación porteño. Participan veinte estudiantes por cada turno (mañana y tarde): cursan 200 horas de prácticas los lunes, martes, jueves y viernes, de 8 a 12 y de 13 a 16. Las instalaciones de la escuela-taller están equipadas con impresora 3D, conexión a internet por fibra óptica, computadoras, máquinas y herramientas.
La ciudad ofrece en sus escuelas técnicas 22 especialidades divididas en un Primer Ciclo de la Modalidad Técnico Profesional, con una duración de dos años común a todas las especialidades, y un Segundo Ciclo de especialidades, con una duración de cuatro años. Los cursos están orientados a temas con alta demanda en el mundo del trabajo como Informática, Turismo, Energía, Automotores, Construcciones, Hotelería y Gastronomía, entre otros.
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