Este mes, la prestigiosa revista The New Yorker no puso en tapa una pieza literaria sino una historia sobre madres y niñeras. “El trabajo de una madre. Un vistazo a las vidas de las cuidadoras neoyorquinas” es el nombre del artículo central, acompañado de una ilustración con dos mujeres cuidando niños en el parque.
Los cuidados son esa tarea invisible que pasa desapercibida hasta que la necesitás. La importancia de la calidad humana de quienes acompañan a nuestros seres queridos también suele ser subestimada. Algo que la argentina Tamara Chaffittelli, psicóloga perinatal, quiso cambiar cuando fundó su empresa de niñeras profesionales.
Especialista en puericultura y crianza, asesora en lactancia y educadora de masaje infantil, está también terminando un Máster en Educación Infantil Montessori en la Universidad de Barcelona y una formación como Guía IMI para 0-3 y 3-6 años. Conversamos para conocer Dulces nanas, que puede funcionar como una alternativa familiar a la escolarización temprana.
-¿Qué pensás sobre de los cuidados infantiles en nuestra época? A veces siento una contradicción entre que hay menos tiempo para criar porque las mujeres se incorporaron masivamente al mercado de trabajo fuera de la casa, pero a la vez hay mayores expectativas y exigencias para criar que en décadas anteriores.
-Es una realidad que las mujeres han tomado un rol mucho más protagónico en lo que respecta a su carrera profesional y a su desarrollo. Pero ese crecimiento también vino acompañado de mucha más información y consciencia respecto a los temas vinculados a la crianza. Hoy hay mucha más información y recursos disponibles para aprender e informarse respecto a temas como lactancia prolongada, destete respetuoso, desarrollo de la motricidad libre, adaptación a la escolaridad, límites, validación de sentimientos etc. Y en ese sentido, las familias han tomado con enorme responsabilidad y compromiso la tarea de ma-paternar mucho más empoderados, pero como parte de un proceso evolutivo y una elección consciente y no como una exigencia impuesta.
Por otro lado, la llegada de un hijo/a es un momento emocionante y crucial en la vida de cualquier familia y las empresas debieron adaptarse y pensar diversas acciones para acompañar mejor la organización familiar del empleado/a reforzando así el compromiso de garantizar una cultura organizacional de igualdad e inclusión. Sobre todo, después de la pandemia, entendieron que, para ser elegidas como empleadoras por las nuevas generaciones, deben poner a disposición recursos, propuestas y beneficios que permitan y habiliten destacarse en el ámbito laboral pero que, en la misma medida, permitan priorizar y preservar los tiempos personales logrando ofrecer un entorno que favorezca este equilibrio que ya no es más negociable.
-¿Creés que las familias que eligen cuidados en casa están retrasando conscientemente la escolarización temprana?
-La elección de priorizar cuidados en la casa versus escolarización temprana tiene que ver con varias cuestiones. Por un lado, ma-paternidades más informadas y conscientes y, por otro lado, los cambios que se han dado también a nivel laboral a los que nos referíamos antes que permiten acompañar y sostener ese tipo de elecciones.
Durante los primeros años de la infancia debe emerger la curiosidad y la exploración y la herramienta que habilita eso es el juego libre y vivencial. En esta etapa, el niño aprende más cocinando junto a sus padres o explorando la naturaleza que sentado en una salita intentando responder positivamente a un juego dirigido que, inevitablemente, tendrá tiempos establecidos, reglas, espacios estipulados etc. Habiendo entendido esto, muchas familias tomaron la responsabilidad y el compromiso de ser los primeros educadores de sus hijos e hijas velando por un desarrollo armónico, emotivo, cognitivo y social que respete sus procesos fisiológicos.
Otro factor determinante en esta elección tiene que ver con el desafío de encontrar un espacio institucional afín con este tipo de mirada. Muchas familias se encuentran habiendo elegido un jardín de infantes que creían que los apoyaría en este modelo de crianza que los representa y que finalmente intenta desalentarlos en temas como lactancia prolongada, colecho, tiempo de descanso o pañales por mencionar algunos, y que incluso no ofrece un proceso de adaptación respetuoso.
Para la familia eso termina siendo un proceso muy desgastante porque siente que todo el tiempo debe justificar sus elecciones, y en ese proceso se produce muchas veces un quiebre en la confianza.
De hecho, los países nórdicos, que siempre son tomados como referentes en lo que respecta a educación, tienen una escolarización mucho más tardía. Y en los primeros años su enfoque de aprendizaje está planteado desde lo lúdico en un entorno de naturaleza, donde se prioriza el bienestar del niño y la calidad de sus vínculos.
-¿Es de ahí que surge la idea de crear un servicio de niñeras para familias que buscan crianza respetuosa?
-El proyecto de Dulces Nanas se desprende de una búsqueda y un proyecto personal que parte de la necesidad de entender el impacto profundo que tienen los vínculos que nos atraviesan en nuestra infancia; partiendo del vínculo inicial con los padres y continuándose con quienes acompañan la crianza en casa y la educación en las escuelas.
A partir del ejercicio de repensar estos vínculos desde una mirada respetuosa, amorosa y consciente que ponga en el centro las necesidades de los niños y las niñas y que pueda acompañar de manera activa pero no necesariamente directiva, surge el sueño de reunir (y más tarde también de formar) un equipo de profesionales.
Nuestro diferencial tiene que ver con el abordaje de trabajo que ofrecemos a las familias y con la profesionalización del rol de la niñera. Cuidamos cada detalle de la relación que entablan nuestras niñeras con las familias y con sus niños garantizando cuidados de calidad. Pero el paso previo que posibilita y habilita esa sinergia es el entendimiento profundo de la necesidad que nos acerca cada familia. Habilitamos con cada una de ellas un diálogo transparente generando vínculos de confianza que sostenemos a lo largo de todo el proceso de acompañamiento.
-Encontraste la clave con la formación de las profesionales.
-Nuestro proyecto se sustenta también en el compromiso con el aprendizaje continuo y en abrazar la transformación como parte de un proceso evolutivo. A lo largo de estos casi 15 años hemos recorrido un camino de aprendizaje y formación; no únicamente para mantenernos actualizados sino también para adaptarnos a esos cambios y así continuar acompañando las diferentes necesidades que nos acercan las familias.
Todas nuestras niñeras deben tomar la formación anual dictada por Dulces Nanas en cuidado de bebés y niños/as desde una mirada respetuosa que suma aportes de las pedagogías Waldorf, Montessori y Pikler.
Nuestra mirada está puesta en reconocer al niño/a de una manera más consciente y respetuosa y alentamos los procesos formativos en esa línea. Sin embargo, nuestros vínculos se sostienen en la valoración positiva de la diversidad y, en este sentido, nuestra mirada no está nunca limitada a un único enfoque pedagógico.
-¿Llegan a ustedes también familias que eligen otras formas de educar?
-Claro que sí, y celebramos que así sea ya que nos propone la búsqueda constante de mejores maneras de responder a la diversidad. Hay tantas formas de educar como familias que educan y es nuestra misión, nuestra vocación y nuestro desafío acompañarlas ayudándolos a encontrar el perfil de niñera con el que cada una sienta que pueda conformar el mejor equipo.
-¿Cuál es el perfil que Dulces Nanas busca para formar una niñera profesional y cuál es el perfil de las familias que llegan a Dulces nanas?
-En su gran mayoría, las familias que llegan a nosotros acuden en busca de personal formado y comprometido con la crianza respetuosa que pueda ofrecer cuidados de calidad y que registre las necesidades de cada familia acompañando sus decisiones y formas de crianza desde un lugar de compromiso y respeto absoluto. Asimismo, valoran las oportunidades de formación que ofrecemos (tanto en aspectos pedagógicos como cursos de RCP y primeros auxilios) y la rigurosidad de nuestro proceso de selección que incluye: entrevistas individuales y grupales, corroboración de títulos y certificaciones, chequeo de referencias laborales, evaluación psicotécnica, informe socioambiental a cargo de una asistente social, chequeo de antecedentes penales, estudios médicos opcionales y seguimiento pedagógico de hasta un año.
Otro diferencial también muy valorado es el servicio de garantía de hasta un año con reemplazos sin límites incluidos nuevamente estudios y capacitaciones.
En cuanto al perfil de las familias que contratan nuestros servicios, se sienten representadas por los valores que nos definen y nos guían y que buscan un distintivo respecto a otras consultoras que brindan servicios de búsqueda de personal. También llegan a nosotros muchas familias referidas por otras e incluso muchas que nos vuelven a elegir y que renuevan los vínculos de confianza que tanto aspiramos a construir.
-Trabajan en otros países, ¿cómo se fue gestando eso?
-Además de en Argentina, tenemos base en España e Italia. Nuestro proyecto de expandirnos a otros países, especialmente Europa, se fue gestando con una visión clara: conectar a familias europeas o argentinas que vivan en el exterior con un servicio personalizado de niñeras profesionales. A lo largo de estos casi 15 años lo incubamos como un sueño llevado adelante con mucha consciencia; entusiasmadas con la idea de llegar a otros mercados y a otros clientes conservando la esencia que nos define.
Seguramente mucho tuvieron que ver las formaciones que pude realizar tanto en Barcelona como en Budapest y que me dieron la posibilidad de lograr un entendimiento más completo de las necesidades, las oportunidades y una red de contactos que acompañó el proyecto.
También surgió como una respuesta natural al pedido de muchas familias que por diversas razones decidían emigrar y buscaban un servicio similar estando afuera y se encontraban con una brecha en el mercado europeo.
Hoy hemos logrado llegar a familias extranjeras de diferentes partes del mundo, principalmente europeas, pero también trabajamos con algunas familias americanas y sobre todo con muchos clientes argentinos alrededor del mundo, incluso algunos que han emigrado por trabajo al continente asiático y buscan llevarse una niñera de habla hispana.
Sentimos que el crecimiento de este proyecto no solo ha beneficiado a las familias europeas que buscan cuidadoras de calidad, sino que también ha abierto nuevas oportunidades para profesionales del cuidado infantil de diferentes partes del mundo, promoviendo el intercambio cultural y el aprendizaje mutuo.
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